España es de los países más solidarios del mundo y cada año que pasa parece que lo somos un poquito más. Desde 2020 los aportes realizados por los españoles no dejan de crecer, situándose por encima de los 150 € de media por persona según un estudio realizado sobre las principales ONG. Una cifra que seguro crecerá de nuevo a cierre de 2024 teniendo en cuenta algunos de los desastres que han afectado a nuestro país, especialmente por el paso de las DANAS.
Todas estas donaciones solidarias son empleadas para combatir las desigualdades tanto económicas como de género, raza o condición que pueda haber en nuestra sociedad. Un aporte tremendamente beneficioso tanto para quien lo recibe como para quien lo hace ya que, además de hacer el bien, donar tiene algunas ventajas extra de lo más interesantes.
Las desgravaciones en la Declaración, una beneficio extra de las donaciones solidarias
Donar a una ONG o causa solidaria no solo tiene una recompensa moral. Estas también ofrecen desgravaciones de hasta el 80 % de la aportación en la Declaración de la Renta. Eso sí, el porcentaje a deducir varía en función de las cantidades, los años y la zona en la que residimos. Echémosle un ojo a cómo funciona mediante la siguiente tabla:
¿Qué es importante tener en cuenta a la hora de calcular las desgravaciones? Que aportemos la cantidad que aportemos, los primeros 150 € tendrán una deducción del 80 % siempre, mientras que el resto lo hará en el siguiente tramo.
Las deducciones solidarias en números:
Donación: 300 €
Deducción primeros 150 € es de 80 % = 150 x 0,8 = 120 €
Deducción 150 € restantes es de 30 % = 150 x 0,3 = 45 €
Total a desgravar = 120 + 45 = 165 €
Para obtener ese 35 % de deducción por aportaciones recurrentes es importante saber que tu aportación anual debe ser siempre del mismo importe o superior a la realizada al año anterior para que pueda aplicarse.
¿Existe alguna excepción a tener en cuenta? La respuesta es sí: la zona en la que residimos. En el País Vasco y Navarra estas deducciones funcionan de forma diferente y varían en función de la provincia. Por si resides en una de ellas o simplemente tienes curiosidad, este es el porcentaje que te puedes desgravar en cada una de ellas:
- Álava: 20 %
- Guipúzcoa: 20 %
- Navarra: 30 %
- Vizcaya: 20 %
Por último, debes saber que estas cifras van variando con el tiempo, así que conviene estar al día de su estado en el momento de realizar la Declaración. Para que te hagas una idea, hasta hace pocos años, el primer límite estaba en los 250 € y la deducción a partir de esta cifra era del 40 %. En ViveMásVidas siempre trataremos de que tengas la última información y siempre actualizada, pero por si quieres comprobarlo por tu cuenta o simplemente las matemáticas no son lo tuyo, puedes encontrar calculadoras de desgravaciones provenientes de donaciones, donde solo tienes que introducir la cuantía y si se trata de una aportación mensual o periódica para saber cuánto puedes desgravar.
Las deducciones en el caso de donar como empresa
Si la donación se realiza a través de una empresa las cosas cambian un poco. Esto es debido a que las aportaciones solidarias no se consideran como un gasto deducible. Aún así, sí que hay posibilidades de obtener ventajas fiscales siempre y cuando la ONG a la que se done esté adscrita a la Ley 49/2002 de Régimen Fiscal de Entidades sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales de Mecenazgo.
En el caso de que estén debidamente registradas, que es el caso de la gran mayoría, debemos tener presente que todas las cantidades computan por igual o, lo que es lo mismo, que los primeros euros aportados no tienen más ventajas. El segundo gran cambio es el porcentaje a deducir, que en el caso de las compañías está fijado en un 40 % y puede aumentar hasta el 50 % si se dona tres años seguidos o más.
No olvides solicitar el certificado de donaciones solidarias
Independientemente de que dones como particular o como empresa, tu aportación debe tener una contrapartida: el certificado de donaciones. Este identifica tanto al donante como al receptor de forma legal, así como se especifica la cantidad de la aportación y el fin de la misma. Contar con este documento es clave para poder hacer efectiva la deducción de una donación.
Por lo general, cualquier ONG seria lo emitirá y tramitará sin que debas solicitarlo. Recuerda que tienen tiempo para hacerlo hasta antes de que venza el periodo de presentación del IRPF, que por lo general es el 1 de julio. Aunque lo más habitual es que lo tengas al empezar abril, coincidiendo con el inicio de la campaña de la Renta. Si ves que no lo recibes, no dudes en ponerte en contacto con ellos para poder solicitarlo y tramitarlo a tiempo.
Ser solidarios a través de los impuestos: una posibilidad a tener muy en cuenta
Existen muchas formas de aportar y no todas suponen un esfuerzo. Es el caso, por ejemplo, de la famosa casilla solidaria de la Declaración de la Renta. ¿Has oído hablar de ella pero no sabes cómo funciona exactamente? Lo repasamos.
A la hora de ajustar anualmente nuestro IRPF, se nos da la posibilidad de decidir dónde destinar el 0,7 % de este impuesto. Aunque no vale cualquier opción. De hecho, la Declaración de la Renta nos permite elegir entre dos: “Iglesia Católica” (casilla 105) o “Actividades de Interés Social” (casilla 106). Marcar esta última significa que nuestro dinero irá principalmente destinado a las causas e iniciativas que tiene en marcha el Ministerio de Derechos Sociales y, en menor medida, al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación así como al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Es importante recordar que elegir una u otra no significa pagar de más, ya que ese 0,7 % se extrae del cómputo global del IRPF. Así que, aunque en esta ocasión no tiene ninguna ventaja fiscal donar, sí que es cierto que hacerlo no cuesta nada.
Las 4 escenarios que ofrecen estas dos casillas
O causas sociales o Iglesia, pero… ¿qué pasa si no se marca ninguna casilla? Esto es lo que hacen más del 33 % de los españoles, según la OCU y el resultado es que ese 0,7 % va a parar directamente a los Presupuestos Generales del Estado.
¿Se pueden marcar las dos casillas? ¡Se puede! En ese caso, se cederá un 1,4 % de nuestros impuestos a ambas causas (otorgando el correspondiente 0,7 % para cada una)
¿Hay más formas de aportar? Todos tipos de donaciones solidarias que pueden realizarse
Aunque es la más común y conocida, donar dinero no es la única forma de aportar nuestro granito de arena a una causa solidaria. Tal y como refleja el artículo 634 del Código Civil, es posible donar todo tipo de bienes presentes, lo que abre un gran abanico de posibilidades.
Repasemos cuáles son los principales tipos de donaciones que se contemplan a día de hoy en España:
Donativos físicos y de derechos
Aquí encontramos las clásicas aportaciones monetarias, pero también las donaciones de bienes inmuebles o muebles como, por ejemplo, una casa o un coche. Además también se pueden donar derechos como propiedades intelectuales e industriales, patentes o concesiones administrativas como condonar una deuda.
Eso sí, es importante remarcar dos aspectos clave. El primero es que no se pueden donar bienes o derechos futuros o, lo que es lo mismo, que no podemos dar algo que todavía no tenemos. El segundo es que solo pueden donarse objetos o derechos negociables. Esto quiere decir que están sujetos a un precio o valor que pueda determinar la cuantía real.
Servicios y especies
También puede contabilizar como donación el fruto de nuestro trabajo, ya sea en forma de producto (lo que se conoce como ayudas en especie) o bien mediante la prestación de un servicio.
Este tipo de donaciones es especialmente utilizado por empresas, quienes usan parte de su producción para abastecer de alimentos, ropa u otros bienes a entidades o en el caso de desgracias como las causadas por las DANAS en zonas como Valencia.
Además de poder ser muy útiles al aportar una solución inmediata, este tipo de donaciones tienen otras ventajas. A nivel fiscal, la principal es que pueden deducirse una parte de la donación en el Impuesto de Sociedades y, en casos de productos de primera necesidad, la exención del IVA, ya que en otro tipo de productos sí debería pagarse a pesar de ser una donación.
La Cesión de uso y el usufructo
Veamos dos modos de donación en uno. El primero es la cesión temporal de bienes, que pueden ser tanto inmuebles como muebles: viviendas, vehículos, maquinaria… Suelen ser muy utilizados en casos de desgracias que se cobran cuantiosos daños materiales y, aunque no son una solución permanente, sí que pueden resultar una ayuda clave para recuperar un mínimo de estabilidad en muchos casos.
En segundo lugar tenemos la donación por usufructo, una fórmula menos común. La particularidad de este caso es que puede aplicarse tanto sobre bienes como derechos, los cuales cederemos el derecho a disfrutar a otra entidad o persona de forma temporal o permanente.
Estos dos métodos pueden parecer bastante similares si tenemos en mente la donación temporal de una vivienda, pero cobra mucho más sentido cuando hablamos de negocios, derechos legales u otro tipo de intangibles. En estos casos, por norma general, se otorga la potestad de obtener beneficios a través de la explotación pero sin perder la en ningún momento propiedad.
Hablemos de dinero: las formas más comunes de aportar efectivo a causas solidarias
Como hemos mencionado, las donaciones solidarias en forma de dinero son las más comunes y extendidas. Esto es así principalmente por dos motivos: son mucho más cómodas y fáciles de realizar para el que dona y, mucho más importante, al poder convertirse en cualquier cosa mediante la compra los hace realmente útiles a la hora de ayudar en cualquier caso.
Gracias a las nuevas tecnologías, las opciones para hacer donaciones monetarias se han multiplicado, siendo ahora más cómodo que nunca ayudar. Estas son todas las posibilidades de las que dispones a la hora de donar:
Donaciones periódicas
Si algo priorizan las ONGs son las aportaciones recurrentes, ya que les permite tener una mejor previsión de ingresos y planificación a nivel presupuestario de tareas que pueden acometer. Es por eso que las campañas de captación, ya sean online o a pie de calle, son de lo más habituales.
En este modo, y tras la aprobación por parte del socio o socia, las aportaciones se realizan de modo automatizado mes a mes o en cualquier otro periodo establecido. La cantidad a donar es voluntaria y los límites mínimos, si los hay, suelen ser muy bajos. Además, prácticamente todas las ONG y asociaciones permiten pausar o cancelar las donaciones fácilmente mediante una llamada telefónica o un email.
Crowdfunding
Hace tiempo que este palabro no solo se utiliza a la hora de hablar de impulsar proyectos embrionarios o invertir de forma colectiva. Las ONGs y otras asociaciones dedicadas a labores humanitarias también utilizan este mecanismo para acumular pequeñas donaciones en busca de una gran meta.
Una de las más conocidas y fáciles de utilizar por nuestra cuenta es la que ofrece Facebook. Al acercarse nuestro cumpleaños, esta red social permite lanzar a nuestros amigos una petición de regalo destinada a un fin solidario.
Otro gran ejemplo de crowdfunding solidario es el que ha surgido a raíz del paso de la DANA por Valencia, la cual ha ocasionado cuantiosas pérdidas. Para apoyar al comercio local ha surgido una iniciativa de apadrinar negocios, donde estos listan sus pérdidas y qué necesitan para volver a retomar la actividad económica para que los usuarios puedan realizar sus aportaciones libremente.
Donaciones puntuales
Las más comunes entre las comunes y, además, con múltiples formatos. Los aportes puntuales a día de hoy pueden realizarse mediante:
- Pagos online mediante tarjeta de crédito, débito, PayPal o Bizum
- Transferencia bancaria
- A través del teléfono mediante llamada o pago mediante Wallet
Dicho esto, conviene tener en cuenta un par de cosas. Como habrás visto, hemos obviado de la lista el pago en mano. Este método está cada vez más en desuso debido a las muchas irregularidades que se han dado a lo largo del tiempo. No es que ya no se haga, pero sí que conviene tener muy claro a quién estamos donando, lo que nos lleva al segundo punto: el peligro de estafas.
El peligro de donar a la persona equivocada: cómo evitar posibles estafas al hacer una donación solidaria
Aunque resulte de lo más triste, no podemos eludir el hecho de que existe gente que ha utilizado y utiliza causas solidarias como gancho para llevar a cabo una estafa. Estas pueden cobrar mil y una formas y no únicamente están relacionadas con aportaciones de dinero, por lo que conviene poner ojo a través de quién ayudamos.
Por suerte, no se trata de un tema de fe. En la actualidad existen diversos mecanismos que permiten comprobar si estamos haciendo la donación al lugar correcto. Te contamos algunos de los más fáciles, rápidos y efectivos:
- Registro y documentación legal: Para poder operar en nuestro territorio, cualquier ONG debe cumplir con ciertos requisitos legales. Aunque estos pueden variar en función de la forma jurídica que elijan, hay aspectos transversales como contar con unos estatutos de constitución y estar inscritas en el registro. A su vez, deben también disponer de un NIF registrado en la Agencia Tributaria, por lo que podemos comprobar si están registradas.
- Contabilidad y actas: Ya tenga forma de fundación o asociación, cualquier ONG está obligada a llevar una contabilidad ordenada, así como un libro de actas que reúna todas las reuniones llevadas a cabo por la dirección. Toda esta información es o debería ser abierta, por lo que debe ser facilitada a cualquier persona o entidad que se lo solicite.
- La Herramienta de Transparencia y Buen Gobierno: La Coordinadora de Organizaciones de Cooperación para el Desarrollo representa a más de 600 organizaciones de más de 100 países y todo tipo de ámbitos. Cuentan con una herramienta online que mide, como su nombre indica, el grado de transparencia de la mayoría de ONG e iniciativas. Una función muy similar la ofrece la web de la Fundación Lealtad, donde se pueden buscar ONG acreditadas. Si no está en ellas o no cumple con los indicadores que promulgan, es mejor sospechar.
Y aunque resulte obvio decirlo, si has sido víctima de algún tipo de estafa de este tipo no tardes en tomar cartas en el asunto como revisar y cancelar posibles cobros, cancelar tu tarjeta de crédito o contactar con tu entidad bancaria, así como interponer una denuncia para permitir que la Ley pueda actuar.
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