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Fija o variable, ¿qué tipo de hipoteca elegir?

Finanzas
12min.
Dos personas haciendo contrato sobre qué tipo de hipoteca elegir.

Las personas mayores de 35 años tienden a optar por hipotecas variables, mientras que los jóvenes de entre 18 y 24 años muestran una mayor inclinación hacia las hipotecas fijas, una tendencia que ha experimentado un notable aumento en los últimos años, según Adevinta.

Las personas mayores de 35 años tienden a optar por hipotecas variables, mientras que los jóvenes de entre 18 y 24 años muestran una mayor inclinación hacia las hipotecas fijas, una tendencia que ha experimentado un notable aumento en los últimos años, según Adevinta.

Cuando piensas en comprar una vivienda, la pregunta más común es ¿qué tipo de hipoteca elegir? Decidir sobre esta cuestión puede tener un gran impacto en tus finanzas, por lo que es esencial que te informes correctamente. En este artículo explicaremos las diferencias, ventajas y desventajas de cada opción para que no empieces la casa por el tejado. ¡Manos a la obra!

El Euríbor: cómo afecta a qué tipo de hipoteca elegir

Antes de profundizar en los tipos de hipoteca, es importante entender el Euríbor. Para explicarlo de forma sencilla, se trata de un índice de referencia que indica el tipo de interés promedio al que los bancos te prestarán dinero.

¿Por qué es importante tenerlo en cuenta? El Euríbor marcará el tipo de interés de tu hipoteca fija y las variaciones en las cuotas de tu hipoteca variable. Considéralo como el “precio” del dinero en Europa, que fluctúa según la inflación, las decisiones del Banco Central Europeo y la estabilidad de los mercados financieros. Ahora sí, ¡empecemos con los tipos de hipotecas!

Diferencias entre hipoteca fija e hipoteca variable

Conocer las diferencias entre hipotecas y la forma en la que se relacionan con el Euríbor puede inclinar la balanza para decidir cuál es la mejor para ti. ¡Empecemos con ellas!

Hipoteca de tipo fijo

Este tipo de hipotecas se caracterizan por tener una tasa de interés que se mantiene durante toda la vida del préstamo, por lo que vas a pagar la misma cuota cada mes, independientemente de lo que haga el mercado.

El principal punto a favor de una hipoteca fija es que te garantiza una estabilidad, ideal si eres una persona que prefiere tener un control absoluto sobre sus gastos y evitar la incertidumbre.

Este grado de seguridad te permite planificar otros aspectos de tu vida, como ahorrar para el futuro, desarrollar hábitos para invertir con éxito o simplemente mantener un estilo de vida estable.

Entre las desventajas está que, generalmente, al inicio las hipotecas fijas tienen tasas de interés inicial más altas. ¿El motivo? En este caso, el banco asume un mayor riesgo, ya que se compromete a ofrecerte la misma tasa de interés por un largo periodo de tiempo, pase lo que pase con el Euríbor.

Para simplificar las ventajas y desventajas de una hipoteca fija, vamos a nombrarlos en los siguientes puntos:

Ventajas de la hipoteca fija:

  • Disfrutarás de una mayor seguridad financiera, con cuotas estables durante todo el tiempo que estés pagando.
  • Podrás planificar tu presupuesto a largo plazo sin sobresaltos.
  • Tendrás tranquilidad psicológica, especialmente en momentos de incertidumbre económica.

Desventajas de la hipoteca fija:

  • Tendrás una tasa de interés inicial más alta en comparación con la hipoteca variable.
  • No podrás beneficiarte de una reducción de tu cuota en caso de que bajen los tipos de interés.

Hipoteca de tipo variable

La hipoteca variable es aquella en la que la tasa de interés va cambiando a lo largo del tiempo, según el Euríbor y un diferencial fijado por el banco. Esto significa que las cuotas mensuales podrán subir o bajar con los cambios de ese índice.

La ventaja principal de una hipoteca variable es que, en muchos casos, puedes empezar pagando una tasa de interés más baja. Además, si los tipos de interés bajan, podrías beneficiarte de cuotas más reducidas y, por lo tanto, a un costo de hipoteca menor.

Planteado de esta forma, parece una opción muy viable. Sin embargo, también existen riesgos: del mismo modo que tus cuotas pueden bajar, también pueden aumentar si sube el Euríbor. A esta situación tendrás que sumarle el estrés que supone la fluctuación del precio de la hipoteca.

Para ponerlo de forma más sencilla vamos a enumerar los distintos pros y contras de una hipoteca variable, ¡allá van!

Ventajas de la hipoteca variable:

  • Generalmente, te beneficiarás de una tasa de interés inicial reducida.
  • Mayor oportunidad de pagar menos si el mercado financiero está a tu favor.

Desventajas de la hipoteca variable:

  • Te será más complicado planificar a largo plazo debido a la variabilidad del Euríbor.
  • En el caso de las hipotecas de tipo variable, tendrás que tener en cuenta la presión psicológica asociada a no controlar completamente tu cuota mensual.

Ejemplos para saber qué tipo de hipoteca elegir

Para afianzar conceptos y saber qué tipo de hipoteca elegir, planteamos distintas situaciones de mercado en las que te podrías encontrar y cómo te afectarían a la cuota mensual. Ten en cuenta, por eso, que serán aproximaciones en las que simplificamos los números, pero puedes adaptarlos a tu caso particular fácilmente.

Ejemplos prácticos de una hipoteca fija

Imagina que decides contratar una hipoteca fija de 150.000 € con un interés del 3%, y vas a pagarla a lo largo de 25 años.

Con esta situación, tus cuotas serían de unos 717 € mensuales, hasta saldar la hipoteca. Aunque a lo largo de los años el Euríbor subiera hasta el 5%, no te afectaría. En este nuevo contexto, alguien que hubiera contratado la misma hipoteca, pero de tipo variable, estaría ahora pagando 878 € al mes. ¡Pero tú estarás ahorrando 161 € en comparación!

En cambio, si el Euríbor baja al 1%, se reducirían las cuotas de quienes tuvieran hipotecas variables a 565 € al mes. En este caso, estarías pagando 146 € de más: el equivalente a pagar casi 18.000 € extra por tu hipoteca.

Ejemplos prácticos de una hipoteca variable

Ahora imagina que eliges una hipoteca variable según el Euríbor y que el banco añade un diferencial del 1%. Al firmar, el Euríbor está al 1%, lo que fija tu interés total en el 2%.

En este caso, tus cuotas serían de 636 € al mes, para un préstamo de 150.000 € a 25 años. Comparado con una hipoteca fija al 3%, tus cuotas mensuales serían 81 € más bajas. En un año, ahorrarías 972 € y, si el Euríbor se mantuviera así bajo durante 10 años, ¡habrás ahorrado unos 9.720 € respecto a una hipoteca fija!

Pero, ¿qué pasa si el Euríbor sube al 4%? En este caso, tu interés total sería del 5%, lo que eleva tus cuotas mensuales a 877 €. En un año, eso representa una diferencia de 2.892 € más.

Si ese 4% se mantiene durante 10 años más, habrás gastado casi 20.000 € adicionales frente a una hipoteca fija. Este ejemplo sirve para ilustrar que incluso ante un interés bajo de entrada, el futuro es incierto y se te puede poner en contra.

Qué tipo de hipoteca elegir según distintas situaciones

Quizás estés diciendo “Vale, parece que en cualquier caso puedo beneficiarme de los tipos de interés, pero también pueden jugarme una mala pasada, ¿cómo puedo saber lo que me conviene más?” Muy buena pregunta: en los siguientes apartados, planteamos distintos contextos para que sepas qué tipo de hipoteca elegir.

Según la situación del mercado financiero

Uno de los factores más importantes a la hora de decidir entre una hipoteca fija y una variable es la situación del mercado de tipos de interés. Si los tipos de interés están en niveles históricamente bajos, podría ser un buen momento para optar por una hipoteca fija y asegurar una tasa favorable.

En cambio, si los tipos de interés están altos y se espera que bajen, una hipoteca variable podría ser una mejor opción. También es importante que consideres la estabilidad del mercado financiero. Si existen indicios de una crisis económica o de inflación, una hipoteca fija podría ser una mejor alternativa para protegerte de posibles fluctuaciones.

Analysis de la situación del mercado financiero

Qué tipo de hipoteca elegir según tu perfil de riesgo

Otro aspecto clave es tu capacidad de soportar cambios en las cuotas. Si eres una persona conservadora y prefieres evitar la incertidumbre, una hipoteca fija puede ser la mejor opción.

En cambio, si estás dispuesto a aceptar posibles subidas en las mensualidades a cambio de pagar menos al inicio, podrías considerar una hipoteca variable.

Tu estabilidad laboral también juega un papel importante. Si tienes un empleo fijo con ingresos estables, podrías soportar mejor una hipoteca de tipo variable. Por otro lado, si tus ingresos son variables o inciertos, una hipoteca fija podría encajar mejor.

Duración del préstamo

El tiempo que vas a estar pagando la hipoteca, también influye en qué tipo de hipoteca elegir.

Si tienes pensado pedir una hipoteca a corto plazo (menor a 10 años, por ejemplo), una hipoteca de tipo variable podría encajar mejor: el riesgo de que los tipos de interés fluctúen a lo largo de ese tiempo, sería menor.

En cambio, si se trata de un préstamo a más a largo plazo, podrías contar mejor con una hipoteca fija, ya que te va a ofrecer mayor estabilidad y te protegerá de posibles subidas de los tipos de interés.

Cabe destacar que, como mucho, podrás pedir una hipoteca igual a los años que te queden de jubilación. Eso significa que si tienes 45 años y asumiendo que la edad de jubilación es 65, podrás pedir como máximo una hipoteca de 20 años.

Posibilidad de amortización anticipada

Si tienes intención, o se ha dado la posibilidad, de amortizar tu préstamo de manera anticipada, una hipoteca variable podría ser una gran opción. En este caso, las penalizaciones son menores que una hipoteca fija. Aun así, no olvides leer la letra i pequeña del contrato para conocer en detalle las condiciones de amortización

Hay entidades bancarias que, según tu scoring bancario, te pueden ofrecer condiciones ventajosas para amortizar anticipadamente sin apenas penalización. Investiga distintas entidades antes de elegir tu hipoteca. Si tu plan es contar con una amortización anticipada, busca aquella que te beneficie de la mejor manera.
Tip financiero: Si tienes el dinero suficiente como para amortizar la hipoteca, no te precipites. Analiza la situación y decide si te sale más a cuenta dejar de pagar la hipoteca con los costes que eso implica, o bien poner ese dinero en una cuenta remunerada. Con esta segunda opción, seguirás pagando las cuotas, sí. Pero el dinero que tendrás reservado estará generándote unos intereses a lo largo del tiempo.

Qué hipoteca elegir: comparativa rápida entre fija y variable

A continuación, hemos creado una tabla para que tengas a mano y de forma rápida, las distintas características según el tipo de hipoteca:

Qué hipoteca elegir: comparativa rápida entre fija y variable

A continuación, hemos creado una tabla para que tengas a mano y de forma rápida, las distintas características según el tipo de hipoteca:

Fija o variable, ¿qué tipo de hipoteca elegir?

Preguntas frecuentes sobre qué hipoteca elegir

Aunque ahora tengas algo más claro qué tipo de hipoteca vas a elegir, es posible que sigas con algunas dudas. A continuación, damos respuesta a las más comunes:

¿Puedo pedir un préstamo adicional si ya tengo una hipoteca?

Sí, aunque la obtención de tu préstamo o crédito dependerá de varios factores como tu solvencia y capacidad de pago, tu historial crediticio y tu capacidad de endeudamiento.

¿Puedo cambiar de hipoteca fija a variable (o viceversa) después de contratarla?

En algunos casos es posible cambiar el tipo de hipoteca, pero dependerá de las condiciones pactadas con tu banco. Este proceso se conoce como novación y suele tener ciertos costes asociados, por lo que es importante que valores hasta que punto te sale a cuenta cambiar.

¿Qué es el TAE y el TIN y cómo afecta a las hipotecas?

Es común confundirse con estas dos nomenclaturas. Para explicarlo de forma sencilla, el TIN se refiere al porcentaje que te cobra el banco por prestarte dinero, sin incluir costes. El TAE refleja el coste real de la hipoteca, ya que incluye el TIN junto al resto de gastos asociados.

¿Qué es el TAE y el TIN y cómo afecta a las hipotecas?

Es común confundirse con estas dos nomenclaturas. Para explicarlo de forma sencilla, el TIN se refiere al porcentaje que te cobra el banco por prestarte dinero, sin incluir costes. El TAE refleja el coste real de la hipoteca, ya que incluye el TIN junto al resto de gastos asociados.

¿Qué es el perfil de riesgo hipotecario?

Es lo que el banco analiza para decidir si te concede o no una hipoteca. Para hacerlo, analizan tu capacidad para asumir el préstamo según tus ingresos, estabilidad laboral, deudas actuales y bienes en propiedad.

Además, mirarán factores como tu edad o tu historial crediticio. Para mejorar tus posibilidades, puedes incluir a un segundo titular, buscar avalistas o aportar una pre-tasación del inmueble.

Saber qué tipo de hipoteca elegir depende en gran medida de tu situación financiera, tu tolerancia al riesgo y las condiciones del mercado. Si quieres mejorar tu educación financiera, no dudes en visitar el resto de artículos de nuestro blog ¡Te esperamos!