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Las 6 mejores formas de ahorrar según la ciencia

Mujer haciendo cálculos para ver su situación económica y ver cuanto ahorra

Que a los españoles nos cuesta ahorrar no es ningún secreto, pero también es cierto que la situación económica que atravesamos tampoco ayuda. Si a ti también te cuesta cada vez más guardar un poquito de dinero a fin de mes, te explicamos cuáles son las mejores formas de ahorrar según los científicos.

Que a los españoles nos cuesta ahorrar no es ningún secreto, pero también es cierto que la situación económica que atravesamos tampoco ayuda. Si a ti también te cuesta cada vez más guardar un poquito de dinero a fin de mes, te explicamos cuáles son las mejores formas de ahorrar según los científicos.

No eres tú, es tu cerebro. Esta es una de las conclusiones obtenidas de los múltiples estudios que analizan cómo funciona el ahorro a nivel mental. Y es que a nuestro cerebro no le gusta guardar dinero para crear un colchón financiero. Pensar en el futuro de una forma concreta no está entre sus instintos, lo que hace que eluda las funciones relacionadas con dicha tarea. Vamos, que para ahorrar tenemos que poner mucho más que nuestros cinco sentidos. Pero hay buenas noticias, la ciencia nos indica algunos atajos para que sea un poquito más fácil. 😉

Estas son las 6 mejores formas de ahorrar según los científicos 

Si exageramos un poco podríamos decir que ahorrar va contra la naturaleza de nuestro cerebro. Para conseguir hacerlo, a grandes rasgos, debemos simplificar el proceso mental que exige el ahorro o, por el contrario, poner barreras al gasto inconsciente para, poco a poco, ir interiorizando el proceso e ir incorporándolo a nuestra vida de forma natural. Según diferentes estudios científicos, estas son las mejores maneras de lograr ahorrar a largo plazo:

1. Diseñar un plan de ahorro simple, pero claro

La planificación son los cimientos de un ahorro efectivo, pero… ¿son sólidas tus bases? Lo más habitual a la hora de establecer objetivos es fijarse diferentes metas de ahorro como, por ejemplo, la entrada para una hipoteca, un coche nuevo o unas vacaciones. Pues esto, según la ciencia, no es el mejor camino.

Los amplios estudios sobre la voluntad y el autocontrol del especialista americano en psicología social Roy Baumeister determinaron que a la hora de ahorrar es mejor tener un único gran objetivo. Contar con múltiples partidas a las que destinar nuestro ahorro hace que la probabilidad de fracaso aumente considerablemente en todas ellas.

Otro error que solemos cometer es que somos muy poco precisos a la hora de definir objetivos, lo que no ayuda a motivarnos. Para echarnos una mano en este sentido, los especialistas recomiendan emplear la metodología SMART en la definición de objetivos. Se llama así porque sus siglas nos dictan cómo debe de ser nuestra meta financiera:

  • Específica (Specific): ¿Qué quiero conseguir exactamente?
  • Medible (Measurable): ¿Cuánto necesito en concreto?
  • Alcanzable (Achievable): ¿Puedo llegar a conseguirlo?
  • Realista (Realitic): ¿Cómo puedo abordarla mes a mes?
  • Temporal o limitada en el tiempo (Time-bound): ¿Cuándo lo quiero conseguir?

Siguiendo estas pautas, deberíamos cambiar un “quiero ahorrar para unas vacaciones” por “quiero ahorrar 3.000 € para poder viajar 20 días a Tailandia el agosto del año que viene, por lo que tendré que ahorrar 250 € al mes”

2. Establecer presupuestos para el día a día 

Ir al súper, salir a comer fuera, irse de vacaciones… Existen gastos habituales que, ya sea por H o por B, no podemos evitar. Pero lo que sí podemos hacer con ellos es controlarlos. ¿Cómo? Mediante presupuestos. Si ya cuentas con una mínima planificación financiera es probable que ya destines un porcentaje de tus ingresos a cada cosa, pero esto es solo el primer paso y conviene mirar en detalle.

Los especialistas recomiendan analizar nuestro consumo en busca de aquellas “trampas” que nos hacen gastar de más. Aquí la lista es interminable: productos que compramos que se acaban tirando, comprar cosas simplemente porque están en oferta, pedir vino y dejar siempre la botella a medias, abusar de los postres, coger siempre algún producto de conveniencia en la cola del súper… Ok, ahora que ya somos conscientes toca poner fin a estos hábitos haciéndolos desaparecer del presupuesto.

El último paso es aplicar la fuerza de voluntad y cumplir con lo que nos hemos propuesto. Así pues, si tenemos previstos 25 € por persona para una cena o 60€ para la compra, aprovéchalos bien y gastalos, pero no te pases de esa cifra.

3. Reducir el uso de las tarjetas en pro del efectivo, una de las mejores formas de ahorrar

Son más cómodas, seguras y manejables, pero también pueden hacernos gastar más. Y no lo decimos nosotros, sino que lo afirman diversos expertos. Según los estudios, el método de pago utilizado es un factor determinante a la hora de gastar.

¿Los motivos? Por su operativa, las tarjetas nos desconectan de la idea tradicional que tenemos de gestionar dinero. El cobro va directo a una cuenta y en la mayoría de los casos no vemos a tiempo real el gasto que supone. Además, el funcionamiento de las tarjetas de crédito o de débito con cobro diferido hace que la llegada de los gastos se demore, creando una falsa sensación sobre nuestra situación financiera que puede pagarse cara a fin de mes.

Vemos como una persona le da 10 euros a otra

Aunque sea más engorroso, usar efectivo es una de las mejores formas de ahorrar. La necesidad de ir al cajero nos obliga a ser más reflexivos y a planificar el gasto antes de comprar, eliminando de la ecuación gastos superfluos que puedan ir apareciendo por el camino.

También es una excelente fórmula para controlar los presupuestos que hemos comentado en el apartado anterior, evitando así el poder pasarnos de la raya. Además, según los expertos, el sentimiento de dividir o cambiar un billete supone un freno mental mucho más potente que el que ofrece pasar la tarjeta. Por último, es más que probable que vuelvas con cambio a casa, algo que sin duda vamos a aprovechar… 😉

4. Intentar no guardar los datos de las tarjetas en nuestros dispositivos

Junto con la pandemia, las compras online han revolucionado el uso de las tarjetas de crédito y débito. Algo que, por si fuera poco, se ha visto multiplicado exponencialmente con el asentamiento del smartphone en nuestras vidas. Ya no es nada raro que tengamos los datos de nuestras tarjetas guardadas en el navegador o en el móvil, haciendo que pagar sea tremendamente fácil.

¿Cómo evitar esto? Eliminando los datos de pago almacenados en navegadores, webs y apps de compra, priorizando siempre aquellos lugares donde realizamos más compras innecesarias (apps de ropa, bazares como Amazon…). Así, cada vez que queramos comprar algo, tendremos que introducir de nuevo los datos de nuestra tarjeta. El mero hecho de sacar el plástico e introducir toda la numeración es un esfuerzo que inconscientemente nos hará valorar si merece la pena la compra, algo que aumenta si estamos por casa y tenemos la tarjeta lejos.

En resumen, si queremos ahorrar es mejor no hacer uso de algunas comodidades que nos ofrece la tecnología y revivir el incómodo momento de poner nuestra tarjeta. Además, no guardar nuestras tarjetas en ordenadores y móviles es una de las formas más seguras de operar con nuestro dinero de forma online, ya que si la tenemos guardada sus datos podrían ser expuestos si acceden o sustraen nuestro terminal.

5. Automatizar el ahorro mediante transferencias 

Seamos sinceros: ahorrar cuesta. A veces porque esperamos a fin de mes y no siempre se puede, otras porque no nos acordamos de hacer el gesto de llenar la hucha… Esto hace que, a la larga, nuestros ahorros no crezcan como queremos, generando frustración. ¿Te suena? Pues todo esto pasa, según indica el profesor Perry Wright de la Universidad de Duke, porque ante la decisión de gastar o ahorrar nuestro cerebro siempre elegirá la primera opción. Pero no te preocupes, porque todo esto es fácilmente solucionable con un par de clics.

Los especialistas subrayan el método de programar transferencias destinadas al ahorro como uno de los mejores métodos para ahorrar de una forma eficaz, ya que elimina ese momento en el que nuestro cerebro tiene que elegir si gastar o guardar. Por si no lo sabías, una de las ventajas de la banca online es que puedes programar transferencias periódicas. Para llevar este método a cabo correctamente necesitarás:

  • Contar con una segunda cuenta destinada al ahorro
  • Determinar una cifra fija de ahorro mensual

Puede ser poca cantidad, aquí lo importante es la constancia y, evidentemente, que no utilices este dinero para compras innecesarias.

🤑 Tip financiero: 

Automatiza tu transferencia de ahorro poco después de recibir tu nómina para que el esfuerzo de ahorro tenga un menor impacto en tu día a día.

Y recuerda, es importante ir revisando y actualizando nuestro ahorro. Si tras un tiempo ves que la cantidad de ahorro te ahoga o que, por el contrario, ves que podrías guardar un poquito más, accede a tus cuentas desde tu dispositivo y ajusta la cantidad de tu transferencia de ahorro en un plis plas.

6. Utiliza trucos para “viciarte” a ahorrar

Algunos psicólogos apuntan a que una de las mejores formas de ahorrar es emplear ciertos sesgos y comportamientos para hackear nuestro cerebro y potenciar ciertos comportamientos. Uno de los más populares parte de la premisa de que muchos malos hábitos son adquiridos debido a que son copiados de personas cercanas como amigos. Si cambiamos malos hábitos por ahorro los expertos sugieren que la cosa debería funcionar similar al compartir nuestros logros de ahorro con un amigo. Aquí las claves son:

  • Contar con un plan de ahorro con objetivos a corto, medio y largo plazo
  • Poner en práctica una o varias técnicas de ahorro
  • Tener un amigo en la misma situación (ahorrador con planificación)
  • Disponer de la confianza suficiente para hablar de dinero abiertamente con esa persona

Como ves, eso de que “quien tiene un amigo, tiene un tesoro” no iba tan desencaminado. ¿Pero qué pasa si prefieres hacerlo por tu cuenta? Aquí entra en juego el concepto de gamificación (o ludificación), que consiste en utilizar técnicas y dinámicas para convertir en un juego una tarea cualquiera como, por ejemplo, el ahorro. En internet existen muchos consejos sobre ello o siempre puedes dejar volar tu imaginación para crear tus propias técnicas, pero funciona bastante tener en cuenta los siguientes factores:

  • Establecer objetivos diarios y semanales ayuda a mantener la concentración
  • Las pequeñas recompensas son una buena manera de motivarnos a lograr metas
  • La comparación con datos anteriores es otra buena herramienta de motivación

BONUS. La vuelta de la hucha 

Este no es un método recomendado por los científicos, pero tiene una gran vinculación con alguno de los puntos vistos y, además, supone un gran extra o aliciente. El uso de efectivo genera cambio, que podemos ir guardando en alguna hucha o botella. Este pequeño ahorro es perfecto para alcanzar objetivos más pequeños como, por ejemplo, cambiar la tele o darnos algún capricho/premio en forma de escapada sin que ello suponga un bache en nuestra economía.

Vemos una caja fuerte con dinero ahorrado

Este método también es perfecto para familiarizar a los más pequeños de la casa con el ahorro, ya que se puede vincular a objetivos interesantes para él (50 % lo ahorras y el 50 % para un juguete, por ejemplo).

Otras buenos métodos de ahorro (aunque sin base científica)  

Aquí lo importante es el objetivo: ahorrar de una forma cómoda pero constante. Así que si las mejores formas de ahorrar según los científicos no te funcionan, es momento de buscar algunas alternativas.

En ViveMásVidas puedes encontrar en detalle cómo funciona la simple regla 50-30-20 para distribuir tus gastos y organizar tu ahorro o, si no te gusta, ver si el método FIRE para la independencia financiera se adapta mejor a ti. Sigue descubriendo con nosotros mejores formas de gestionar tus finanzas personales y optimizar el ahorro en casa.

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