Por suerte, evitar ir al taller más de lo necesario y alargar la vida útil de tu coche, es posible. Basta con aplicar una serie de sencillos tips que harán que tu coche se vea, y se sienta como recién salido de fábrica.
En este artículo te contaremos una serie de sencillos consejos que podrás poner en práctica sin pasar por el taller y sin necesidad de ser un mecánico experto. ¿Estás a punto? ¡Arrancamos!
1. Cuida los frenos
Los frenos son uno de los elementos del coche que más sufren, y también uno de los que necesitamos que estén siempre en perfecto estado.
- Haz un mantenimiento preventivo cada 20.000 km, cambiando las pastillas y el líquido de frenos.
- Cuando conduzcas, utiliza el “freno motor” usando los cambios de marcha. Así evitarás sobrecalentar los frenos.
- Si el pedal de freno vibra, se hunde más de lo habitual, o va muy duro, puede que las pastillas estén desgastadas y haya que cambiarlas.
2. Revisa frecuentemente el nivel de aceite
Aún hoy es muy común ver coches que circulan sacando un horrible humo negro a través del tubo de escape. Esa es la señal más evidente de que ese coche necesita un cambio de aceite.
Pero no tenemos que esperar tanto para hacerlo. Al contrario: conviene revisar frecuentemente el nivel de aceite, y cambiarlo si vemos que el nivel es bajo. Lo ideal es revisar el nivel de aceite una vez al mes, y siempre que vayamos a iniciar un viaje largo.
Fíjate también en la información disponible en el panel de tu coche: si existe alguna avería o el auto pierde aceite, se encenderá un piloto avisándote.
¿Cómo revisar el nivel de aceite?
- Hazlo siempre con el coche plano, evitando cualquier pendiente.
- Hay que medir el aceite con el coche frío.
- Retira la varilla del aceite y límpiala. Métela y sácala de nuevo para ver el nivel de aceite.
- En la varilla verás unas letras: si el nivel está en letra C debes añadir un litro de aceite. Si está entre C y B, medio litro, y si está entre B y A el nivel de aceite es el adecuado.
3. Controla el filtro de aire
Gracias al filtro, el aire llega a los cilindros del motor para mezclarse con el combustible. Por eso, un correcto funcionamiento del filtro de aire es clave para evitar daños graves en el motor.
Habitualmente, los fabricantes recomiendan cambiar el filtro de aire una vez al año o entre 15.000 km y 20.000 km. Si el filtro está sucio, impedirá el paso del aire, haciendo que perdamos potencia, que las piezas del motor sufran mayor desgaste y que aumente y que a la larga el motor pueda sufrir averías graves.
4. Atención a la batería
Seguramente es uno de los momentos más desesperantes que existen al conducir. Te sientas, le das al contacto, y el coche no hace nada… porque se ha quedado sin batería.
Toca llamar al servicio técnico, y esperar. Además, como probablemente sabrás, las baterías tienen la extraña habilidad de descargarse en el peor momento: con el coche aparcado en doble fila en mitad de una calle con mucho tráfico, en el aparcamiento de una playa a una hora de tu casa…
Para no llevarnos sorpresas, conviene estar atento a algunas señales que pueden advertirnos de que un fallo de la batería es inminente:
- El coche tarda en arrancar: Si el coche tarda en arrancar, si tienes que insistir varias veces hasta que el motor empieza a carburar o si al arrancar escuchas ruidos extraños, es muy probable que la batería esté a punto de fallar.
- Baterías con signos de óxido y corrosión: Una revisión ocular puede darte muchas pistas sobre el estado de la batería. Baterías con daños en la parte superior, con óxido o con signos corrosión son una señal clara de agotamiento.
- El climatizador no responde: Si la temperatura se descontrola, o sufrimos cortes repentinos del aire acondicionado o de la calefacción, puede que la batería esté agotándose.
- Limpiaparabrisas “lentos”: Cada cierto tiempo, conviene comprobar que los limpiaparabrisas funcionan correctamente en todas sus velocidades. Si notamos acelerones o parones, puede que la culpable sea una batería agotada.
5. Luces para cualquier terreno
En un coche, las luces tienen una doble función: Ayudarnos a ver nuestro entorno, y ayudar a que los demás nos vean a nosotros. Por eso es buena idea revisar regularmente que todas las luces funcionan correctamente.
Además, deberíamos llevar siempre en el maletero un recambio de todas las luces, y saber cómo cambiarlas. Esto no sólo nos evitará problemas a la hora de conducir, sino que también puede ahorrarnos sanciones y multas.
6. Cuida la suspensión
Las suspensiones de los coches han mejorado muchísimo con el paso de los años. Ahora ofrecen una estabilidad y una durabilidad que antes era impensable. Pese a todo, no debemos descuidar la suspensión, porque a medida que los amortiguadores se van desgastando por el uso, el coche pierde adherencia a la carretera y aumenta el riesgo de sufrir un accidente.
¿Qué podemos hacer para cuidar la suspensión? Aquí tienes algunas medidas muy fáciles de aplicar:
- Evita circular a gran velocidad, sobre todo si el asfalto es irregular.
- No cargues mucho el coche. A más peso, más sufre la suspensión.
- Revisa tu suspensión, al menos cada 20.000 Km.
- Controla la presión de tus neumáticos.
- Siempre que puedas, esquiva los baches.
7. Hay que estar preparado para las emergencias
Chaleco reflectante, triángulo, herramientas para reparaciones básicas, el gato para cambiar un neumático… Llevar todos estos elementos te ayudará a disfrutar de mayor tranquilidad.
La DGT obliga a llevar los siguientes elementos:
- Documentación del coche en regla y actualizada.
- Chaleco reflectante
- 2 triángulos de señalización o una luz de emergencia V-16 o un dispositivo luminoso intermitente (que sustituirá la señalización V-16 de los triángulos en un futuro cercano).
- Rueda de repuesto.
Además, es recomendable, que en tu coche dispongas también de:
- Un martillo de seguridad con cuchilla para romper las ventanas y cortar el cinturón en caso de necesidad.
- Cadenas si circulas por zonas de nieve.
- Linterna
- Botiquín de primeros auxilios.
- Manta térmica
8. Lava tu automóvil
¿A quién no le gusta que después de pasar por el túnel de lavado, el coche se vea como nuevo? Pero, los beneficios de lavar el coche a menudo van mucho más allá de lo puramente estético, ya que evita la acumulación de polvo y suciedad, que aceleran el envejecimiento de la carrocería.
Además, cuando laves tu coche, no te olvides de limpiar también el interior, ya que de esta manera ayudas a eliminar bacterias y gérmenes.
Lo recomendable es lavar el coche cada dos semanas, y cada una en las épocas de más lluvia, sobre todo si el coche pasa mucho tiempo aparcado en la calle.
En España, la vida media de un automóvil es de aproximadamente 12 años, y ya ves que alargar su vida útil es muy sencillo, y además te ayudará a evitar disgustos. Pero si te toca pasar por el taller, recuerda que nuestros préstamos personales están disponibles para ayudarte a cubrir cualquier reparación de tu automóvil, o para disfrutar del dinero necesario para comprarte un coche nuevo.
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