Por eso, un hogar con acristalamientos mal confeccionados o con un inadecuado aislamiento, así como una climatización de mala calidad, pueden provocar que sus habitantes deban abonar el importe de elevadas facturas energéticas y que, aunque se de este hecho, tenga que seguir viviendo en un espacio poco confortable.
Sin embargo, existen varios métodos que podremos llevar a cabo para ser lo más eficientes posibles con nuestro hogar. Para ello, la Guía Práctica de la Energía, publicada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, pone a nuestra disposición una lista de recomendaciones para ahorrar en climatización.
Principales consejos para ahorrar energía en la climatización
Es fundamental el aislamiento. Debemos considerar siempre que por las cubiertas y ventanas de los edificios se va la mayoría del calor interior en invierno y se consigue más calor en verano. Por este motivo, cuando vayamos a construir y rehabilitar un hogar es necesario poner toda nuestra atención en conseguir un aislamiento adecuado para todos los cerramientos exteriores, y también para las ventanas aislantes. Así podremos ahorrar energía y elevar nuestro confort.
Por otro lado, la calefacción representa casi la mitad de la energía que empleamos. Por ello debemos tener en cuenta siempre que en cada parte de la casa se necesitará una temperatura diferente. Por ello vemos cómo existen casas más frías que otras según su orientación o su nivel de aislamiento.
Como bien sabrás, una manera de evitar que se eleve la cantidad de energía orientada a calefacción es limitar la temperatura a los requerimientos propios de cada lugar de nuestro hogar. Así podremos elevar el confort y evitamos malgastar energía aumentando la temperatura de lugares que no lo requieren.
Además, deberemos elegir sistemas que sean eficientes. Por norma común, los sistemas eléctricos de calefacción y agua caliente sanitaria son los menos recomendables desde el punto de vista energético, porque tienden a consumir más. Para el suministro de agua caliente sanitaria, los sistemas con acumulación son los más recomendables. Además, la energía solar térmica es idónea para la preparación de agua caliente sanitaria.
Por otro lado, se recomienda la individualización del consumo. Según el IDAE, los contadores individualizados de calefacción y agua caliente permiten ahorros de entre el 20% y el 30%. Además, un buen sistema de regulación de la instalación y un correcto mantenimiento pueden conseguir ahorros totales superiores al 20% en los servicios comunes.
Domótica y climatización: confort y eficiencia en los hogares
Además, si queremos ahorrar deberemos tener en cuenta la domótica en nuestra casa. Climatización y domótica son dos conceptos que, juntos, elevan el confort y la eficiencia en los hogares. Debido a la incorporación de sistemas domóticos, lograremos gestionar de forma correcta los sistemas de climatización, agua caliente sanitaria, iluminación, riego, electrodomésticos… de modo que se aprovechan mejor los recursos naturales, se saca partido a las tarifas horarias de menor coste y, en consecuencia, es posible reducir la factura energética al tiempo que se gana en confort y seguridad. Si además se incluye un sistema de monitorización de consumos, las familias serán conscientes del consumo energético de su hogar, lo que les da la posibilidad de modificar sus hábitos para incrementar su ahorro y eficiencia.
Y es que como ya sabrás, empleando la domótica podremos modificar la temperatura de la casa según los requerimientos de cada lugar de nuestro hogar y dependiendo de cada momento. Es posible ajustar la temperatura según la hora del día, del lugar de la vivienda, de la presencia o ausencia de personas…
También podremos programar una función para que sea mucha más eficiente la luz solar y que el sistema domótico fije la apertura y cierre de cortinas y persianas. Todo ello para poder gestionar correctamente la luz y el calor de las horas de sol.
De esta forma, con la domótica podremos evitar el gasto excesivo energético. Para que lo entendamos mejor, la domótica es capaz de una gran cantidad de acciones. Por ejemplo, habilita el cierre automático de ventanas. Los sistemas domóticos saben si las ventanas están abiertas mientras funciona el sistema de climatización, y envían una alerta para corregir dicha situación, evitando así el despilfarro energético.
Por otro lado, los sistemas domóticos son capaces de alertar de incidencias. Debido a los sistemas centralizados de regulación y control se puede realizar un mantenimiento regular de las instalaciones de manera automatizada. También se detecta si se producen averías, de modo que el sistema puede cortar el suministro si fuera necesario.
Además, permiten controlar el consumo de los usuarios. Mediante la monitorización de consumos energéticos el usuario puede controlar en qué horarios y en qué lugares consume más energía. De esa manera puede adaptar sus hábitos de consumo y modificar aquellos que estuvieran generando un derroche energético.
En definitiva, la domótica aplicada a la climatización del hogar es una poderosa herramienta que, bien utilizada, puede contribuir a adaptar el funcionamiento de los sistemas a las necesidades térmicas reales de los habitantes de una vivienda, lo que genera un ahorro de energía importante.
¿Qué hogares pueden instalar domótica?
La tecnología domótica ha evolucionado de forma que existen diversos sistemas ideados para todo tipo de viviendas, de nueva y antigua construcción, unifamiliares o que formen parte de bloques de edificios residenciales.
La tecnología domótica aplicada a la calefacción se puede aplicar tanto en función de los requerimientos de cada proyecto como del modo de vida del usuario.
Desde CEDOM (Asociación Española de Domótica e Inmótica) aconsejan que, aquellos hogares que deseen instalar domótica en sus viviendas acudan a un instalador que, basándose en su conocimiento de diferentes productos, aconseje el que mejor se adapte a cada caso.
Integrar un sistema domótico en los hogares está al alcance de cualquiera. Con una pequeña pero inteligente inversión, será posible no solo recuperar la inversión, sino también respetar el medio ambiente. Debemos tener en cuenta que una inversión en la implantación de la domótica en un hogar repercutirá positivamente en la economía familiar, ya que permitirá ahorrar costes a corto y medio plazo gracias a la gestión inteligente de los sistemas tecnológicos propios de la ingeniería domótica.
Debido a que el coste de la energía suele aumentar, y que España es un país con una dependencia energética del exterior superior al 70%, gestionar el consumo energético incrementa significativamente el ahorro para el usuario.
Los sistemas domóticos permiten optimizar el consumo del agua, la electricidad y otros combustibles gracias a elementos de control. De ese modo permiten ahorrar energía y disminuir la factura energética.
Domótica: una pequeña inversión para mejorar el medio ambiente y la economía familiar
¿A qué estás esperando? Si quieres que tu hogar sea eficiente en el uso y en la gestión de los recursos energéticos lo más recomendable es que te pases cuanto antes al mundo de la domótica. Estos sistemas harán que tu hogar sea controlado por parámetros científicos que asegurarán el correcto suministro eléctrico, aprovechando cada recurso disponible y con el fin de ahorrar en la factura de la luz.
Cada vez más casas implementan la tecnología domótica para sus familias ya que es una inversión que repercute positivamente en la economía personal y familiar. Si estás pensando en cambiar los electrodomésticos de tu casa o en llevar a cabo una reforma, lo ideal es que tengas en cuenta estos sistemas domóticos, ya que en el futuro un 85% de los hogares dispondrán de este tipo de tecnología capaz de hacernos ahorrar ingentes cantidades de dinero en las facturas de la electricidad.