Pues bien, en estos momentos en los que los mercados tiemblan es muy habitual sobre reaccionar y deshacer las posiciones abiertas para evitar pérdidas. Es humano. Pero supone perder dinero.
Tanto si son ventas por miedo a perder, para acogerse a la liquidez o por un trading alocado cuando la volatilidad se dispara, los inversores tienden a precipitarse y eso genera efectos muy negativos en sus ahorros.
Vender por miedo a perder
Lo llaman el pánico vendedor. Ves en la pantalla de tu ordenador que tus inversiones están en color rojo. Has perdido todo lo ganado hasta ahora y un poco más. Vendes para minimizar las pérdidas… ¿O es entonces cuando realmente pierdes dinero? Esta decisión es la más dañina que puede tomar un inversor o ahorrador ¿Por qué?
Porque tus inversiones en números rojos solo reflejan pérdidas latentes. No pierdes dinero porque tu inversión esté en negativo. Pierdes cuando conviertes esas pérdidas latentes en pérdidas reales, al vender. Si esperas porque elegiste bien donde invertir, unas pérdidas latentes no son un problema. Todo lo que sube baja; todo lo que baja, sube.
De hecho, cuando los mercados caen es momento de comprar, no de vender. No se va al supermercado con hambre y no se cierran posiciones bien razonadas por situaciones ajenas al mercado.
Para evitar decisiones apresuradas en el corto plazo, debes mirar el largo plazo. Si no necesitas el dinero, déjalo donde estaba. Si la estrategia era buena y estaba meditada, un conflicto bélico no la debe cambiar. Las caídas son parte de las inversiones. Y son algo temporal.
Por lo tanto, paciencia. No se puede ganar dinero invirtiendo cuando todo sube y vendiendo cuando todo baja.
Gestiona tu patrimonio
En situaciones de incertidumbre hay quienes venden todo y esperan acontecimientos. Ese es también un error. Si esperas a que se produzcan los rebotes, estarás ya fuera de mercado cuando se produzcan. Sin riesgo no hay beneficio. Si sales cuando baja y esperas a entrar cuando todo suba, comprarás caro.
Si un mercado bajista te pilla con dinero, entra poco a poco, pero sin esperar el rebote. Si las caídas han llegado a su fin todo ese capital se convertirá en beneficio. Si las caídas no hubiesen terminado, tampoco llegarán mucho más lejos.
Recuerda que para que tú ganes con tus inversiones, otro tiene que perder con las suyas. Gana el primero que entra y asume riesgos comprando barato. Y pierde el último en entrar porque no asume riesgos, pero compra más caro.
Toma las decisiones adecuadas
Una fuerte caída en los mercados deja muchos activos (divisas, acciones, índices, etc.) a bajo precio. Pero no todos se recuperarán igual. En los mercados -a veces- lo barato es caro. No es lo mismo comprar algo que está barato por circunstancias de mercado que algo que está barato porque no lo quiere nadie.
Comprar algo porque está bajando y parece barato es peligroso. Los expertos lo llaman intentar agarrar un cuchillo que cae, porque hay muchas posibilidades de que te cortes.
Lo mejor es valorar por qué cae o entrar de la mano de un experto. Otra opción es entrar con un fondo de inversión, que es una cesta de activos diversificados y gestionados por un profesional.
No intentes cazar el activo que sube
Otro error habitual es vender una posición que baja (por ejemplo, bolsa) y comprar otra porque sube (por ejemplo, petróleo) tal y como ha pasado por la invasión de Ucrania.
Vas a perder dinero por deshacer tu posición en bolsa y vas a enriquecer a quien tenía una posición en petróleo. Cuando todo se normalice, tendrás pérdidas en bolsa porque vendiste barato y no habrás ganado en petróleo porque compraste caro.
Lo puedes evitar si te centras en una cartera diversificada que tenga un poco de todo. De esta manera, lo que pierdas por un lado lo ganarás por otro. Y en una situación de mercados normalizada, la suma de tus posesiones será positiva.
Y no olvides nunca que los beneficios obtenidos en los mercados pagan impuestos. A veces es mejor consultar a un experto fiscal antes de cerrar una posición ganadora para hacerlo en el mejor momento y pagar menos.
No olvides equilibrar la cartera
En un momento de caídas, los mercados se desajustan, pues algunos activos pueden caer más que otros. Esto supone que el peso de una parte de tus ahorros (materias primas) sea muy superior al de otros (bolsa).
Y como inviertes con una estrategia de diversificación, debes volver a equilibrar la cesta cuando empiece a verse una cierta normalidad. Con ello, la recuperación te resultará más beneficiosa porque irás vendiendo posiciones ganadoras (que están caras) para aumentar las que han sufrido más (están baratas).
Cabeza fría o dinero en manos de profesionales
En resumen, cuando los mercados caen por razones ajenas a ellos, como puede ser un conflicto bélico, no conviene precipitarse. Las pérdidas solo son reales cuando se cierran las operaciones. Mientras tanto, mantén la cabeza fría y no tomes decisiones precipitadas.
Las caídas en los mercados son normales y forman parte del juego. A aprovecha estas situaciones para mejorar tus posiciones y valorar si tu estrategia es la adecuada. Si es así, cuando termine el conflicto que originó las ventas, no solo no habrás perdido, sino que podrás haber ganado.
En todos los mercados se compra cuando las cosas están baratas y se vende cuando están caras. Si el miedo controla tus emociones cuando se trata de invertir, pon tu dinero en manos de los profesionales y deja que hagan su trabajo, que es hacerte ganar dinero.