Ha pasado ya más de un siglo desde que Western Union inventara la primera tarjeta de crédito. Sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías, están viviendo una segunda juventud.
En todos estos años le ha dado tiempo a modernizarse, añadir hologramas de verificación, cambiar los datos de lado e incluso de volverse virtuales. Pero hay algo que no cambia: los números. Muchas personas creen que se son aleatorios pero, la verdad es que no lo son. Veamos qué mensaje esconden.
El significado de los números de las tarjetas de crédito y débito
Lo habitual es que tu tarjeta tenga un número de 16 dígitos, aunque no siempre es así. Puedes encontrar números de tarjetas de crédito compuestos por 13, 14…y hasta 19 en algunos extraños casos. American Express, por ejemplo, siempre entrega las suyas con 15. Un caso parecido a Dinners Club, que las compone con entre 14 y 15 números. Pero hay más, mucho más.
De hecho, más allá de la banda magnética y el chip, estos números vinculan la tarjeta con tu cuenta. Este método, especificada en una normativa ISO, estandariza su uso en cualquier parte del mundo de la siguiente manera:
El primer número de tu tarjeta indica quién es el emisor
Las entidades financieras son las principales emisoras de tarjetas de crédito y débito, aunque no las únicas. Existen otras compañías que ofrecen este tipo de productos a sus clientes. Puedes saber quién es el emisor (o si más no hacerte una idea), echando un ojo al primer número de tu tarjeta.
Gracias a esto, entre otras cosas, se puede saber que si tu tarjeta de crédito empieza por los números 4026, 417500 o 4508, 4844 o 491 tengas una Visa Electron o que si empieza en el rango comprendido entre 51 y 55 se trata de una Mastercard.
Los primeros 7 números, en conjunto, sirven para ubicar el país emisor
Ya hemos visto el significado del primer número, pero actúa en conjunto con los siguientes siete. Estos indican, además del emisor, el país donde esta ha sido solicitada. Las codificaciones para conocer esta información varían dependiendo de la compañía y, evidentemente, son privadas.
El resto de números de tu tarjeta de crédito: claves para vincularte a tu dinero
El resto de números, que no son pocos, son los que usa la entidad que te la facilita para codificar los datos que asocian la tarjeta al cliente. En otras palabras, son los encargados de dirigirte hacia tu dinero y asegurar tu titularidad de la cuenta.
Un dato curioso es que el último de ellos (o últimos, en algún caso) es el dígito de control. La función de este es relacionarse (de manera algebraica) con el resto de numeración para confirmar su valor al revisar el correcto orden del resto de dígitos.
¿Qué es el CVV?
Además del número de tu tarjeta, su fecha de vencimiento y el PIN, existe otro número en tu tarjeta: el CVV, aunque seguro que lo conoces de sobra de hacer alguna compra por internet. Debe su nombre a las siglas de Card Verification Value o, traducido, un valor de verificación de la tarjeta. Algo así como una contraseña.
Este número es considerado un elemento básico para la protección de las tarjetas de crédito o débito y sus dígitos son asignados de una manera totalmente aleatoria. A día de hoy este método de seguridad se ha visto reforzado por métodos de doble autenticación que permiten seguir manteniendo tu dinero a salvo.
¿De qué está hecha tu tarjeta de crédito y puede reciclarse?
Ya que estamos resolviendo alguno de los misterios acerca de una de las imprescindibles de nuestra cartera o monedero, hablemos de su composición. También conocidas como plástico, las tarjetas de crédito suelen estar hechas de PVC (acetato de cloruro de polivinilo).
A pesar de ello, y mientras se implantan modelos más eficientes hechos con elementos biodegradables o con carbono, debemos tener en cuenta que su huella medioambiental no es nada preocupante si hacemos un buen uso. Además recuerda que se pueden reciclar, aunque es importante que lo hagas en un lugar adecuado ya que son consideradas un residuo electrónico (RAEE) y contienen cloro altamente contaminante.
Puedes deshacerte de ellas de manera segura en cualquier Punto Limpio de tu municipio, así como en alguna de las tiendas de electrodomésticos que permiten reciclar tarjetas de crédito gracias a la colaboración con la Fundación Ecolec.
Si tienes que tirar tu tarjeta, recuerda siempre cortarla en varios trozos, poniendo especial atención en desmontar cualquier dato que te identifique incluido, claro, el número de tu tarjeta de crédito y el CVV. Y si necesitas una nueva para controlar mejor tus gastos o darte un capricho, recuerda que dispones de opciones como el crédito directo que te permite obtener de un dinero extra de manera fácil y rápida sin necesidad de cambiar de banco o pagar cuotas de apertura.
Protege la numeración de tu tarjeta de crédito para evitar sustos
Como ves, los números de tu tarjeta dicen mucho de ti. Y aunque existen datos que no conocemos, esto no significa que algunos ladrones usen modernas tecnologías para descifrar este tipo de información confidencial.
Para evitar ciberestafas y cualquier otro problema como una clonación de tarjeta de crédito, es importante que tengamos algunos consejos en cuenta:
- Evita las fotos de tu tarjeta: A veces, por comodidad, puede resultarnos cómodo tener una foto de nuestra tarjeta en nuestra galería. Error ya que cualquier hacker podría acceder a tu terminal. Y, evidentemente, NUNCA compartas una foto de tu tarjeta a través de apps de mensajería o redes sociales.
- Guárdala en un lugar seguro: Mantenerla controlada junto al resto de tarjetas e identificaciones puede no ser la mejor idea hoy en día. La tecnología Contactless y la no confirmación de importes bajos puede jugarnos una mala pasada. Si no quieres prescindir de esta funcionalidad tan cómoda, lleva tu tarjeta en un lugar seguro o cuenta con carteras que evitan cobros fraudulentos o por error.
En caso de pérdida, el número de tu tarjeta es clave para que vuelva a ti
Aunque a nadie le gusta la idea, existe la posibilidad de que pierdas o te sustraigan la tarjeta. Si esta fuese recuperada o encontrada por alguien podría ser devuelta a su dueño gracias únicamente a la numeración.
Por ello es importante que si te encuentras una, reportes la pérdida y entregues la tarjeta en una comisaría o al personal de seguridad si te encuentras en un lugar privado como, por ejemplo, una estación de transporte público.
Sigue descubriendo más curiosidades y consejos sobre educación financiera, así como de otros temas vinculados con tu economía y proyectos en este blog.