¿Qué son los impuestos?
Cuando hablamos de impuestos nos referimos a unos pagos obligatorios para individuos, familias o empresas y que en muchos casos están relacionados con su nivel de ingresos.
Este sistema sirve como base para que el Estado pueda satisfacer necesidades colectivas. Es decir, el pago de impuestos aporta los recursos suficientes para proporcionar los servicios más fundamentales al conjunto de los ciudadanos. Es un sistema muy adoptado a nivel internacional y que ha demostrado que, cuando se emplea bien, da sus frutos.
¿Por qué son tan importantes los impuestos?
El sistema de pago de impuestos viene del Antiguo Egipto y ha estado ligado a numerosas geografías, culturas y etapas de la historia. Por ello, los impuestos han tenido otros usos o ventajas según el contexto.
Como hemos mencionado antes, en la actualidad la principal razón por la que se pagan impuestos es el sostenimiento del gasto público, ya que representan la principal fuente de ingresos públicos.
Otro gran motivo por el que se pagan impuestos es la redistribución de la renta: en muchos casos existe una diferencia sustancial en función de la capacidad económica de quiénes pagan tales impuestos.
En otros casos, el objetivo por parte del Estado es disuadir a los ciudadanos de realizar ciertas actividades que sean perjudiciales. Ejemplos claros de ello son los impuestos más elevados que se aplican al tabaco y al alcohol.
Por último, también permiten paliar situaciones de crisis cuando sea necesario. Que el Estado disponga de un colchón económico suficiente como para afrontar situaciones límite, como vimos claramente con la pandemia, puede ser determinante a la hora de encauzar la recuperación económica.
¿Cuántos tipos de impuestos hay en España?
En España existen dos tipos principales de impuestos: los directos y los indirectos. Estos, a su vez, cuentan con subdivisiones (incluso impuestos especiales) dentro de las mismas subdivisiones, además de ciertos términos que es necesario aclarar:
Impuestos directos
Los impuestos directos son aquellos que se aplican de forma directa sobre una persona, sociedad o empresa. Es decir: gravan directamente la riqueza. Por lo general están basados en el alcance económico o en la posesión de patrimonio. A continuación, te comentamos brevemente los impuestos directos más importantes:
IRPF
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, uno de los más conocidos, lo deben pagar todos aquellos que residan en España. Se aplica sobre las rentas totales que se haya percibido durante un año.
Este es uno de los impuestos que se considera más progresivo, ya que los contribuyentes más pudientes se ven obligados a pagar más. Para ello cuenta con tramos en su tipo impositivo (el porcentaje a pagar) y cambia según la actividad.
Impuesto sobre la Renta de No Residentes
El Impuesto sobre la Renta de no Residentes, o IRNR, está destinado a aquellos que obtengan rentas en el territorio español, pero que no residan en España.
Impuesto de sociedades
En este caso, el IS se aplica a los beneficios que obtienen las sociedades mercantiles y otras entidades jurídicas. En algunos casos ha sido descrito como “una especie de declaración de la renta por parte de las empresas”.
Al igual que el IRPF, se trata de un impuesto periódico en el que el periodo impositivo es cada ejercicio económico.
Impuesto sobre Donaciones y Sucesiones
Se trata de un impuesto que únicamente es obligatorio para aquellos que reciban una donación o sean herederos.
Impuesto sobre el Patrimonio
Consiste en un tributo que se calcula en función del patrimonio de la persona de manera individual.
Impuestos indirectos
En contraposición a los impuestos directos, los impuestos indirectos se gravan la adquisición de bienes o servicios. Esto quiere decir que este impuesto no se aplica sobre una persona específica, sino cuando se paga por un bien o un servicio. Para ser más específicos, los impuestos de este tipo se aplican a servicios, bienes y transacciones.
IVA
El tan conocido Impuesto sobre el Valor Añadido tiene por objetivo gravar la capacidad de consumo de los individuos. En la actualidad, existen 3 tipos de IVA en España:
- El superreducido (4%): para productos de primera necesidad, como alimentos básicos de la cesta de la compra (harina, cereales, medicamentos…).
- El reducido (10%): para determinados sectores y productos que se quiere favorecer. Por ejemplo, en servicios de hostelería o en espectáculos deportivos.
- El general (21%): aplicado en la mayoría de los casos (ropa, electrodomésticos, calzado…).
Impuestos Especiales
Se aplican únicamente a determinados productos, independientemente de la renta del consumidor. En la mayoría de los casos son proporcionales con la cantidad que se consume.
Como ejemplo de ellos podemos mencionar los impuestos que se aplican al alcohol, por su carácter nocivo para la salud, e impuestos especiales aplicados a ciertos medios de transporte, porque también se pretende gravar la contaminación.
Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados
El ITP, quizás menos conocido, es un tributo indirecto que grava tres hechos imponibles: transmisiones patrimoniales onerosas, operaciones societarias y actos jurídicos documentados.
No es necesario que sepas al detalle cómo funciona cada uno de ellos: en la práctica, este impuesto grava la compra de un coche o vivienda de segunda mano; el alquiler; la ampliación o reducción de capital en empresas o los actos jurídicos.
Se trata de un impuesto estatal del que se encargan las comunidades autónomas, por lo cual se debe abonar en la delegación de Hacienda de la comunidad que corresponda.
Renta de Aduanas
La competencia de este impuesto es de las municipalidades provinciales y los distritos de una determinada provincia. Se corresponde con el 2% de las rentas recaudadas por las aduanas, bien sean aéreas, marítimas, postales fluviales, lacustres y terrestres de la jurisdicción.
Impuestos Proporcionales
En este caso, el importe que se deberá desembolsar está calculado con base en un porcentaje fijo. El ejemplo más claro que podemos dar de ellos es el IVA.
En este tipo de impuestos no se tiene en consideración la renta del contribuyente, por lo que no existe progresividad.
Impuestos Progresivos
Se basan en las rentas o las ganancias de un individuo o empresa: cuanto mayor sean, mayor será la cuantía del impuesto. En este caso, el IRPF es un buen ejemplo, ya que toma como punto de partida el patrimonio para realizar los cálculos.
Impuestos Regresivos
Los impuestos regresivos, por otra parte, recaudan un menor porcentaje de los ingresos en caso de que la persona gane más. En este caso, en lugar de generar una redistribución de la riqueza, puede incrementar el peligro de que aumente la desigualdad en una sociedad.
A menudo se pone el IVA como ejemplo de impuesto regresivo, ya que los ciudadanos que ganen menos estarán obligados a gastar una proporción mayor de su sueldo al adquirir bienes de primera necesidad, por ejemplo, alimentos.
En resumen…
Aunque es un tema complejo, los impuestos se pueden dividir en dos grandes grupos: indirectos y directos, y el pago de estos es necesario para sostener los gastos públicos, la distribución de la renta y buscar una mayor eficiencia de la economía
Esperamos que este artículo te haya ayudado a comprender mejor cuáles son los principales tipos de tributos que se pagan en España y por qué motivo existen. No dudes en ahondar más y no te dejes abrumar por la complejidad de este sistema, ¡ahora ya tienes una base de donde partir!
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