A estos gastos se une el impuesto de circulación dependiendo del país europeo o la comunidad autónoma en la que el coche se encuentre censado. En el caso de España, se une el nuevo impuesto de CO2 que se está empezando a implementar en las comunidades autónomas de forma progresiva.
¿Qué son las emisiones Co2?
El dióxido de carbono es un gas denso e incoloro que se puede encontrar en la atmósfera terrestre, junto con muchos más. Se encuentra en la capa de la atmósfera más cercana a la superficie, que recibe el nombre de troposfera.
Es un gas que forma parte de la naturaleza y cumple con la función para mantener la vida sobre la superficie de la Tierra y en los mares. Pero posiblemente hayas escuchado hablar de las emisiones de CO2 y de que son bastantes perjudiciales para la salud, no solo de las personas, sino del medio ambiente.
Desde hace varias décadas, la acción humana ha sido determinante para que la cantidad de CO2 aumente demasiado. La cantidad de este gas en la atmósfera provoca que exista un efecto invernadero.
Esto quiere decir que la radiación térmica emitida en la superficie de la Tierra no puede escapar y los gases de efecto invernadero, como el CO2, hacen que el calor vuelva a la superficie. Este calor se reparte por todo el planeta y puede provocar que haya cambios graves en el clima mundial.
Esto está pasando en la actualidad y por ello los gobiernos están actuando para intentar paliar la emisión de C02 a la atmósfera. Para ello, se han habilitado impuestos a las emisiones de CO2.
¿Qué es el impuesto por emisiones de CO2 en vehículos?
Para intentar paliar los efectos de estas emisiones de CO2, los gobiernos de toda Europa han instaurado impuestos para que se grave el exceso de emisiones y se mejoren los procesos de fabricación y así, que la industria pueda reducir las emisiones que produce. Estas medidas tienen fines resolutivos a nivel global.
Poner un nuevo impuesto sobre el coche puede parecer algo negativo. Es un gasto más a afrontar cada año y esto no suele ser bien recibido por los contribuyentes.
Este impuesto, sin embargo, no resulta muy gravoso y sus beneficios se dejarán notar en espacios naturales.
Teniendo en cuenta las implicaciones que tienen las altas emisiones de gases contaminantes en el cambio climático, este impuesto está diseñado para desincentivar el uso del vehículo particular y potenciar el uso del transporte público o el uso del vehículo compartido.
Pago del impuesto de emisiones de CO2 sobre los vehículos
Según los diferentes gobiernos autonómicos, este impuesto “tendrá carácter finalista y nutrirá a partes iguales el Fondo Climático y el Fondo de Patrimonio Natural”. También determina que “el impuesto se gestionará mediante padrón y será elaborado y aprobado por la Agencia Tributaria a partir de los datos de que dispone” una vez las diferentes comunidades autónomas procedan a gravar este impuesto.
Este impuesto ya se ha comenzado a pagar en 2022 en Cataluña, y para determinar qué vehículos tienen la obligación de cumplir con él, el 31 de diciembre de 2021 se comunicó lo siguiente:
Todos los vehículos que en esa fecha estén inscritos a nombre de una persona o empresa residente en la comunidad que ya esté gravando este impuesto y dentro de las categorías estipuladas en el texto de la ley, deberán pagar el impuesto de CO2.
En el caso de España, los vehículos que van a tener que cumplir con el pago de esta tasa son los turismos con capacidad hasta nueve plazas, que tienen categoría M1; las furgonetas de hasta 3.500 kilos, que son de categoría N1 y motocicletas y similares, que entran dentro de las categorías L3e, L4e, L5e y L7e.
Pero, como en toda norma, hay excepciones. Los vehículos que no tienen que pagar el impuesto de CO2 son los de emergencias; coches oficiales y diplomáticos, vehículos fúnebres, vehículos adaptados para personas con discapacidad; vehículos con matrícula que los identifique como históricos y los coches que tengan categoría de clásicos. Estos tienen una bonificación del 100% de la cantidad a pagar, así que se la ahorran. En general, tampoco lo pagan los que no estén catalogados en las categorías anteriores.
Tampoco van a pagar este impuesto a las emisiones de CO2 los vehículos eléctricos, los turismos que emitan menos de 95 g/km de este gas contaminante, las furgonetas que emiten menos de 140 g/km; camiones y vehículos comerciales de más de 3.500 kg; autocares y vehículos capaces de transportar a más de nueve pasajeros.
La cantidad a pagar con este nuevo impuesto se calculará en base a las emisiones reales de cada vehículo. Para saber cuál es la que corresponde a cada vehículo, hay que consultar el padrón definitivo que publica la Agencia Tributaria. Para consultarlo se requiere contar con algún medio de identificación digital o el NIF y el número de la matrícula del vehículo sobre el que se quiere realizar la consulta.
Fit for 55: en el camino hacia la descarbonización
El Parlamento Europeo declaró la emergencia climática. La Comisión Europea publicó el Pacto Verde Europeo, una medida para conseguir una Europa climáticamente neutra de aquí a 2050. Para conseguirlo, la Ley del Clima recoge la obligación de que la UE reduzca sus emisiones en un 55% para 2030.
El “Paquete Objetivo 55” o “Fit for 55”, es el conjunto de propuestas legislativas y reformas necesarias para lograr el objetivo climático que tiene como misión principal la trasformación y el cambio radical en el ámbito económico, social e industrial.
Con estas modificaciones legislativas, se esperan resultados positivos y así, reducir desigualdades entre energías renovables y contaminantes. Esta propuesta recoge aspectos muy interesantes y eficaces para fomentar el desarrollo sostenible.
Tras largas negociaciones, el Parlamento Europeo ha dado luz verde a gran parte de los dosieres que exponen la entrada de la política climática en la vida cotidiana de todos los ciudadanos y empresas.
Entre los dosieres destaca la reforma del sistema de comercio de emisiones de la UE (ETS) que incluye a sectores industriales contaminantes, cuyas normas se ven reforzadas para conseguir una reducción del 63,2% de sus emisiones en 2030.
La educación es fundamental para concienciar a la sociedad de la situación actual e impulsar las capacidades para desarrollar la economía verde. La Unión Europea seguirá luchando para conseguir una economía descarbonizada y sostenible.