Esos cinco grandes retos financieros son los que deben animar a los ahorradores a elevar las rentas los años previos a la jubilación y a organizarse bien el capital disponible para poder estirarlo y sacarle el máximo partido posible una vez fuera del mercado laboral.
No se trata solo de entender que nuestra calidad de vida va a bajar mucho si solo contamos con los servicios públicos, sino de que hay que valorar los imprevistos durante la jubilación.
La mayor esperanza de vida que tenemos cada generación, la volatilidad provocada por todos esos eventos que se producen cada vez con más asiduidad (crisis económicas, pandemias, atentados, catástrofes naturales, etc.), la inflación, los impuestos al alza y el legado que pretendemos dejar a nuestros herederos son los cinco grandes retos financieros que deberemos afrontar al jubilarnos.
¿Cuál son los cinco grandes retos en la jubilación?
1. La longevidad de las nuevas generaciones
La esperanza de vida ha crecido mucho gracias a la mejora de la sanidad y de nuestra alimentación. Alcanzar los 90 años cada vez es más asequible, por lo que nuestro ahorro para la jubilación debe permitirnos más de 20 años de financiación.
2. Volatilidad
Los mercados y las economías no siempre van hacia arriba, sino que siguen unos ciclos. Esto afecta a nuestras inversiones, pero también a nuestro ahorro, pues desde la crisis financiera de 2008 y 2009 los tipos de interés que marcan la rentabilidad de los productos de ahorro están en mínimos, como ejemplo reciente.
Además, nadie se esperaba los atentados del 9/11, la crisis de 2009, la pandemia de 2020, las inundaciones o incendios de 2021 y la guerra del 2022. La globalización ha acelerado la velocidad de contagio de las distintas situaciones y eso es volatilidad.
3. Inflación
La inflación es la asesina silenciosa del ahorro porque los precios pueden subir más rápido que la capacidad de ahorrar. De nada sirve obtener una rentabilidad del 3% si los precios de los bienes básicos (inflación) han subido en ese tiempo un 4%. De ser así, nuestro dinero vale menos. Nuestra pensión de enero será la misma que la de diciembre, pero nos permitirá comprar menos.
Eso es especialmente relevante cuando se vive de una pensión pública que se revisa una vez al año o se obtienen rentas fijas, pues no se pueden adaptar a unos precios al alza.
4. Impuestos
Aunque algunos tributos se reducen o desaparecen al terminar nuestra vida laboral, es especialmente relevante conocer los impuestos de nuestras fuentes de ahorro tras la jubilación. No podemos cometer errores que nos provoquen fiscalidades onerosas. Cuando hay pocos ingresos, los impuestos deben estar muy controlados.
5. Herencias
En línea con los impuestos, dejar un legado a nuestros seres queridos puede ser complicado. Las comunidades autónomas son las que se encargan de recoger los impuestos por sucesiones, donaciones y herencias.
Por lo tanto, según donde residas debes valorar la conveniencia de legar en vida o esperar al fallecimiento. Y dependiendo del legado que quieras dejar, hay unos instrumentos financieros que funcionan mejor que otros.
¿Cómo superar estos cinco grandes retos?
Hace muchos años, la estrategia habitual era la de redistribuir la cartera de ahorros al llegar a la jubilación. Prácticamente, toda la cartera se pasaba a deuda y se vivía de los intereses. Lógicamente, hoy esa estrategia es inviable con los tipos de interés en mínimos.
Es cierto que los tipos subirán tarde o temprano, pero si pensamos en un horizonte a 20 o 25 años, también hemos de aceptar que volverán a bajar. La solución puede ser dejar nuestra cartera en manos de un experto financiero que nos ayude a crear nuestra planificación financiera.
Y aceptar que, si nuestro ahorro debe durar, no podemos dejarlo todo en instrumentos financieros de riesgo cero. La ayuda profesional nos permitirá superar los retos uno, dos y tres.
Para los retos cuatro y cinco es necesario contar con un experto fiscal que nos asesore en las decisiones que minimicen el efecto de la legislación en nuestros ahorros. No se trata solo de una consulta puntual, sino de una consulta habitual porque los impuestos dependen de leyes que cambian y que pueden hacernos reconsiderar decisiones pasadas.
Uno de los activos que más se ve afectado por los impuestos son los bienes inmuebles. Tener alquilada una vivienda, local o plaza de garaje permite revisar anualmente los precios conforme a la inflación. Por lo tanto, es una buena manera de vencer a la inflación.
Sin embargo, es un activo muy delicado de dejar en herencia en según qué comunidades autónomas. Su valor es muy elevado y el coste de donarlo al fallecer puede suponer que los herederos se vean obligados a renunciar a la totalidad de la herencia.
Los productos financieros del sector seguros, por otro lado, suelen ofrecer soluciones muy adecuadas para dejar protegida a parte o a toda la familia.
Cada caso es un mundo, por lo que no hay soluciones únicas para todos.
Mucho cuidado con la sanidad
Uno de los aspectos que menos preocupa a los españoles es el de la sanidad. El hecho de tener una gran sanidad pública nos hace pensar en que todas las necesidades médicas estarán cubiertas. Y no es cierto. Muchas de ellas no lo están ya hoy, como algunas coberturas odontológicas, oftalmológicas o de otorrinolaringología.
Además, el estado tiene cada año más complicado cubrir todos los servicios públicos y el copago sanitario está siempre sobre la mesa. Y eso por no hablar de la necesidad algún día de precisar a alguien a tu lado o de irte a vivir a una residencia.
Estos son los cinco grandes retos financieros en tu jubilación. Si no quieres ser una carga para tus herederos, es mejor que te pongas en marcha cuanto antes. Nunca se sabe si a ellos le irán bien las cosas y podrán ayudarte… o no.
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