No es ninguna noticia: el precio de la luz lleva años creciendo sin descanso. Algo que, en la actualidad, supone un quebradero de cabeza para muchas economías domésticas. Sin embargo, no se trata únicamente de procurar no dejarnos la luz abierta. Los electrodomésticos domésticos son los principales responsables del gasto energético de cualquier hogar. Profundicemos en los principales, en el coste que nos ocasionan cada mes y en cómo optimizar todo este gasto.
Los 5 electrodomésticos que más consumen en casa
Conocer cuánto gastamos es el primer paso para empezar a hacer un uso más eficiente de nuestros recursos y, por tanto, conseguir reducir -o al menos controlar- el gasto. Veámos, por tanto, cuáles son los electrodomésticos domésticos que más gastan al año.
1. La nevera, el electrodoméstico que más consume
La nevera es uno de los gastos a tener en cuenta a la hora de planificar una economía familiar exhaustiva. No solo porque hay que llenarla regularmente, sino que debe estar en funcionamiento durante 24 horas los 365 días del año. Eso hace que, a pesar de no ser el electrodoméstico de casa que más consume por hora, sea el que más gasto genera a final de mes.
Supone, de media, más de un 20% de la factura de la luz y su consumo suele estar por encima de los 500 kWh anuales. Sin embargo, los nuevos modelos, mucho más eficientes, pueden suponer un importante ahorro. De hecho, si estás pensando en cambiar algún electrodoméstico por otro nuevo más eficiente, la nevera es la compra que, a la larga, te generará más ahorro en la factura de la luz.
Si necesitas una pequeña ayuda para cambiar tu nevera ya puedes hacer uso de un préstamo personal, que te ayudará a financiarla de una manera fácil, cómoda y flexible sin necesidad de cambiar de banco ni pagar cuotas de apertura.
2. La lavadora, otro electrodoméstico clave en la factura
La lavadora es otro de los imprescindibles en cualquier hogar, pero también uno de los electrodomésticos que más consumen. Lo usamos mucho menos que la nevera. De media, se estima que un hogar la tiene en marcha 30 horas al mes, lo que traduce en un consumo de 255 kWh o, dicho de otra manera, algo más del 10% de nuestra factura.
En el caso de la lavadora, sin embargo, los consumos pueden variar dependiendo de muchos factores. El uso de agua caliente, altos centrifugados o programas largos hacen que el consumo energético crezca. De hecho, el lavado y el aclarado consumen más del 80% de la energía utilizada por una lavadora.
Otro factor importante a tener en cuenta a la hora de calcular costes de consumo es el uso de agua que hace la lavadora. Por lo general, suelen emplear un mínimo de 40 litros, pudiendo llegar hasta 60. Y si dispones de secadora y la utilizas en cada lavado, prepárate para prácticamente doblar el gasto eléctrico.
3. El lavavajillas, un lujo de electrodoméstico que puede tener un alto precio
El lavavajillas -o friegaplatos- es otro de los aparatos electrónicos del hogar que más consumen. Su gasto energético es, de media, ligeramente inferior al de una lavadora y, por norma general, se utiliza algo menos que esta. Aún así, su uso suele suponer un 8% del coste total de la factura de la luz.
Aquí, evidentemente, también debemos tener en cuenta factores como los programas que usamos y la eficiencia energética del lavavajillas, que pueden elevar o reducir el gasto.
En cuanto al agua y el eterno debate de si lavar los platos a mano o con lavavajillas. A no ser que gestiones muy bien el agua, lo más común es que el gasto de agua sea mayor fregando a mano. Especialmente si contamos con programas Eco. ¿Pero y si aclaramos los platos antes de introducirlos en la máquina? ¿Y si tenemos en cuenta también el ahorro eléctrico que supone fregar a mano? Estas preguntas pueden hacer decantar la balanza para un lado o para otro. Evalúa los pros y contras de tu caso particular y toma tu decisión haciendo siempre un uso eficiente de los recursos, especialmente del agua.
4. Los hornos, otro motivo por el que las facturas se ponen al rojo vivo
Preparar un pescado, divertirse haciendo repostería o simplemente hacer una pizza un día que llegamos tarde y no queremos cocinar… El horno es, para muchos, un electrodoméstico indispensable para el día a día. Pero su versatilidad y practicidad tiene un alto coste: 230 kWh, aproximadamente.
Como con el resto de electrodomésticos, su uso hará que su coste suba. Tiempos de uso, temperaturas, pérdidas de calor… Todos estos detalles no harán más que vaya subiendo, céntimo a céntimo, lo que pagamos a final de mes.
5. Las vitrocerámicas y su consumo
Nevera, horno…y vitrocerámica. La cocina es, de largo, la estancia que más consumo eléctrico genera. En el caso de las vitrocerámicas, ofrecen grandes ventajas como la gran facilidad a la hora de limpiarlas u olvidarnos de otros consumos como el gas, pero su uso acarrea un alto consumo eléctrico. Se estima que un hogar medio consume en vitrocerámica entre 100 y 150€ al año, un 20% menos si usan un modelo de inducción. Si estás pensando en hacerte una cocina nueva, quizá te interesa saber con qué tipo de cocina ahorras más.
Este elevado coste de electricidad de las vitrocerámicas puede sorprender, especialmente si tenemos en cuenta que, pese a utilizarlas a menudo, no lo hacemos durante mucho tiempo. La respuesta a este por qué se halla en los tramos. Las horas en las que solemos cocinar suelen coincidir con tramos medios y altos en el precio de la electricidad, lo que sin duda debemos tener en cuenta a la hora de utilizar este y cualquier electrodoméstico.
¿Qué pasa con el consumo eléctrico del televisor?
La televisión, por norma general, no es un electrodoméstico que tenga un gran consumo por hora. Además, en la actualidad, existen modelos ultraeficientes que bajan el consumo drásticamente. Pero hay dos grandes peros en el caso que pueden hacer que nuestra factura suba: las pulgadas y el tiempo de uso.
En primer lugar, el auge de los televisores planos y smart tv ha hecho que cada vez optemos por televisores más grandes, lo que lógicamente supone un mayor consumo eléctrico en comparación de uno de menor tamaño. Por otro lado, como es lógico, cuanto más utilicemos la tele, más gastará. Esto es especialmente relevante en hogares donde se dejan los televisores encendidos mientras realizamos otras cosas.
3 pasos para saber cuánto consumen y qué gasto suponen tus electrodomésticos
Los datos que hemos visto hasta ahora pueden ser de ayuda a la hora de hacerte una idea general de cuál es tu consumo, sin embargo el tipo de electrodomésticos que tengas y el uso concreto que les des marcará un mayor o menor gasto. Si quieres saber cuál es el consumo exacto de los electrodomésticos de tu hogar solo debes seguir estos pasos.
1. Consulta la potencia de cada electrodoméstico
Cada electrodoméstico demanda de una potencia eléctrica determinada para funcionar, pero esta puede variar enormemente en función de la marca y el modelo. Para conocer el consumo exacto de tu casa es clave que conozcas la potencia de cada aparato que tengas conectado.
Para ello lo mejor es consultar el manual del fabricante o hacer una búsqueda por internet especificando bien el modelo. El dato que necesitas buscar está indicado en kilovatios/hora (kWh). Como modo alternativo puedes usar un vatímetro, un pequeño aparato que te permitirá realizar lecturas reales de cada uno de los electrodomésticos de manera fácil y segura.
2. Calcula el gasto energético de cada electrodoméstico
Conociendo la potencia por hora, simplemente debemos multiplicarla por las horas de uso de cada electrodoméstico, aunque cuidado: la gran mayoría siguen consumiendo cuando están en reposo. Revisa también el consumo en stand-by y multiplícalo por las horas restantes.
Es recomendable ir anotando el gasto energético de cada electrodoméstico en un papel u hoja de cálculo, ya que nos ayudará a operar con mayor claridad y nos ofrecerá una mejor visión.
3. Traduciendo el consumo en dinero
Ya conocemos las cifras globales y en detalle del gasto energético que suponen nuestros electrodomésticos pero, ¿cuánto dinero supone? La respuesta variará en función de la zona en la que residas, la compañía que tengas contratada y las horas en la que hagas uso, ya que recuerda que existen diferentes tarificaciones para las distintas franjas horarias.
Lo más sencillo en estos casos es echar un ojo a nuestra última factura para saber los precios con los que operas y aplicarlos a tu consumo, algo muy fácil de hacer con una hoja de cálculo.
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Consejos para ahorrar en el consumo de electrodomésticos
Ahora que ya conocemos a los principales causantes de que las facturas de suministros se disparen, es hora de ver cómo podemos minimizar el golpe con algunas recomendaciones para gestionar el consumo eléctrico.
Usa los electrodomésticos con cabeza
En gran parte, la eficiencia de los electrodomésticos depende del uso que les damos. De nada sirve tener una nevera con certificación energética A+++ si la estamos abriendo y cerrando cada cinco minutos. En este sentido, es importante respetar las normas que dictan los fabricantes y seguir ciertas pautas básicas para lograr el máximo ahorro.
- Nevera: No la llenes demasiado ni coloques alimentos calientes en ella, asegúrate de que cierra correctamente, no la abras constantemente o la dejes abierta durante un largo periodo ya que puede llegar a perder hasta un 7% de energía, evita la proliferación de fragmentos de hielo en el interior y, siempre que sea posible, evita situarla en lugares donde el sol u otra fuente de calor incida directamente sobe ella..
- Lavadora: Optimiza el llenado del tambor acercándote siempre lo máximo al peso de carga especificado por el fabricante, prioriza el uso de programas cortos y agua fría, limita el uso de secadoras a épocas clave y asegúrate de mantener limpios los filtros.
- Lavavajillas: Elige bien el programa y la carga, coloca bien todos los platos y cubiertos, realiza el aclarado retirando la suciedad con un papel en lugar de usar agua y revisa el estado de los filtros y el sumidero.
- Horno: Evita pérdidas de calor revisando el estado de las gomas y cierres, así como no abras constantemente la puerta mientras está encendido, cocina alimentos cortados en trozos más pequeños o precocina algunos alimentos como verduras para reducir el tiempos de uso, utiliza el calor residual para terminar las cocciones o poner a punto otros alimentos como, por ejemplo, el pan.
- Vitrocerámica: Aprovecha el calor ya sea con el uso de tapas o mediante el calor residual, usa el fuego del tamaño necesario y menaje a su medida, coloca ollas y sartenes en la posición correcta para garantizar que el calor llega de la mejor manera y, por último, desconecta la vitro cuando no la usas.
Cuidado con los consumos vampiro de los electrodomésticos
El reloj del horno o el microondas, el piloto rojo que marca que la televisión está en stand-by, Alexa… Si ponemos atención, estamos rodeados de aparatos electrónicos que, aún estando sin utilizar, siguen consumiendo una pequeña cantidad de energía para mantener alguna de sus funciones básicas. Es lo que conocemos como vampiros electrónicos o consumos fantasma.
Debes tener en cuenta que aunque su consumo individual no es muy alto, muchos de ellos permanecen así las 24 horas, lo que a la larga supone un sobrecoste o, como algunos expertos les denominan, gastos hormiga. Se estima que en total pueden suponer entre un 5 y un 16% de tu factura de la luz. ¿Cuántos de ellos tienes enchufados que no utilizas nunca? ¿Desenchufas aquellos que no vas a utilizar en un tiempo? Hacerte estas preguntas puede ayudarte a ahorrar unos euros a final de mes gracias a una gestión más eficiente del consumo de nuestros electrodomésticos.
Si no quieres o puedes enchufar y desenchufar todos los aparatos cada vez que los uses, a día de hoy existen múltiples opciones que te pueden ayudar. Desde clásicas regletas que permiten conectar o desconectar diferentes electrodomésticos con un clic hasta enchufes inteligentes que puedes controlar con un mando o desde tu móvil. Incluso a día de hoy existen aparatos que facilitan la gestión del modo reposo a través de su configuración e, incluso, dispositivos para ahorrar energía.
Aprovecha roturas para seguir haciendo tu hogar más eficiente
Debido a la preocupación generalizada por el creciente uso energético en todos los ámbitos de nuestra sociedad, cada vez más fabricantes de electrodomésticos apuestan por el desarrollo de modelos capaces de hacer lo mismo o más con mucha menos electricidad (y/o agua). En la práctica, hacer uso de electrodomésticos con las nuevas etiquetas de eficiencia energética supone interesantes ahorros a largo plazo, pero también un gasto a la hora de comprarlos.
Antes de empezar a invertir en nuevos electrodomésticos, conviene pensar en los costes. Por ello, es recomendable esperar al momento de que uno de ellos empiece a presentar problemas para cambiarlo por un modelo con una certificación energética mayor. Aprovechar que se ha fundido una bombilla para poner una LED de bajo consumo, elegir una nueva lavadora siempre y cuando la vieja ya no tenga reparación… Este tipo de consumo, mucho más eficiente y sostenible, no solo nos evitará despilfarros innecesarios, sino que también nos permitirá ahorrar antes de que llegue el momento de realizar cualquier gasto.
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