Básicamente, hay quienes se han visto obligados a renunciar a una herencia en España ante la imposibilidad de afrontar los costes de aceptarla y las posibles deudas del fallecido.
En el post anterior Cómo saber cuándo renunciar a la herencia de una propiedad ya te hablamos de lo complicado que puede llegar a ser valorar si compensa o no aceptar una vivienda heredada.
Hoy vamos a repasar la legislación sobre las herencias de un modo más general para analizar qué supone rechazar una herencia, sus consecuencias y el concepto de aceptarla a beneficio de inventario.
Renunciar a una herencia es un derecho
Como no siempre una herencia es un dinero caído del cielo, la legislación española contempla el hecho de que se pueda renunciar a ella. Tanto es así, que renunciar a una herencia es un derecho. Eso sí, para que quede constancia de la renuncia hay que formalizar ese rechazo ante notario.
Lo que no podemos olvidar es que no podemos renunciar o aceptar una herencia hasta que seamos declarados oficial y legalmente herederos. Vamos, que se abra el testamento y se constate que somos tales herederos.
¿Por qué se suele renunciar a una herencia?
Por lo general, un heredero renuncia a una herencia o a la parte que le corresponda porque no le compensa.
Bien porque heredar supone unos pagos que no puede afrontar (impuesto de sucesiones) o bien porque la herencia consiste en bienes y en deudas y no es rentable aceptarla.
Otras situaciones que hacen poco atractiva una herencia son los posibles problemas con otros herederos del tipo conflictos por desheredaciones, desacuerdos por el reparto, bienes a heredar poco líquidos, usufructos, herederos legítimos inesperados, otras renuncias previas o la dificultad de localizar a algunos herederos.
¿Qué impuestos hay que pagar por heredar y cuál es el plazo?
Un problema legal que se encuentran algunos herederos es que desconocían el óbito y que eran herederos de esa persona. El Impuesto de Sucesiones hay que liquidarlo en seis meses desde el fallecimiento y recae en los herederos. Por lo tanto, quien pretende renunciar tiene un plazo muy marcado para hacer pública su decisión, de lo contrario, tendrá que pagar el Impuesto de Sucesiones. No paga Impuesto de Sucesiones quien renuncia la herencia en plazo y forma adecuados porque no llega a producirse una transmisión patrimonial.
Conocer la herencia resulta clave
Dada la posibilidad de que la herencia termine siendo un ‘regalo envenenado’, lo mejor que podemos hacer una vez confirmado el hecho de que somos herederos a través de la lectura de la herencia o la declaración de herederos, es pedir la información relacionada con ella.
Vamos, la relación de bienes, derechos y obligaciones que forman la denominada masa hereditaria. Y así, sabiendo lo que hay y los esfuerzos que puede suponer hacer líquida la herencia, decidir si se acepta o se renuncia a ella.
…porque renunciar a ella resulta barato
Para renunciar a una herencia basta con acudir a un notario y dejar constancia en escritura pública el deseo a la renuncia. Puede ser ante cualquier notario, pero hay que acudir con el certificado de fallecimiento de la persona de la que somos herederos y su testamento o declaración de herederos. Por este motivo, se suele acudir al mismo notario donde se ha leído el testamento, aunque no sea obligatorio desplazarse hasta allí.
Renunciar es para siempre
Igual que aceptar la herencia no tiene vuelta atrás, tampoco la tiene renunciar a ella.
Por otro lado, no se puede aceptar solo una parte de la herencia, pues es un todo indisoluble (derechos y obligaciones).
Los menores de 18 pueden ser herederos
Una complicación añadida es cuando uno o más de los herederos es/son menor/es de edad. Si la acepta, deberá tener un representante legal que actúe en su nombre, y este representante no puede tener intereses en la herencia, para evitar esos conflictos de interés. Si la rechaza, tendrá que hacerlo mediante una autorización judicial.
¿Y si algún heredero renuncia, qué pasa?
Puede darse el caso de que alguno o algunos de los herederos renuncie.
En tal caso, la situación se complica, pues no es tan sencillo como acrecer la proporción de masa hereditaria que corresponda a cada uno. Puede darse el caso, dependiendo de si hay o no testamento que lo estipule, que la parte correspondiente a la que se renuncia pase a los sucesores establecidos.
¿Qué significa aceptación de herencia a beneficio de inventario?
Cuando se tienen dudas sobre lo que puede incluir la herencia es conveniente acogerse a la denominada aceptación a beneficio de inventario. Sobre todo, cuando existe la sospecha de que puede haber más deudas y obligaciones que bienes y derechos.
Para hacerlo así hay que avisar al notario para que se haga un inventario de bienes. Y, una vez realizado el inventario, los herederos sólo recibirán lo que quede una vez saldadas las deudas, que se repartirán según lo dispuesto en el testamento, o a partes iguales si no hubiera declaración de herederos.
En conclusión, aceptar o renunciar a una herencia es un derecho que tienen los herederos y que dependerá de si saben que les compensa, de si dudan de ello o de si están seguros de que no les compensa. Aunque el Impuesto de Sucesiones puede ser el mayor impedimento para aceptar una herencia, hay otros motivos que pueden pesar en la decisión.
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