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Cinco preguntas que debes hacerte para comprobar tu planificación financiera

Cinco preguntas que debes hacerte para comprobar tu planificación financiera

Una de las mejores cosas que debes hacer para dormir tranquilo es tener una buena planificación financiera. Sin embargo, cuando se producen momentos de incertidumbre puedes estar tentado de revisar tu estrategia de ahorro e inversión.

Una de las mejores cosas que debes hacer para dormir tranquilo es tener una buena planificación financiera. Sin embargo, cuando se producen momentos de incertidumbre puedes estar tentado de revisar tu estrategia de ahorro e inversión.

Y eso no es conveniente. Lo mejor para no ver alterado tu sueño cuando los mercados se mueven (sobre todo si lo hacen a la baja) es revisar los cinco aspectos principales de tu planificación financiera una vez al año.

De la mano de los expertos de Fidelity, te vamos a explicar cómo realizar cinco comprobaciones que te permitirán estar seguro de que las finanzas familiares están bien planificadas, tanto en la parte del ahorro como en la de la inversión.

De hecho, el ejemplo que aportan es clarificador:

Piensa en tu planificación financiera como en la de un viaje por carretera. No dejas la revisión de los frenos y los neumáticos para el último día. Pues con tu ahorro y tu inversión, debes hacer lo mismo.

Como te hemos contado en otros artículos anteriores la planificación financiera consiste en tener organizados todos tus esfuerzos en materia de dinero. Lo primero es identificar los objetivos de cada una de las partidas (jubilación, educación de tus hijos, hucha para imprevistos, etc.) para luego poder poner a tu dinero a trabajar para conseguir esos objetivos, ajustando el riesgo a cada uno de ellos.

 

¿Está funcionando mi estrategia de inversión y ahorro?

Como los objetivos a lo largo del tiempo pueden cambiar, también han de hacerlo las estrategias para conseguirlos. Puedes recibir ingresos inesperados o lograr más rentabilidad de la esperada por tus inversiones si el ciclo en bolsa es positivo. O cometer algún error y ganar menos de lo estimado o sufrir algún tipo de imprevisto.
Por eso es importante que una vez al año compruebes si el ahorro y las inversiones responden en plazo, nivel de riesgo y rentabilidad a lo que tenías previsto y realizar los ajustes necesarios si no es el caso.

Recuerda que cada inversión tiene su objetivo y su plazo. Y que para plazos más largos puedes asumir mayores riesgos (por ejemplo, para tu jubilación). Una buena planificación pasa por la diversificación de las inversiones y del ahorro. O lo que es lo mismo, por casar objetivos, plazos y niveles de riesgo para conseguir cada objetivo.

 

¿Está funcionando mi estrategia fiscal?

La fiscalidad es una parte muy importante de una buena planificación financiera. Los impuestos se pueden comer más de lo que debieran si no eliges los productos adecuados o si no tomas las decisiones correctas. En 2021 entró en vigor un nuevo impuesto, por lo que te interesa invertir a un plazo más largo para que las ventas sean menos numerosas o para realizarlas cuando quizás, el impuesto haya desaparecido. Otra opción es invertir a través de fondos de inversión para poder diferir los impuestos de forma legal a los ejercicios fiscales que más te interesen o irlos distribuyendo en varios años.

Los impuestos no son ni deben ser una parte fundamental de tu estrategia de ahorro e inversión, pero maximizar la fiscalidad elevará la rentabilidad de tu cartera. Una visita anual a tu asesor fiscal antes de que acabe el año para poder ajustar tu planificación (posibles desgravaciones en ese ejercicio) siempre será beneficiosa para tus intereses.

 

¿Me he protegido contra los imprevistos?

La pandemia por la Covid-19 nos ha enseñado a todos la importancia de tener bien cubiertas las necesidades familiares con una hucha que cubriera esos gastos durante un par de meses o tres. Era la hucha para imprevistos.

Pero tampoco es mala idea tener un seguro de vida que cubra las necesidades de los más pequeños o del cónyuge si hay una diferencia notable de ingresos en la pareja. En la medida en que tengas hijos pequeños necesitarás más cobertura, pero no será tan necesaria a medida que vuelen del nido y haya menos personas dependientes de los ingresos de los cabezas de familia.

¿Me he protegido contra los imprevistos?

Son dos opciones a tener siempre muy en cuenta. En la medida en la que puedas hacerte con una hucha para imprevistos puede ser menos necesario el seguro de vida. Todo depende de la planificación que tengas para tu ahorro y las necesidades que tengas que cubrir.

Cuidado si tienes un seguro, porque debes revisar a quién tienes de beneficiario y de tutor legal del beneficiario o beneficiarios si son menores de edad.

 

¿Está toda la documentación en regla?

La parte burocrática de tu ahorro e inversión es muy importante. Es imprescindible proteger tus activos y eso pasa por tener hecho el testamento de los cabezas de familia y que otra persona conozca tu estrategia de ahorro e inversión, dónde lo tienes guardado o invertido y cómo acceder a ello. Como en el caso del seguro, es bueno tener hecho testamento y que otra persona conozca tus voluntades.

Hay cuatro situaciones que afectan gravemente la planificación financiera y que no son del todo previsibles: divorcio, muerte, matrimonio y nacimientos. Debes comprobar el impacto que tendrían estos cuatro supuestos en tu planificación financiera para estar seguro de que soportaría grandes impactos.

¿Cubre mi planificación las necesidades de toda mi familia?

Lo fácil es pensar en el ahorro o la inversión para ti y para tu cónyuge y olvidarte de ciertas necesidades de tus hijos. La universidad es un problema financiero cada vez mayor. También lo puede ser tener hijos a una edad avanzada o verse en la necesidad de ayudar a tus padres si no pueden valerse por sí mismos. Vivir más años puede ser un problema si no lo planificaste con tiempo o si diste por hecho de que siempre podrías vivir solo y en tu casa sin el cuidado de otra persona.

Una correcta planificación financiera no obligará a tus hijos a poner su dinero para tu vejez, pero si tus padres no lo hicieron bien tal vez tu sí que tengas que ayudarles a ellos.

Habla con tus hijos a medida que crecen y que sepan que existe una planificación del ahorro y las inversiones en la que sus estudios o las necesidades de la familia están cubiertos. Todo esto forma parte de una educación financiera y ellos dormirán mejor sabiendo que sus progenitores lo tienen todo controlado. Y tú también.

Cada vez vivimos más años. Por ese motivo es importante que la planificación financiera sea más amplia en coberturas, plazos y objetivos. Vivimos muchas vidas: planifícalas y enseña a tus hijos a planificar también las suyas.

Estas cinco revisiones anuales te vendrán bien para asegurarte de que los objetivos, los plazos y los riesgos están bien equilibrados. Si compartes esta tarea con otra persona para que también esté al corriente y te ayude a tomar las decisiones, y la compartes con tus hijos cuando vayan creciendo, dormirás, dormirá y dormirán mejor todos en casa.

Sigue leyendo más sobre cómo gestionar tu dinero en nuestro blog de finanzas personales.

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