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Inmótica y domótica, ¿en qué se diferencian?

Distincion entre inmótica y domótica I ViveMásVidas

Seguramente la mayoría hemos escuchado alguna vez el término “domótica”, aunque quizá no tengamos del todo claro qué significa. La domótica es la tecnología que permite que muchos de los elementos propios del hogar puedan ser utilizados de manera remota o que incluso puedan ser programados para que se activen o desactiven según una orden preestablecida.

Seguramente la mayoría hemos escuchado alguna vez el término “domótica”, aunque quizá no tengamos del todo claro qué significa. La domótica es la tecnología que permite que muchos de los elementos propios del hogar puedan ser utilizados de manera remota o que incluso puedan ser programados para que se activen o desactiven según una orden preestablecida.

Infografia de Inmótico y dómotica

Otro término que probablemente habrás escuchado con menos frecuencia es “inmótica” que, de hecho, es muy similar. Ambos tienen la tecnología como elemento protagonista, la cual permite multitud de funciones como que puedas controlar la climatización, las luces, la subida y bajada de persianas, el acceso al hogar y mucho más. ¡Vamos a verlo un poco más al detalle!

¿Qué es la domótica?

La domótica es el conjunto de sistemas y tecnologías que se usan para automatizar la vivienda. Con ellos conseguimos una mayor comodidad, confort, seguridad y bienestar en nuestro día a día. Para su funcionamiento se emplean redes internas o externas, cableadas o inalámbricas, que comunican con los dispositivos tanto desde el interior de la vivienda como en el exterior.

La domótica también permite optimizar el uso de muchos elementos que funcionan con electricidad. Cada vivienda es causante de la emisión de varias toneladas de CO₂, pero con la domótica podemos controlar y optimizar los elementos eléctricos y disminuir esas emisiones contaminantes.

Entre las funciones que se incluyen en los sistemas domóticos encontramos muchas utilidades. Las más importantes podrían ser las siguientes:

  • Sistemas de iluminación eficiente: Con estos sistemas podemos hacer mucho más que encender y apagar las luces. Esta tecnología te permite controlar la intensidad de la luz según la luminosidad exterior, que va aumentando a medida que anochece. También puede encender las luces del jardín o la entrada al caer la noche y apagarlas cuando salga el sol, entre otras muchas funciones automáticas.
  • Aviso de averías: Los sistemas de domótica se basan en los sensores instalados en la vivienda. Por lo que, si detectan un fallo en la iluminación, una fuga de agua o que algún electrodoméstico funciona mal, avisan para que se pueda reparar en el menor tiempo posible.
  • Climatización de la vivienda: El sistema de climatización puede activarse a una hora determinada o activarse remotamente desde el smartphone una hora antes de la llegada a casa. Así, al llegar, ya estará a la temperatura ambiente deseada.
  • Aviso de ventanas abiertas: Se puede programar la apertura o cierre de ventanas, sobre todo si se está utilizando la climatización. Además, puede avisar que hay una de ellas abiertas, para que se cierre y no desperdiciar energía climatizando la zona.
  • Control de accesos: Gracias a un control domótico, se puede dar acceso a la vivienda, aunque no se esté físicamente allí. Puede ser útil, por ejemplo, para abrir la puerta del jardín y permitir que un repartidor deje un paquete o para dar acceso a alguien a la vivienda que no dispone de llave física.
  • Activación de electrodomésticos: Poner la lavadora a determinada hora, hacer que se active el horno para que vaya cocinando y cuando sea la hora de la cena esté todo a su punto… Algunos electrodomésticos pueden programarse gracias a la domótica para adaptarse a tu ritmo de vida y ponértelo más fácil.
  • Agua corriente: La caldera también puede ser controlada con un sistema domótico. Esto quiere decir que se puede controlar el caudal del agua y su temperatura para ajustarla según tus necesidades.

Esto es solo una muestra de lo que podemos conseguir con la domótica. Pero para conseguir que todo funcione de manera correcta y eficiente, no es suficiente son disponer de estos sistemas, sino que hace falta una arquitectura tecnológica que lo gestione todo.  

Modelos de gestión

Se pueden encontrar varios modos de gestión, según su diseño:

  • Arquitectura centralizada: Este tipo de instalación tiene un punto central desde donde se gestionan todas las instrucciones y la programación.
  • Arquitectura distribuida: En esta modalidad, no hay un procesador central, sino que la instalación se divide en varios elementos que funcionan de manera autónoma. Así, es necesario un cableado independiente para cada uno de los módulos, que funcionan cada uno por su lado y con un nodo diferente.
  • Arquitectura mixta: Esta utiliza los dos sistemas, de manera que aprovecha las características de ambos. Parte de una estructura descentralizada, formada por varios sensores que obtienen los datos necesarios en cada sector y los transmite a un centro de procesado. Desde este se transmite de vuelta a los dispositivos y estos ejecutan las instrucciones.

Gracias a toda la información obtenida por la gestión de estos sensores repartidos por la vivienda, es muy sencillo conocer el consumo eléctrico de cada dispositivo y elemento. De este modo, se puede programar de manera mucho más eficiente su funcionamiento y conseguir reducir la factura de la luz. 

Pero hay una tecnología que nos permite ir paso más allá de la domótica y el uso racional de la energía para gestionar los elementos eléctricos de un edificio. Esta tecnología es la inmótica. 

Diferencia entre domótica e inmótica

Aunque la domótica y la inmótica son similares, hay una diferencia bastante importante entre ambos conceptos. Mientras que la domótica se ciñe al ámbito de una vivienda o un pequeño edificio, la inmótica, en cambio, tiene un alcance más grande y aplica a grandes edificios, hoteles, instalaciones industriales y otros similares. Así que la principal diferencia entre ambos conceptos es, fundamentalmente, la escala a la que operan.

Si los sistemas domóticos se encargan de controlar los elementos eléctricos de una sola vivienda, la inmótica es bastante más compleja. Ya que sus sistemas se encargan de gestionar todo un edificio. Esto requiere una instalación mucho más grande, que se encargue de todas las plantas de un hotel, un centro comercial, un hospital y cualquier otro tipo de gran edificio. La dificultad en este tipo de instalaciones estriba en el tamaño de los sistemas a gestionar, la cantidad de dispositivos que hay y la complejidad de coordinar todos los elementos a controlar.

Distinción entre domótica e inmótica I ViveMásVidas

Pero, a efectos prácticos, tanto la domótica como la inmótica emplean una tecnología similar. Los mismos sensores, las mismas cámaras y el tipo de instalación que es totalmente escalable. No importa que se trate de encender o apagar las luces del jardín o de una gran fachada, las bases de su funcionamiento son las mismas.

¿Por qué y cómo implementar estos sistemas?

El empleo de estos sistemas, tanto a pequeña como a gran escala, permite un ahorro considerable de energía. Gracias a la programación se puede optimizar la climatización y la iluminación del hogar, evitando derrochar energía innecesaria en estancias que no se están utilizando, y por tanto permitiendo ahorrar costes energéticos.
Por eso, aunque la instalación inicial pueda suponer una inversión importante, el coste queda diluido a través del tiempo, gracias al control que se puede conseguir sobre todas estas funciones que generan gastos diariamente. 

Tanto en la vivienda como en las instalaciones de un edificio, para efectuar la instalación, es conveniente saber qué se necesita y qué tipo de uso se va a hacer del sistema domótico o inmótico. Puede ser que solo se necesite controlar la iluminación de un espacio, o solo la climatización, así que la planificación es importante a la hora de hacer la inversión necesaria y conseguir el máximo rendimiento de la misma.

¿Cómo podemos instalar esta tecnología en casa? Hay muchas empresas que se encargan de este tipo de instalaciones. De hecho, la tecnología empleada para realizar estas instalaciones es muy compleja, pero se ha convertido en algo muy común por ser accesible y de fácil uso por parte de quien tiene que usar el sistema.

Haz de tu casa un hogar inteligente

Ahora que ya conoces la diferencia entre domótica e inmótica, y sabes que esta tecnología automatizada es una buena manera de controlar el consumo de energía y optimizar su uso a través de la programación o de dispositivos portátiles ¿te animas a implementarla en casa?

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Sigue leyendo más de Domótica en el apartado En Innovación.

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