La educación financiera ha sido una de las asignaturas pendientes de los españoles durante décadas. Una falta de conocimiento que, todo sea dicho, no nos ha ayudado a la hora de gestionar nuestro dinero (especialmente a la hora de invertirlo). Por suerte, esta realidad está cambiando poco a poco. Según el último estudio internacional PISA, menos del 20 % de los jóvenes españoles tienen unos conocimientos financieros bajos y un 58 % los tiene de nivel medio. Unos datos mejores que los de años anteriores, pero que indican que aún tenemos margen de mejora a la hora de enseñar finanzas a los niños.
Cómo enseñar finanzas a los niños y en qué momento 📚
Todo tiene su momento, pero como dirían en TikTok “la fase de hablar de dinero con tu hijo recomiendo no saltársela”. Y es que, nos guste o no, el dinero forma parte de nuestras vidas desde una edad bien temprana y, por otra parte, a partir de cierta edad nuestra mente ya es capaz de empezar a asimilar muchos conceptos relacionados con él. Así que, ya que tarde o temprano va a tocar aprender a gestionarlo… mejor hacerlo cuánto antes, ¿no?
Dar un buen ejemplo financiero, el primer gran consejo
Los humanos basamos gran parte de nuestro aprendizaje social en imitar el comportamiento de las personas que nos rodean, algo especialmente notorio durante nuestros primeros años de vida, cuando somos especialmente permeables.
Aunque no lo parezca, los niños nos toman como modelo más de lo que parece. Incluso en los temas menos pensados: el lenguaje y la forma de expresarse, la manera de comer… Por eso es importante ser también un buen ejemplo financiero, lo que significa mantener las cuentas al día, no fomentar el gasto impulsivo, que tu hijo o hija no vea a sus padres nerviosos ante posibles pagos y, en general, mostrar los beneficios del ahorro y la inversión y los riesgos del gasto.
Lo bueno de este consejo es que no hay edad mínima para empezar. Aunque no sepan sumar o se gestionen regular con los números, sí que entienden conceptos más genéricos y abstractos como el esfuerzo y recompensa o el saber esperar para obtener un premio mayor.
Pierde el miedo a hablar de dinero con tus hijos
Tratar el dinero como un tema tabú no es una buena idea. Los hijos deben entender que este forma parte de la realidad igual que le advertimos que la sopa humeante quema o que se debe mirar antes de cruzar. Y para normalizarlo, no hay mejor forma que hablar de él.
Repetimos, para empezar a fijar ciertos conceptos no hace falta esperar mucho. Los niños de cinco y seis años ya son más que capaces de empezar a comprender de lo que les hablamos e interiorizar ciertas ideas, pero es más que recomendable haber empezado antes utilizando, por ejemplo, cuentos con matices económicos como el de la cigarra y la hormiga, el conejo y la tortuga o los tres cerditos.
Ya sea con cuentos o mediante charlas, es importante que el acercamiento sea natural (con este dinero vamos al mercado a comprar comida) y no desde el miedo (si nos falta este dinero no tendremos para comer). Sí debemos ser transparentes en su funcionamiento y riesgos, pero no pintarlo como algo malo que pueda generarle ansiedad.
La paga, un esencial para que los niños aprendan a gestionar sus finanzas
Aprender a manejar nuestro dinero es esencial para cualquier persona, pero a veces estos conocimientos llegan demasiado tarde a nuestras vidas. Y, tal y como comentamos al hablar de trucos y consejos para enseñar finanzas a tus hijos, la paga es una de las mejores herramientas para empezar a trabajar este y otros conceptos clave para un buen desarrollo financiero y te vamos a explicar por qué.
Bien utilizada, la también llamada “semanada” permite ahondar de una forma fácil y natural en diferentes aspectos económicos y de la vida adulta como:
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“Los niños deben empezar a poder hacer frente a sus gastos”
· Independencia financiera: Es un hecho que poco a poco los niños se hacen grandes, lo que significa que deben empezar a poder hacer frente a sus gastos. Golosinas, juegos, zapatillas, una hamburguesa con los amigos… Es común ir aumentando los gastos que el niño deberá asumir con su propio dinero a medida que crece con el fin de que tome consciencia del gasto que supone la vida.
· Gestión y ahorro: Disponer de una cantidad limitada de dinero obliga a los niños a elegir entre qué gastar ahora y qué guardar para el futuro, así como aprender a priorizar.
· Fijar objetivos financieros a largo plazo: Puede enfocarse el ahorro como vehículo para obtener algo mejor en el futuro, como un ordenador o una bici.
· Inculcar el esfuerzo: Muchos padres asocian la paga a la realización de tareas tanto de estudios como domésticas, las cuales suelen ir aumentando con el paso de la edad. Otros, en cambio, prefieren utilizar estas obligaciones domésticas como una posible fuente de ingresos extra.
· Aprender de los errores: Ser responsables de su dinero supone poder tomar malas decisiones con él, lo que puede ser frustrante para los peques, pero es importante remarcar que a estas edades puede suponer una poderosa lección.
· Jugar a las finanzas: Con los hijos, los padres -entre otras muchas cosas- actúan como bancos. Sin embargo, esto gana cierta importancia a la hora de hablar de las pagas ya que como “entidad que concede” puedes fijar algunas normas. Asignar un porcentaje máximo de gasto, premiar el ahorro, ofrecer adelantos a cambio del cobro de intereses en futuras pagas, bonus por otros objetivos como buenas notas o tareas en casa…
La edad perfecta para empezar a dar paga
Todo tiene su momento en la vida y la paga no es diferente. Los especialistas recomiendan empezar a partir de los siete u ocho años, ya que a esta edad ya dominan los números y son capaces de efectuar operaciones simples (algo que estimularemos, sin duda)
La respuesta a la eterna pregunta de todos los padres: ¿cuánto debería dar de paga? 💸
No podemos negar que esta pregunta tiene cierta miga. Como empresa especializada en servicios financieros, nuestro primer consejo es que la cantidad asignada encaje en tus finanzas y no te suponga un sobreesfuerzo.
El segundo punto a tener en cuenta es que no cualquier cantidad vale. Una paga baja podría parecer que fomenta el ahorro y el sacrificio, pero lo cierto es que puede generar frustración. Si es muy alta, en cambio, puede invitar al despilfarro.
Para determinar la cantidad de la paga lo más fácil es contar cuáles serán los gastos fijos que deberá asumir el niño o niña con la paga y añadirle un pequeño extra que potencialmente debería destinar al ahorro. Te dejamos con un pequeño cuadro de referencia:
Edad |
Tipo de paga |
Cantidad |
Comentario |
De 7 a 10 años |
Semanal |
Entre 3 y 6 € |
Le permite familiarizarse con las monedas y cómo se agrupan o dividen |
De 10 a 13 años |
Semanal |
Entre 6 y 10 € |
Pueden empezar a aparecer los billetes |
De 14 a 16 años |
Semanal |
Entre 10 y 15 € |
Una cantidad grande y otra pequeña puede incentivar el ahorro |
De 17 a 18 años |
Semanal |
Entre 20 y 25 € |
Puede realizarse mediante medios digitales |
Castigar sin paga: ¿sí o no?
La paga es un arma poderosa también para los padres. Pero un gran poder… En fin, a lo que vamos, aunque no es lo más recomendable, según los expertos castigar sin paga puede ser un buen recurso, aunque hay algunas consideraciones a tener en cuenta antes de dar luz verde.
El primero y esencial es que no puede convertirse en un castigo comodín para cualquier cosa y se debe limitar estrictamente a penalizar malos comportamientos dentro de la parcela financiera. ¿Qué queremos decir con esto? Que no podemos castigar sin paga por unas malas notas o llegar tarde.
En cambio, sí puede ser útil para penalizar malas compras, gastos innecesarios u otros comportamientos vinculados al despilfarro como, por ejemplo, perder un juguete que quiere volver a comprar, en cuyo caso podemos descontar parte de la paga para afrontar la nueva compra.
Ayúdale a elaborar un miniplan financiero para comprar aquello que quiere
Los niños no siempre se encaprichan de cosas baratas. Algunos juguetes, juegos, videoconsolas o ropa pueden valer un auténtico dineral, lo que podría suponer un dolor de cabeza para muchos padres. ¿Y si lo utilizamos a nuestro favor?
Si dispone de una paga, podemos crear conjuntamente un plan de ahorro en el que se determine la cantidad de dinero y los meses necesarios para alcanzar la meta. Evidentemente podemos ayudarle y premiar el ahorro con aportes extra, especialmente si son para una compra inteligente.
“Confisca” una parte de la paga en pro del ahorro
Suena tan drástico como fácil y efectivo, toma nota: Del total semanal que recibe tu hijo, dile que debe dedicar un porcentaje mínimo obligatorio al ahorro, el cual debe depositar en una hucha, una cuenta bancaria para niños o cualquier otro método al que tenga -medianamente- limitado el acceso.
La cifra correcta se encuentra entre un 5 y un 20 %, aunque como padres (y madres) tenemos manga ancha para subir o bajar esta cifra para premiar o castigar momentáneamente algún comportamiento financiero concreto.
Recompensa el ahorro de valor
La idea es que no siempre se ahorre con vistas a gastarlo, sino que también pensando en el futuro, algo que a los niños les cuesta entender. Para fortalecer ese concepto podemos premiar el dinero que se guarda para el futuro con una compensación financiera extra de nuestra parte en forma de ahorro extra.
Aprovecha el poder educativo de los juegos y videojuegos
Aprender jugando es una de las mejores formas de fijar conceptos y, además, pasar un buen rato y reforzar lazos familiares: un auténtico tres por uno. Para ponerlo en práctica, existen un montón de juegos de mesa y videojuegos que introducen conceptos financieros básicos en sus mecánicas, lo que permite a los niños y adolescentes empezar a familiarizarse con ellos de una forma natural y divertida.
Cierto es que estos juegos no son para todas las edades, pero la mayoría pueden empezarse a jugar a partir de los 8 años, una edad bastante temprana.
9 juegos de mesa para jugar con las finanzas
Si quieres poner en práctica esta idea pero no sabes cuál elegir, te damos unas cuantas sugerencias para que podáis elegir el que más os guste:
1. Monopoly (Hasbro – a partir de 35 €): Existen versiones infantiles personalizadas con dibujos animados y películas.
2. Superpoly (Falomir – a partir de 10 €): Una alternativa mucho más económica al clásico de Hasbro.
3. Palé (Cefa toys – a partir de 15 €): Otra versión local y más barata.
4. Anti-monopoly (University games – a partir de 35 €): Lo mismo, pero al contrario ya que aquí el objetivo es romper los monopolios para que florezca el libre mercado.
5. Hotel (Lansay – a partir de 40 €): Construye y gestiona tu propio imperio hotelero.
6. Cashflow 101 (Cashflow – a partir de 80 €): Este juego de educación financiera fue diseñado por Robert Kiyosaki, autor del libro superventas “Padre rico, padre pobre”.
7. Catan (Devir – a partir de 35 €): Un premiado juego basado en la gestión de recursos y el comercio.
8. Be Value (Value School – a partir de 60 €): Un reconocido juego infantil pensado para que los pequeños gestionen sus finanzas en función de los vaivenes de la vida.
9. Play Value (Value School – a partir de 45 €): Un juego de cartas basado en adquirir buenos hábitos para poder ganar a largo plazo.
Los videojuegos, un aliado inesperado para la educación financiera 🎮
Para muchos padres los videojuegos pueden ser algo malo, pero como muchas cosas en la vida dependerá del uso que les demos. Y ya que los piden, ¿por qué no usarlo a nuestro favor? En la actualidad existen un montón de juegos que combinan diversión con conceptos y mecánicas financieras que pueden ayudar a los niños a poner en práctica conceptos económicos como el ahorro o la inversión.
Por si necesitas algunas pistas, ahí van algunos títulos a los que deberías echar un ojo en busca de cuál puede gustarle más a tu hijo:
· Construcción: SimCity, RollerCoaster Tycoon Adventures Deluxe y Cites: Skylines 2.
· Estrategia y gestión de recursos: Age of Empires IV, Civilization y Capitalism II.
· Simuladores empresariales y económicos: Virtonomics, Industry Player y Minecraft Education Edition.
· Simuladores de vida: Los Sims (4 y 5) y Supermarket Simulator.
Pero cuidado, antes de instalar cualquier juego a tus hijos te recomendamos que le eches siempre un ojo tú antes, ya que no siempre son lo que parecen. Para que entiendas a lo que nos referimos, tenemos que hablar del Monopoly para móviles. Es del mismo fabricante y tiene el mismo nombre y gráficos, pero no es para nada lo mismo, ya que en este caso el juego empuja al usuario a realizar microtransacciones de dinero real para poder avanzar a un buen ritmo, lo que no es el mejor ejemplo para los peques.
Sigue aprendiendo más sobre educación e hijos
Los pequeños de la casa son la inversión más importante de nuestra vida. Si te preocupa hacerlo todo bien o quieres información de valor para la educación de los hijos, tenemos un consejo para ti: sigue mirando este blog. Aquí encontrarás contenidos que te ayudarán a afrontar las diferentes etapas de un hijo: gastos escolares, estudios, actividades extraescolares y un montón de cosas más.