No es raro que al abrir la factura de la luz te preguntes: ¿Por qué ha subido tanto?, ¿Qué significan estos conceptos?, o incluso, ¿Estoy pagando lo que debería? Pues bien, en este artículo vamos a desglosar los principales componentes de tu factura de electricidad para que esto no te vuelva a pasar. Además, incluiremos algunos consejos para que puedas entenderla mejor y gestionar mejor tu consumo. ¡Empecemos!
Estructura y conceptos de la factura de la luz
Entender cómo está estructurada tu factura es el primer paso para poder controlar lo que pagas y, en muchos casos, reducir el importe total. Aunque las facturas pueden variar ligeramente según tu compañía eléctrica, la mayoría de ellas contienen los mismos elementos. ¡Vamos a repasarlos!
1. Datos del titular y contrato
Esta es la parte más visible y es importante revisarla habitualmente. Aquí encontrarás tu nombre, el número de contrato, la dirección del suministro y otra información relevante sobre tu contrato. Estos datos son esenciales para cualquier reclamación o consulta que necesites hacer a tu compañía eléctrica:
- Número de contrato: identifica tu relación con la compañía eléctrica. Ten a mano este número si vas a realizar cualquier gestión de tu contrato.
- Dirección de suministro: es la dirección donde se está consumiendo la electricidad.
- CUPS: o Código Universal del Punto de Suministro, es un identificador único que se creó para que las compañías de energía, distribuidoras, comercializadoras y las administraciones puedan identificar cada suministro de manera precisa.
Potencia contratada
La potencia contratada es el máximo de electricidad que puedes utilizar al mismo tiempo. Se mide en kilovatios (kW) y determina, en parte, cuánto pagas en tu factura. Cuanta más potencia tengas contratada, más vas a pagar. Por lo tanto, es importante ajustar este valor a tus necesidades reales.
Por ejemplo, si en casa tienes muchos electrodomésticos funcionando al mismo tiempo, necesitas una potencia mayor. Sin embargo, si vives en un lugar pequeño, puedes optar por reducir tu potencia y ahorrar en tu factura. Revisa todos tus equipos, desde los más grandes hasta los más pequeños, incluso recargar el móvil impacta en tu factura de la luz.
2. Resumen de la factura
Energía consumida
Este apartado refleja cuánta electricidad has utilizado durante el periodo de facturación. Se mide en kilovatios hora (kWh) y es la parte más variable de la factura, ya que depende de tu consumo real. Si sueles consumir la misma energía de manera estable, nunca está de más compararla con tu potencia contratada por si necesitas ajustarla.
Financiación del Bono Social
La facturación por financiación del Bono Social es un pequeño cargo que verás en tu factura de la luz. Este sirve para ayudar a cubrir el coste del Bono Social, que es un descuento para personas que lo necesitan, como familias con pocos ingresos o pensionistas.
Aunque no te beneficies directamente de este Bono, todos los consumidores contribuyen con una parte a través de su factura, para que quienes lo necesiten puedan recibir ese descuento. Es una manera de repartir el coste entre todos los usuarios.
Tipos de impuestos
La electricidad está gravada con varios impuestos que pueden aumentar considerablemente el total de tu factura. Estos son los principales impuestos que deberías tener en cuenta:
- Impuesto de electricidad: es un porcentaje que se aplica sobre el importe total de la factura antes de impuestos. Actualmente, se sitúa en el 5,11%.
- IVA: en la actualidad, el IVA aplicado a la electricidad en España es del 10%, aunque puede variar en situaciones excepcionales o cambios normativos.
Alquiler de equipos en la factura de la luz
En la mayoría de los hogares, el contador no es propiedad del usuario, sino de la compañía eléctrica. Por este motivo, en tu factura verás un cargo adicional por el alquiler del equipo de medición, que normalmente es el contador. Este importe suele ser bajo, pero es un coste que debes tener en cuenta.
Peajes de acceso y otros servicios
Los peajes de acceso son otro de los conceptos que verás en tu factura. Estos cargos se destinan a cubrir los costes de transporte y distribución de la electricidad, es decir, lo que cuesta llevar la energía desde las centrales hasta tu hogar. Estos peajes están regulados por el gobierno, por lo que todas las compañías deben incluirlos en sus facturas.
También pueden aparecer otros servicios, como el mantenimiento, que algunas compañías ofrecen de forma opcional. Es importante revisar si realmente estás utilizando estos servicios y si te merece la pena mantenerlos o cancelarlos para reducir el importe total.
3. Origen y eficiencia de la energía
Además de los gastos de la factura, las distribuidoras también te facilitan el origen de la electricidad. Si te importa lo verde que es tu electricidad, este será un apartado a consultar sí o sí.
Podrás conocer qué porcentaje de la energía proviene de cada fuente: renovable, cogeneración de alta eficiencia, gas natural, carbón, fuel o nuclear.
También podrás consultar el impacto ambiental de tu distribuidora. Algunas de ellas incluyen sus emisiones de CO₂ asociadas a la generación de la electricidad que has consumido. Si la comercializadora usa energía nuclear, la factura podría informar sobre la cantidad de residuos radiactivos generados por la electricidad que consumes.
Factores que influyen en el precio de la luz
Entender tu factura es fundamental, pero también es clave conocer los factores que pueden hacer que el precio de la electricidad suba o baje. Algunos de estos factores están fuera de tu control, pero nunca está de más conocerlos para no tener un susto al abrir la factura.
Coste fijo y coste variable
Es esencial que entiendas la diferencia entre los costes fijos y los costes variables de tu factura. Los costes fijos no dependen de tu consumo y los pagarás siempre, independientemente de cuánta electricidad utilices. En cambio, los costes variables aumentan o disminuyen en función de tu consumo.
- Coste fijo: incluye la potencia contratada y otros cargos fijos y tasas vinculadas al mantenimiento de la red eléctrica.
- Coste variable: está relacionado con el consumo de energía en kWh y su precio en el mercado.
Mercado regulado y mercado libre
En España existen dos tipos de mercado eléctrico: el mercado regulado y el mercado libre. En el primero, los precios están regulados por el Gobierno y suelen variar según la hora del día, mientras que en el mercado libre, las compañías ofrecen diferentes tarifas y condiciones.
Si estás en el mercado regulado (PVPC), los precios cambian cada hora en función de la oferta y demanda de electricidad en el mercado mayorista, lo que conocemos como tarifa variable. En cambio, en el mercado libre, puedes negociar una tarifa fija con tu compañía, lo que te puede ofrecer más estabilidad.
Tipo de tarifa contratada: los famosos tramos
En el caso de tener tu contrato vinculado al mercado regulado, el importe que pagas por la energía consumida suele estar dividido en distintas tarifas. La idea de esta discriminación horaria es sobresaturar los momentos de mayor demanda eléctrica.
Si logras mover tu consumo de electricidad de las horas de alta demanda a las de menor demanda, obtendrás un precio más bajo, ya que en esos momentos la producción y distribución de electricidad es más económica. Los horarios son los siguientes:
- Horario Valle: desde la medianoche hasta las 8h de la mañana entre semana, y durante todo el día los fines de semana y festivos. Es el momento en el que la electricidad es más barata.
- Horario Llano: este horario se divide en tres momentos a lo largo del día de lunes a viernes. Por la mañana de 8h a 10h, por la tarde de 14h a 18h y por la noche de 22h a medianoche. Aquí, el precio de la electricidad es moderado.
- Horario Punta: El horario punta cubre dos franjas horarias, también solo de lunes a viernes. Son de 10h a 14h y de 18h a 20h. En estas horas, la electricidad es más cara.
Estacionalidad y demanda energética
La demanda energética varía a lo largo del año, y esto afecta directamente al precio de la electricidad. Durante el invierno, el uso de calefacción eléctrica dispara el consumo, lo que suele hacer que el precio suba.
Del mismo modo, en verano, el uso masivo de aires acondicionados puede hacer que el precio de la luz también se incremente en periodos puntuales como en olas de calor.
A causa de esta variabilidad, es posible que en tu factura aparezca un gasto imprevisto. Si no dispones del dinero suficiente, puedes considerar pedir un préstamo para cubrir el costo. Mientras tanto, investiga si el tipo de contrato es el más beneficioso para ti.
Energías renovables y fuentes de energía
¿Recuerdas el apartado de tu factura sobre el origen de la electricidad? La proporción de energías renovables en el mix energético también influye en el precio.
Cuando hay más energía renovable disponible (como en días soleados o con mucho viento), el precio de la electricidad tiende a bajar. Sin embargo, cuando hay menos disponibilidad de renovables, se recurre a fuentes más caras, como el gas, lo que puede hacer que el precio aumente.
Consejos para ahorrar en tu factura eléctrica
Ahora que ya entiendes mejor cómo funciona, vamos a ver algunos trucos sencillos que puedes aplicar para reducir el importe total.
- Ajusta la potencia contratada: como hemos mencionado antes, la potencia contratada es un coste fijo que puedes controlar. Si crees que tienes contratada más potencia de la que realmente necesitas, revisa tu consumo y ajusta este valor.
A veces, bajar un nivel en la potencia contratada puede suponer un ahorro considerable a largo plazo, pero no te enfoques solamente en la eléctrica, también hay formas de ahorrar en la factura del gas que deberías tener en cuenta.
- Aprovecha las horas valle: si estás en una tarifa con discriminación horaria, aprovecha las horas valle para realizar las actividades que más energía consumen, como poner la lavadora o el lavavajillas. Programar estos electrodomésticos para que funcionen durante las horas de menor coste es una de las formas más efectivas de reducir tu factura.
- Revisa tus electrodomésticos: los electrodomésticos eficientes consumen menos energía, por lo que cambiar algunos de los más antiguos por modelos más eficientes puede suponer un ahorro significativo en tu factura a largo plazo. Además, asegúrate de que tus electrodomésticos están en buen estado y realiza un mantenimiento regular para que funcionen de manera óptima, de lo contrario, podrías encontrarte con muchos gastos fantasma en tu factura.
- Aprovecha las ayudas y subvenciones: en algunos casos, puedes beneficiarte de ellas para mejorar la eficiencia energética de tu hogar, como la instalación de placas solares o la mejora del aislamiento.
Una de las ayudas que hemos comentado es el Bono Social de Electricidad que ofrece el gobierno. Consulta la web del gobierno para saber si optas a este tipo de ayuda.
Preguntas frecuentes sobre la factura de la electricidad
Puede ser un tema confuso, por eso te dejamos las respuestas a las preguntas más comunes sobre la factura de la luz, para ayudarte a entender mejor tu consumo y cómo optimizarlo. ¡Allá van!
¿Qué puedo hacer si creo que mi factura es incorrecta?
Si crees que tu factura es incorrecta, lo primero que debes hacer es revisar todos los conceptos detalladamente. Si aun así consideras que hay un error, ponte en contacto con tu compañía eléctrica para reclamar. Ten a mano tu número de contrato y una copia de la factura para facilitar el proceso.
¿Cómo puedo saber si mi tarifa es la adecuada para mí?
Para saber si tu tarifa es adecuada, revisa tu consumo en diferentes horas del día y compáralo con los precios de las diferentes tarifas disponibles. Si consumes más electricidad en las horas punta, quizás te convenga cambiar a una tarifa con discriminación horaria.
Entender la factura de la luz es clave para poder controlar tu consumo y ahorrar dinero cada mes. Ahora que conoces los conceptos principales de la factura, estás más preparado para gestionar tus finanzas. Si te ha sido útil este tipo de consejos, no dudes en visitar el resto de contenidos de nuestro blog.
