Así, el Kakebo es una metodología enfocada a conseguir tener tus gastos bajo control y gestionarlos con mayor libertad. Esto te ayudará a alcanzar tus objetivos de ahorro, a controlar también tus ingresos, y a hacerte más consciente de los recursos que utilizas diariamente en tu economía doméstica. El método nació en Japón en 1904 y desde entonces ha ayudado a millones de familias. ¿Empezamos?
Explicación del método Kakebo
Lo más interesante de Kakebo es que es realmente sencillo. Lo único que necesitas es una libreta para apuntar, constancia y fuerza de voluntad. En la libreta se anotan todos los ingresos y gastos diarios, a la vez que se fijan ciertas metas de ahorro que quieras alcanzar. Pueden ser grandes o pequeñas, lo que sientas que te resulta más fácil. Y lo puedes dividir en días, semanas o incluso en trimestres para hacer los cálculos según prefieras. Lo que de verdad importa es anotar todos los gastos, por pequeños que sean, como los gastos hormiga.
Para conseguirlo, puede ser de ayuda adoptar la costumbre de guardar todos los tickets de compra. Al final del día, vas anotando todos los gastos para tener constancia de lo que gastas realmente. Y así con todo. Si sales a comer, a tomar algo con tus amigos o te das un capricho…
El objetivo final de todo esto es tener un mayor control sobre a qué dedicas tus ingresos. Y sobre todo, que esto te permita empezar a ahorrar regularmente. Para ayudarte en tu objetivo de ahorro, puedes marcarte a principios de mes la cantidad que deseas ahorrar. ¡Cuando acabamos de cobrar nos sentimos más optimistas! Una vez hayas fijado la cantidad, con Kakebo puedes ir viendo qué aportación haces diaria, semanal o mensual.
¿Y si ahorraras un euro al día? ¿O quince a la semana?
Crea tus categorías de gastos
Al anotar todos los gastos en la libreta, otra cosa importante es separarlos por las cuatro categorías que establece el método:
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Supervivencia:
Aquí van, en general, los gastos fijos que puede tener una familia a lo largo de un mes y que son indispensables. Se incluyen gastos de vivienda, luz y alimentación, por ejemplo.
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Ocio y vicio:
En esta partida se deben anotar todos los gastos que se consideran fuera de lo obligatorio. Por supuesto, algunas de las actividades que hacemos no son obligatorias para sobrevivir. ¡Pero sí son importantes para disfrutar de nuestra vida y nuestro tiempo! En esta línea, se incluyen comidas fuera de casa, gastos en actividades deportivas (como el gym), y compras adicionales (como esas zapatillas nuevas o el último juego que han sacado para la Play).
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Cultura:
El método Kakebo distingue el ocio de la cultura. En este caso, anotaremos todos los gastos que se relacionen con las experiencias que nos enriquecen en este campo. Por ejemplo, gastos en libros, entradas de cine o teatro, clases, cursos online y todas las formaciones que hagamos.
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Extra y otros:
Por último, el cajón de sastre del método Kakebo. En esta partida, se toma nota de los gastos que no entran en las otras categorías. Pueden ser los regalos, los típicos imprevistos del día a día o todos los gastos que no sepas dónde colocar en la tabla.
Como ves, el método pide rigurosidad y constancia a la hora de anotar todos los gastos. Aunque al principio pueda parecer un poco tedioso, ¡no desistas! En cuanto lleves un par de semanas le habrás cogido el truco. Y al ver que empiezas a ahorrar, hasta le cogerás el gusto. Además, la constancia será lo que te permita ver dónde te excedes y dónde puedes tomar medidas para gestionar mejor tu dinero.
¿Ahorrar parece un poco difícil?
Bien aplicado, nos ayuda a identificar incluso los gastos más pequeños. Aquellos gastos de cuyo volumen a menudo no somos conscientes, como pueden ser los cafés que tomamos fuera de casa. El mero hecho de tener en cuenta todos los gastos, hace que ninguno pase desapercibido. Y cuando nos hacemos conscientes, entonces podemos elegir en qué seguir gastando, en qué gastar menos y en qué dejar de hacerlo.
Seguro que tienes muchos deseos y planes que cumplir en tu lista. Revísalos y encuentra un buen motivo para mantenerte fuerte en tu compromiso con el ahorro. ¡Puedes hacerlo!
Un ejemplo práctico
Para que este método se entienda mejor, te mostramos un ejemplo práctico:
Una familia con ingresos de 1.500€ al mes comienza a anotar sus gastos mensuales (hipoteca, suministros, compra, etcétera), y establece un objetivo de ahorro de 200€. A final de mes comprueba que no ha conseguido su objetivo, solo ha ahorrado 100€. Así puede revisar sus gastos para ver qué puede cambiar para llegar el próximo mes.
Al hacerlo, se da cuenta de que los gastos en carnicería son demasiado elevados. A partir de ahora será consciente y tomará medidas para reducir gastos cuando vaya a comprar carne. La próxima semana, se da cuenta de que ha conseguido reducir el gasto en carne 10€ y en lugar de gastarlos en otra cosa decide ahorrarlos.
¿Estás preparado/a? Si quieres, puedes descargarte alguna plantilla que te sirva de ayuda para empezar ahora mismo. Anímate a ahorrar al estilo japonés ¡a final de mes agradecerás el esfuerzo!
Sigue leyendo más trucos para ahorrar en nuestro blog de finanzas personales.