Nos encontramos en un momento histórico idóneo para adquirir un coche de ocasión. Desde la crisis económica que pasamos no hace mucho y tras el desabastecimiento general de microchips para la fabricación y transporte de coches nuevos, comprar un coche de segunda mano se está convirtiendo en la opción favorita de cada vez más conductores.
La verdad es que comprar un coche de ocasión tiene sus ventajas como el precio reducido, la entrega instantánea o la reducción de impuestos. Por otra parte, también tiene algunos riesgos y desventajas, como desconocer el trato que ha recibido ese vehículo anteriormente. Por eso, para poder hacer el proceso de compra con tranquilidad y seguridad, no hay que precipitarse. Debes informarte y comparar para elegir bien, y aquí tienes toda la información clave que necesitas para hacerlo.
Unas preguntas previas para decidirte a comprar un vehículo de ocasión
Cada caso es diferente, y puede que aún no te hayas decidido al 100% por un vehículo de ocasión. Si estás dudando de si comprarte uno de segunda mano o uno recién salido de fabricación, aquí te dejamos unas preguntas para saber si es la opción que mejor se adapta a tus necesidades.
- ¿Con cuánta frecuencia cambias de coche? Aunque no lo parezca, esta es una pregunta importante. Si lo haces cada poco tiempo, un vehículo de ocasión puede ser tu mejor alternativa. Ahora bien, si lo que buscas es un coche a largo plazo, te recomendamos mejor un coche nuevo.
- ¿Qué tipo de coche estás buscando? Dependiendo del tipo de coche que busques, la compra de segunda mano juega a tu favor o en tu contra. Aunque desde la pandemia se ha producido un encarecimiento general, algunos modelos son muy baratos o muy caros según la demanda. Por ejemplo, dentro de los modelos más baratos, puedes echarles un vistazo a los Opel Corsa, Kia Rio, Nissan Micra o el Hyundai I20.
- ¿Cuál es tu presupuesto?, ¿tienes capacidad de financiación Tienes que valorar todos los gastos: el vehículo, el IVA, los impuestos de circulación y matriculación, el seguro, si tiene bonificaciones fiscales o si puedes desgravar algo. Normalmente los concesionarios ofrecen una financiación total o parcial, pero también puedes ayudarte de entidades financieras como Cofidis, que cuentan con planes de financiación adaptables para que puedas adquirir un vehículo de segunda mano o nuevo, si es lo que finalmente necesitas.
Qué tipo de vehículos encontrarás al comprar un coche de segunda mano
Existen diferentes tipos de vehículos de segunda mano según el uso que hayan hecho de él. Las diferencias las notarás no solo en el coche o su funcionamiento sino, sobre todo, en su precio. De modo que es un factor que debes considerar según el presupuesto que estés dispuesto a pagar.
- Kilómetro 0: Estos vehículos no han superado los 200km. Normalmente se matriculan a nombre de un concesionario o marca, y suelen provenir de acciones comerciales. Suelen ser prácticamente nuevos y aún mantienen la garantía de la empresa de fabricación.
- Seminuevos: estos vehículos no deben superar los 50.000km y pueden llegar a tener hasta 24 meses de uso. La gran mayoría de veces son unidades de los agentes o del personal del concesionario.
- De ocasión: pueden llegar a haberse usado entre 2 y 5 años. Los de gasolina pueden llegar a tener un kilometraje anual de 15.000, mientras que los de diésel llegan a los 25.000 km/año.
- Usados: esta es la categoría para los coches de 2ª mano que tienen más de 5 años. Su procedencia suele ser diversa, y aunque es posible encontrar algunos a nombre de concesionarios o casas comerciales, la gran mayoría proviene de particulares.
¿Por qué es mejor que no compres uno de más de 6 años?
Empezando por que los coches más recientes emiten hasta un 90% menos de micropartículas en suspensión y de óxidos de nitrógeno. Y no solo eso. También incorporan muchas más medidas de seguridad como el ESP o el sensor de monitorización de presión de los neumáticos y gastan, de media, un 25% menos que los vehículos antiguos. Además, hay muchas más probabilidades de que tengas que realizar reparaciones más a menudo, con todos los costes que ello significa, debido a las potenciales averías que pueda tener el coche tras tantos años de uso y las ITVS cada vez más regulares que se exigen.
Y, además, debes tener en cuenta el tema de las ZBE y las restricciones de movilidad en Barcelona y en Madrid, y que durante este año 2023 se van a incoporar hasta 149 nuevas localidades a las Zonas de Bajas Emisiones en España.
Elige sabiendo dónde comprar el coche de segunda mano
- Concesionarios o compraventa: Las redes de distribución suelen disponer de un mayor número de ventajas como: minuciosas revisiones de los vehículos, una limpieza a fondo, más comodidad y, seguramente, hasta un año de garantía.
- Particulares: Esta es una opción que puede entrañar más riesgos debido a la enorme variedad de situaciones con las que nos podemos encontrar. Por lo general, no se suelen hacer revisiones previas, no tienen garantía y, además, deberás ocuparte de hacer todo el papeleo por tu cuenta o destinar un dinero extra a que alguien realice el trámite por ti. Por el contrario, tienen una gran ventaja: suelen ser mucho más baratos. En este caso, es muy importante probar el vehículo y revisarlo a fondo antes de adquirirlo. Si en tu caso no controlas mucho en terreno de coches, te recomendamos que acudas a alguien que sí conozca el mercado automovolístico para que te oriente en la compra.
Un pequeño hack legal 😉 : Si encuentras defectos graves durante los primeros seis meses y el vendedor no te ha advertido, puedes reclamar ante los tribunales.
Que no te den gato por liebre: revisa el coche a fondo
Antes de decidirte a hacer la compra, debes hacer una revisión general del estado del vehículo y evitar engaños. Aún así, para tu tranquilidad, recuerda que puedes contratar un seguro que cubra fallos mecánicos, incluso en compras de segunda mano entre particulares.
Primero, comprueba el estado general del vehículo
Inspecciona la carrocería
Golpes, estado de la pintura… Prueba a mirar desde diferentes perspectivas, porque puede que haya matices en los tonos de color. Esto puede significar que el coche ha recibido algún golpe y se ha tenido que repintar. En ese caso, comprueba que no tenga secuelas en el interior.
Si la pintura se ha levantado en el capó o en el techo se debe a una larga exposición al sol, probablemente por estar aparcado en la calle. Esto te da una pista de que con el tiempo eso puede pasar en otras zonas.
Zonas exteriores donde poner especial cuidado
Hay algunas áreas del coche que hablan más que otras. Por ejemplo, es importante que revises los faros, ya que si no son iguales indica que uno ha sido sustituido a causa de algún golpe o accidente. Asimismo, el capó es una zona imprescindible. Quizá cuando lo levantes solo veas cables y tubos, pero hay elementos que te pueden ayudar, como los niveles de aceite, el líquido anticongelante y el del limpiacristales, o que los bordes de la batería estén oxidados. Por último, revisa su tornillería. Si ves claras señales de manipulación es porque el coche ha necesitado una restauración significativa.
Otra región fundamental son las puertas, y especialmente las bisagras. Si no cierran es posible que hayan necesitado una reparación. Mira bien las soldaduras o la pintura también. Si te encuentras con gomas de plástico o con óxido, es probable que haya estado mucho tiempo a la intemperie.
Te recomendamos mirar también el maletero del vehículo. Esta zona es útil para detectar carencias, ya que es más cara de reparar al no estar a la vista. Fíjate en si hay soldaduras raras donde va la rueda de repuesto, y, de paso, prueba a levantar la moqueta y las gomas para ver si ha pasado por el chapista.
Un detalle útil: si el propietario es fumador habitual, lo normal es que puedas sacar el coche unos euros más barato por la presencia de olores o daños hechos en la tapicería o consola central.
Busca elementos no homologados
Comprueba si el coche lleva un alerón, bajos, luces o ruedas que no aparecen en la ficha técnica (ITV). En tal caso, debes acudir a algún técnico para cerciorarte de que la supera.
No te olvides de mirar si tiene bola de remolque
De ella puede depender la vida útil del coche. Por eso, te aconsejamos que compruebes si la lleva o no. En caso afirmativo, es probable que el motor, las suspensiones o los frenos hayan sufrido un sobreesfuerzo.
Segundo, comprueba su estado mecánico
A simple vista, los fallos mecánicos no se aprecian. Tendrás que hacer comprobaciones con el motor parado y en marcha para asegurar que funciona bien.
- Parado, lo que deberías hacer es verificar el funcionamiento de todos los accesorios: elevalunas eléctricos, los faros, limpiaparabrisas, climatizador, aire acondicionado, la radio, etc. También es recomendable que te fijes en que el desgaste de los neumáticos sea homogéneo, y no asimétrico.
- En movimiento, prueba cómo responde ante situaciones habituales de tráfico, y ver si te sientes seguro. Que no tenga pérdidas de potencia, vibraciones de motor o tirones. También asegúrate de que el coche no se desplaza hacia los lados al frenar suavemente y de que el control de crucero funciona correctamente.
Si no tiene los papeles en regla, no es buena señal
No te olvides de comprobar los papeles del vehículo para cerciorarte de que no tenga cargas.
Ayúdate de la DGT para comprobar el estado legal del vehículo
Puedes pedirle un informe reducido del vehículo de forma gratuita a la DGT.
Este ofrece información básica como la identificación del vehículo, comprobación del alta del coche e información adicional sobre alguna incidencia, carga o limitación a la hora de circular.
Si no te acaba de convencer, para asegurarte del todo también puedes verificar si el coche tiene algún embargo (el dueño nuevo se encargaría de levantarlo), si ha sido importado, o el número de dueños anteriores. Eso sí, este informe extendido expedido por la DGT vale 8€.
¿Aún no te fías? Revisa todos estos documentos
Saber cómo ha estado el vehículo desde que salió del concesionario es importante, por eso te proponemos que verifiques el libro de mantenimiento y todos sus sellos, y que todos sean de instalaciones profesionales.
Y ya que estamos, échale una ojeada también a las facturas y los productos empleados. Suena a tontería, pero a la larga no es lo mismo un aceite low cost que de una marca de categoría. La calidad afecta a la vida útil del coche.
Tampoco te olvides de la ficha técnica, el mejor soplón. Examina si ha logrado superar todas las ITVS a la primera, o si por el contrario ha necesitado algún intento más.
Sobre todo, no temas hacer preguntas en estos casos ni escatimes en tu interrogatorio; es mejor revisar todos los documentos que no arrepentirse después. Pregunta todas tus dudas tanto al vendedor como a la aseguradora, como por ejemplo, si tiene multas o facturas impagadas.
El último paso: firmar el contrato de compraventa
Ahora toca la parte más burocrática: el papeleo. Tras hacer todas las comprobaciones pertinentes, es momento de que las dos partes firméis un contrato de compraventa. En Internet puedes descargar un contrato tipo e imprimir dos copias. De esta forma, solo tendréis que rellenar los datos del comprador, del vendedor, del vehículo y pactar las condiciones del acuerdo.
Una vez firmado, debes abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (IPT) de los modelos 620 o 621 según proceda. Lo debes hacer en la comunidad autónoma de tu domicilio fiscal. Y ultimísimo paso: abonar las tasas de cambio de titularidad del coche a la DGT en un plazo máximo de 30 días desde la compraventa. El precio de es de 27,85€ para los ciclomotores y de 55,75€ para el resto de vehículos.