Según las estadísticas, los españoles somos cada vez más ahorradores. Más de un 45 % afirma guardar algo cada mes. No es mucho, pero teniendo en cuenta que esta cifra no alcanzaba el 40 % hace un año, parece que no vamos por mal camino. Sin embargo, el dato tiene otra lectura: aún estando en nuestro mejor momento, más de la mitad de la población no ahorra o lo hace de higos a brevas, lo que tampoco ayuda mucho a generar un colchón que aporte esa ansiada tranquilidad para el futuro. ¿Le ponemos solución con unos consejitos para ahorrar un poquito mes a mes sin complicarnos?
Las 10 maneras de recortar tus gastos un 10 % fácilmente
Es evidente que puedes ahorrar mucho mediante cambios drásticos como, por ejemplo, mudarte a una casa más barata o pasar a compartir piso. Sin embargo, tal y como afirman los expertos en finanzas personales, los cambios tienen que ser cómodos para ser sostenibles. Según ellos, la mejor manera de ahorrar más y/o gastar menos es modificando pequeños hábitos que se incorporen de una forma fácil a nuestra vida cotidiana, creando así un hábito de ahorro que nos acompañe para siempre.
Así que antes de empezar a pensar en grandes sacrificios, empieza a pensar en qué tipo de pequeñas concesiones podrías hacer en tu vida para tratar de lograr un mayor ahorro. También te será útil conocer, en profundidad, tu situación financiera. Puede llevar un tiempo, pero conocer bien tus ingresos, ahorros y gastos te ayudará a establecer prioridades y asignar presupuestos que sean realistas. Con esto dicho, empecemos:
1. Reduce las facturas de suministros con estos consejos
Luz, agua, gas, internet… Nuestra casa tiene unos costes fijos que, sumados, dan una cifra nada desdeñable. Lo bueno es que a ese numerito le podemos arañar unos cientos de euros a final de año sin mucho esfuerzo. ¿Cómo? Apunta, que ahí van unos trucos para empezar a recortar tus gastos, aunque si quieres entrar en más profundidad puedes echarle un ojo a nuestro artículo sobre cómo evitar gastos vampiro y fantasma en tu hogar.
- Invierte 20€ en un termostato programable que ajuste la temperatura automáticamente. · Equipa tu hogar con luces LED de bajo consumo.
- Sella las grietas de las ventanas con masilla.
- Haz un uso estratégico de las persianas para regular la temperatura.
- Prioriza duchas a baños y apaga el agua al enjabonarte.
- Haz uso de los programas cortos o funciones Eco de tus electrodomésticos.
- Añade un peso dentro de la cisterna del WC para evitar usar tanta agua en cada descarga. · Aprovecha las horas valle para poner en marcha los electrodomésticos que más consumen.
- Haz uso del punto limpio, ya que muchos ofrecen descuentos en los impuestos de basuras a modo de incentivo.
Si estás considerando hacer algún tipo de reforma o actualización en casa, es un gran momento para implementar otras medidas destinadas a mejorar la eficiencia energética de tu hogar como, por ejemplo, las instalaciones fotovoltaicas (o más conocidas como placas solares) o la domótica. Si es tu caso, recuerda que existen subvenciones nacionales, comunitarias y locales para fomentar el uso de energías limpias, así que no dudes en investigar a cuáles puedes acogerte y aprovecharlas con el fin de ahorrar un extra en la instalación.
2. Pon el freno a las compras impulsivas
¿Cuántas veces te ha pasado eso de estar mirando tus cuentas y decir “¿Y esto qué es?”? Luego, investigando un poco, nos damos cuenta de que ha sido cualquier tontería que compramos y de la cual ya ni nos acordábamos. Tiendas y puestecitos, centros comerciales, anuncios por las redes sociales, la cola de caja para pagar… Las compras impulsivas nos rodean, esperando a que piquemos. Por ello, es importante conocer cuáles son nuestros puntos débiles con el fin de reforzar nuestras defensas. Algunos de los mejores trucos para evitar este tipo de compras son:
- Asigna un presupuesto semanal/mensual para caprichos y trata de no sobrepasarlo.
- Elimina tu tarjeta de tu perfil de cliente de las principales tiendas en las que compras. Tener que volver a añadirla te hará pensar en si realmente vale la pena la compra.
- Lo mismo con tu móvil: elimina tu tarjeta de crédito de él si lo usas para comprar de forma impulsiva y recupera el hábito de sacar la tarjeta (y pensar por qué lo haces).
- Si acudes a lugares tentadores, contempla la opción de dejar las tarjetas de crédito en casa/coche y entrar solo con una pequeña cantidad de efectivo.
3. Implanta el periodo de reflexión con grandes compras
Todas nuestras compras deberían estar meditadas, especialmente aquellas que suponen un coste elevado para nuestra economía doméstica. Cambiar de móvil o la tele, comprar un nuevo ordenador o hacerse con un bolso caro son decisiones que no deberían tomarse así como así. Para evitar despilfarrar dinero y centrarnos en lo importante, los expertos recomiendan dejar un periodo de reflexión de una noche o unos días (dependiendo del valor). Si, tras ese tiempo, seguimos con la idea en la cabeza, es el momento de hacerle un hueco en tu presupuesto mensual y ahorrar hasta obtenerlo. Si lo has olvidado, es que no era tan importante.
4. Practica el viejo arte de la negociación
Renegociar los contratos con las compañías de suministros es una gran manera de reducir nuestro gasto. El caso más sencillo es en el del proveedor de internet, donde la existencia de múltiples operadores y marcas secundarias hacen que siempre puedas encontrar una mejor oferta. Puede que en ese momento no la estén anunciando, pero si crees que es el momento de cambiar, invierte las tornas y llámales tú a ellos para pedirles su mejor oferta. Algunas, incluso, se hacen cargo de pagar la penalización de permanencia. Esto no solo funciona con otras compañías, también con la nuestra (en este caso, eso sí, siempre y cuando no tengamos permanencia). Suele ser mucho más efectivo si les llamas con una oferta en firme de otra compañía, lo que les obligará a ponerse las pilas y mejorar aún más algunas condiciones.
Otro buen punto aquí es revisar los servicios que tienes dados de alta, ya que no sería la primera vez que alguien paga por algo que no usa. Mantenimientos de caldera anuales que no realizas, extras por aparatos de aire acondicionado que no tienes, canales de tele o líneas de teléfono que entraban una vez en promoción y luego acabas pagando, megas de más en tu tarifa móvil y un sinfín de detallitos que, con ligeros ajustes, suponen unos euros de menos en cada factura. Y es que cada poquito cuenta.
5. Pásate a la moda de la segunda mano y productos reacondicionados
Además de en comida, gran parte del gasto familiar se va en ropa y tecnología, a la cual cada vez damos un uso más efímero. Pero lo que para alguien no sirve, para otro puede ser un tesoro…y a mucho mejor precio. La economía circular se está imponiendo como una alternativa barata y sostenible a nuestro cada vez más caro ritmo de vida. Comprar ropa de segunda mano o aparatos tecnológicos reacondicionados no solo ya no tienen ningún estigma asociado, sino que son tendencia. Además de las clásicas tiendas de segunda mano, en la actualidad existen un montón de webs y apps que permiten comprar o deshacerse de aquello que no queremos a cambio de unos euros de una forma fácil, rápida y segura.
6. Aprovecha los artículos y eventos gratuitos o a precios populares
Tanto empresas con ganas de promocionarse como asociaciones, a menudo utilizan el reclamo de regalar o hacer un gran descuento a productos o servicios. Clases de gimnasia, conferencias, una nueva panadería que abre en el barrio… Existen un montón de lugares en los que estarán más que encantados de recibirte. Además también existen los grupos o páginas de comunidad donde, por ejemplo, madres donan cosas de bebés a madres primerizas. De hecho, hay tantas opciones que, a menudo, cuesta encontrar lo que nos interesa. Para ayudarnos, existen webs como Eventbrite y Meetup que son realmente útiles para encontrar aquello que necesitamos, así como hacer búsquedas por las principales redes sociales como Facebook o Instagram, en las que a menudo surgen espontáneamente páginas y perfiles gracias a la colaboración entre usuarios.
Otro gran lugar para disfrutar sin pagar son las bibliotecas. Aunque suenen a siglo XX, estos lugares se han modernizado un montón y en la actualidad ofrecen mucho más que libros. Películas en streaming, videojuegos, cursos en línea e, incluso, hasta entradas gratuitas para museos, exposiciones y jardines locales (los cuales, a menudo, también ofrecen entrada gratuita algún día del mes o si estás empadronado en la localidad).
7. Encuentra el momento perfecto para comprar y hazte con verdaderas gangas
Es normal que, pasado el tiempo, toque renovar algún mueble o electrodoméstico. Si lo ves venir, aprovecha los diferentes momentos del año en que hay importantes rebajas para realizar este tipo de compras. Las segundas rebajas (de febrero y agosto), el Black Friday, el Cyber Monday… Si vas con una idea clara de lo que necesitas, tardarás poco en cazar alguna ganga y ahorrar un buen pellizco en una compra necesaria.
¿No puedes esperar? Internet está lleno de posibilidades. Desde ofertas puntuales que puedes encontrar en diferentes webs o portales como Amazon hasta códigos descuento en determinados productos o servicios. ¿Cómo encontrarlos? Para ello tienes comparadores online, perfiles en redes sociales tanto de las marcas como de distribuidores e influencers y, por supuesto, la vieja confiable: Google. Añade a tus búsquedas con “código de descuento” “cupón de descuento” o “mejor precio” y deja que la magia suceda. Eso sí, asegúrate de comprar siempre en sitios de confianza.
Otro truco interesante para ahorrar -y del que ya hablamos en este blog- es el cashback, que te permite acumular un porcentaje de tu compra en forma de dinero y utilizarlo en futuras compras o, en algunos casos, recuperarlo al alcanzar cierta cantidad.
8. Elimina las suscripciones que no necesitas
Echa un ojo a tu alrededor y pregúntate cuánto tiempo hace que no usas todos esos servicios que tienes contratados de forma mensual. Gimnasio, clases de yoga, canales de pago, plataformas musicales, almacenamiento en la nube, herramientas online… Tenerlo todo es muy cómodo, pero no es barato. Así que corta con esos “Y si…” y prescinde de todos aquellos que ya no utilices. Si en el futuro los necesitas (o quieres), siempre puedes volver a contratarlos y, quizá, con alguna oferta extra que te permita ahorrar. Así que, ¿por qué seguirlos manteniendo?
Un consejo útil para estos casos es anotar en tu calendario los periodos de vencimiento. Muchos de ellos funcionan por renovación automática, por lo que tener un aviso unos días antes te permitirá evaluar con calma si merece la pena o no seguir pagando. Esto es clave si estás suscrito a algún servicio o evento deportivo porque eres fan de algún equipo o participante o si te has unido simplemente para ver una serie o película en concreto, ya que no son pocas las veces que sigue pagando una vez ha terminado lo que nos interesa.
9. Aprovecha el chef que llevas dentro para reducir tu gasto en comida
¿A quién no le gusta salir a cenar fuera, comer de menú o desayunar en el bar de abajo? Pero lo cierto es que preparando las comidas en casa nos podemos ahorrar un dineral a final de año. Un ahorro que puede ser doble si, además, ponemos atención a lo compramos. Ahí van unos consejos para ir al super o al mercado sin dejarse el dinero en tonterías extra:
- Indispensable: Acude a comprar con la lista de la compra hecha y cíñete al plan.
- Ahorra comprando a granel o piezas enteras. Por el precio de algunas bandejas de pechugas de pollo fileteadas puedes comprar el pollo entero.
- Evita el desperdicio de comida congelando o haciendo recetas de reaprovechamiento.
- En general, revisa siempre los productos de temporada y en oferta.
- Valora usar hortalizas o alimentos con envase dañado o aspecto feo siempre y cuando tengan mejor precio.
10. Revisa los seguros que tienes contratados
Muchas tarifas de seguros tienen la fea costumbre de subir cada año. Para asegurarte que no estás pagando de más, es aconsejable hacer una o dos veces al año comparativas rápidas de precios de nuestros seguros básicos. Si no estamos recibiendo la mejor oferta, no dudes en llamarlos, ya que puede dar lugar a ofertas inesperadas. Como también decíamos en el consejo no4, en estos casos siempre será más efectivo si llamas con otra propuesta en la mano, aunque aquí hay otra baza importante que puede jugar a nuestro favor: la antigüedad. Si disponemos de un buen historial en el que no hemos hecho demasiado uso de sus servicios, lo más probable es que sean más receptivos a mejorar nuestra oferta. Pero recuerda que todo esto no pasará si no tomas la iniciativa.
Más maneras de recortar tus gastos y mejorar tu ahorro
Como puedes ver, estos 10 consejos para ahorrar en nuestros gastos mensuales no son más (ni menos) que hábitos fáciles de incorporar a nuestra vida y que, con la suma de todos ellos, pueden llegar a generar un buen ahorro. Y recuerda que, si estás en familia, no estás solo. Implicar a todos los miembros de la casa no solo es una forma más rápida de alcanzar nuestro objetivo, sino que también es una valiosa lección financiera para todos.
Y si necesitas más técnicas o trucos de ahorro, así como información sobre cómo mejorar tus finanzas, estás en el lugar indicado. En ViveMásVidas puedes encontrar artículos de interés como formas de usar a Alexa para mejorar tus finanzas o cómo funciona el método FIRE para lograr la independencia financiera.