Esta cifra implica que los españoles estamos sufriendo mucho con la subida de los precios y que vivimos el presente más de lo que deberíamos.
De hecho, en el mes de noviembre, la inflación acumulada era todavía del 6,8%, un nivel muy lejano del 2% ideal. Esto se nota mucho en la partida de gastos fijos de una casa, pues pagamos más por los suministros y las necesidades del día a día.
Ahora más que nunca es cuando se necesita hacer un esfuerzo para ahorrar, aunque sea en pequeñas partidas, pues solo así cubriremos imprevistos y evitaremos males mayores y mejoraremos nuestra salud. Sí, nuestra salud, porque conseguir un cierto ahorro reduce la ansiedad y el estrés ante las previsiones económicas y financieras para 2023.
Por eso te dejamos hoy una lista de consejos que pueden ayudarte a reducir la factura y conocer cómo ahorrar dinero en casa y que te aporte tranquilidad. La idea es que valores cuál de estas iniciativas es más factible en tu economía familiar para que puedas aplicarla.
1. Revisar los gastos fijos mensuales
Es el momento de pensar si realmente necesitas afrontar todos esos pagos mensuales, desde suscripciones a gastos de transporte, ocio, etc. Hay que evaluar claramente qué es una necesidad y qué no; a qué estamos dispuestos a renunciar y a qué no. Y a qué cosas podemos renunciar a cambio de no renunciar a otras.
Por supuesto, hay que volver a mirar las marcas blancas y valorar si la fidelidad (marcas, tiendas, etc.) tiene premio o no.
2. Leer la letra pequeña de los contratos
Cuando la economía marcha bien nos permitimos dar por hecho el precio que pagamos por un servicio que solo utilizamos parcialmente. Por ejemplo, en el seguro del hogar es probable que tengamos servicios de bricolaje o mantenimiento (fontanería, carpintería…). Igual que en el seguro del automóvil o en otros que podamos tener. También podemos tener descuentos para la ITV, talleres u otros servicios que ni sabíamos que teníamos.
Echa un vistazo a todos estos contratos, que pueden tener premios escondidos. A veces, ahorrar es solo sacar el máximo partido de lo que ya tenemos.
3. Negociar posibles cambios en los suministros
Cambiar las empresas de los servicios básicos o, simplemente, dejar que nuestra compañía conozca que valoramos ofertas de la competencia puede generar descuentos que, aunque sean temporales, pueden beneficiar la economía familiar. Eso sí, ten cuidado con las ofertas temporales y asegúrate de cancelar los servicios gratuitos en el plazo correcto. Tampoco tenses demasiado la cuerda si no eres un cliente antiguo o con una elevada facturación.
4. Regatear
Siempre se ha regateado. Es una práctica habitual en todas las economías. Hemos perdido esa práctica por un motivo social, pues pensamos que está mal visto o que es una cosa de pobres. Sin embargo, es una práctica habitual en muchos países y no está de más que la recuperemos. Regatear no es cosa de pobres, sino de gente práctica y sensata.
Y regatear puede ser simple y llanamente, pedir varios presupuestos y comparar y enfrentar las ofertas y pedir explicaciones de unos precios y de otros.
5. Apoyarse en los círculos sociales
En las comunidades más pequeñas hay más colaboración porque hay más confianza. Bueno, pues podemos crear un círculo de confianza e impulsar una economía colaborativa con personas de nuestro entorno. Compartir coche, pedir o hacer favores y todo lo que se te ocurra.
6. Revisar los seguros y lo que nos cubren
Tener seguros es una forma de vivir más tranquilos. Pero ha llegado el momento de saber qué aseguramos y con quién. Agrupar los seguros en una misma compañía ahorra dinero y algunos seguros pueden incluirse en otros y reducir gastos. Por ejemplo, tu mascota puede estar cubierta en el seguro del hogar. Revisa prestaciones y precios sin renunciar a nada y no pagues de más.
7. Invertir en acondicionar tu vivienda
Si tu economía no te permite salir tanto como antes, vas a pasar más tiempo en casa. A lo mejor ha llegado el momento de mirar si hay subvenciones para ahorrar en algunas mejoras en la vivienda o en la comunidad. Hay muchas pequeñas reparaciones o instalaciones que ahorran dinero como poner burletes o faldones en las puertas o instalar termostatos.
8. Ahorrar en el consumo del hogar
Puedes dar un paso más en el ahorro si estudias con detenimiento los consumos de suministros que haces en tu vivienda. La lista es enorme:
- Cambiar las viejas bombillas por unas nuevas bombillas LED.
- Llenar lavadoras y friega platos antes de ponerlos.
- Limpiar los filtros del aire acondicionado, de la lavadora y el lavavajillas.
- Bajar la temperatura de salida del agua en el termo o de frío en la nevera.
- Cambiar la alcachofa de la ducha por una de bajo flujo y el pulsador de la cisterna por uno de menos consumo.
- Cocina de aprovechamiento incluyendo el congelado de restos.
- Desenchufar los electrodomésticos que tienen consumo fantasma, como los televisores.
9. Comer mejor o más barato
Trucos para ahorrar en la comida hay cientos. Por ejemplo, los que suponen una compra inteligente y un almacenamiento adecuado y que van desde hacer la compra con una lista cerrada o comprar ofertas que se puedan almacenar.
Maximiza las ventajas de las tarjetas de fidelización y los cupones, comparar precios y establecimientos cuidando de mirar bien los pesos y unidades en cada paquete, evitar el desperdicio de alimentos y gestionar bien las sobras, congelar los restos de comida, valorar las ofertas por fecha de caducidad inminente, pagar en efectivo y no con tarjeta o comprar a granel productos que se pueden compartir con familiares o amigos.
10. Ser un poco más verdes
Ser un poco más ecologista supone muchas veces convertirse en compradores más inteligentes.
- Los trucos de la abuela para quitar manchas o ahorrar siempre funcionan y tienes hasta libros (en bibliotecas) con ideas.
- Utiliza pilas recargables.
- Olvídate del café en cápsulas.
- Ten plantas útiles como las aromáticas.
- Recuerda dar la vuelta a los colchones.
- Lavar y planchar siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Comprar menos ropa pero de más calidad.
- Caminar más o pasarse a la bici, el patinete o el transporte público.
- Reutilizar y reciclar.
Ah, y no tengas vergüenza de pedir tus sobras en los restaurantes. Has pagado por esa comida y no hay por qué tirarla. Muchos de ellos ya está preparados y te lo preparan para llevar.
11. No es viejo; es vintage
La segunda mano ha vuelto si es que alguna vez se ha ido. Tienes muchas cosas que no utilizas, desde ropa a electrodomésticos que puedes vender. Y puedes comprar cada vez más cosas usadas con garantías. Ir al mercadillo puede ser divertido y hay muchas tiendas de productos revisados de segunda mano, incluso de electrónica.
Por último, recuerda que en las bibliotecas públicas no solo hay libros gratis, también hay películas y tienen muchos activos digitales (libros, audiolibros, películas, etc.) que pues descargarte sin tener que desplazarte. Y no olvides que hay grandes periodos de descuentos (rebajas) como antes y después de la Navidad o en las últimas semanas de verano.
En fin, que toda esta lista de consejos para ahorrar en 2023 resumen un poco otros que te hemos ido contando en 2022 y que pueden aliviar tus finanzas familiares para que vivas más vidas.
Sigue leyendo más sobre cómo ahorrar en nuestro blog de finanzas personales.
