Las vacaciones son sinónimo de relax…aunque no siempre. Según un estudio realizado por la Comisión Europea hasta un 7 % de los viajeros acaba visitando un hospital o recibiendo un tratamiento en el extranjero. Una cifra que, tal y como apunta el estudio, afecta en mayor porcentaje a los hombres que a las mujeres. ¿Puede todo esto evitarse? La precaución es, sin duda, una de las mejores aliadas para evitar cualquier accidente, pero por desgracia los infortunios suceden, por lo que contratar un seguro de viaje puede ser la mejor opción para que nuestras vacaciones no acaben con una factura extra de hospital.
Lo que debes saber al contratar un seguro de viaje
También conocidos como asistencia al viajero, los seguros de viaje ofrecen una serie de servicios asistenciales para cuando viajamos al extranjero. Los más comunes se centran en ofrecer asistencia sanitaria en caso de padecer un accidente o enfermedad, aunque los hay con coberturas más completas que nos protegen en otros supuestos como en el caso de necesitar asistencia legal, entre otros.
Podemos contratarlos en las mismas agencias de viajes o en las webs donde contratamos nuestros viajes, pero lo cierto es que no son ellos quienes los gestionan en realidad. Los encargados de estos productos son las aseguradoras tradicionales o, en su defecto, las compañías de asistencia al viajero, que son organismos especializados en coordinar los servicios asistenciales que ofrece cada destino.
La pregunta del millón: ¿El seguro de viaje es obligatorio u opcional?
En general, los seguros de viaje al extranjero no son algo obligatorio, por lo que su contratación dependerá de los riesgos que cada persona esté dispuesta a asumir en el destino. Pero, como no, la cosa no es tan simple. Para entrar en algunos países sí que es necesario contar con un seguro con ciertas coberturas, una situación que ha ido en aumento desde la aparición de la COVID.
Los países que exigen un seguro de viaje para poder visitarlos
- Arabia Saudí: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Argelia: Seguro de viaje con vigencia en el país.
- Argentina: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Bielorusia: Seguro de viaje con vigencia en el país y con una garantía mínima de 10.000 €. Si queremos visitar el país durante más de cinco días necesitaremos, además, un visado.
- Catar: Seguro de viaje con vigencia en el país.
- Chile: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Costa Rica: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID. En este caso el seguro por tratamiento debe tener un valor de, al menos, 50.000 dólares y 2.000 más en concepto de alojamiento por enfermedad.
- Cuba: Seguro médico con cláusulas específicas para el tratamiento de la COVID. Este seguro, además, debe ser expedido por aseguradoras que operen en Cuba.
- Ecuador: Seguro de viaje internacional con cobertura en Ecuador. El Ministerio de Exteriores del país recomienda que sea lo más extensivo posible.
- Estados Unidos: Seguro de viaje con vigencia en el país con garantía mínima de 100.000 dólares por accidente, 50.000 por evacuación y 25.000 por repatriación.
- Irán: Seguro de viaje completo (garantía 1.000.000 €) y un visado que debe solicitarse a la Embajada meses antes.
- Islas Galápagos: Seguro de viaje autorizado por la Secretaría Técnica del Gobierno de Galápagos.
- Israel: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Jordania: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Líbano: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Omán: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Paraguay: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Rusia: Además de un visado, será necesario contar con un seguro de viaje completo con cláusula de repatriación.
- Seychelles: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Sri Lanka: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID. En este país, sin embargo, podemos obtenerlo directamente ahí a través de una aplicación móvil o a través del hotel.
- Surinam: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Sudáfrica: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
- Tailandia: Seguro médico que cubra tratamientos por un mínimo de 20.000 € durante todos los días de viaje + 10 extras por COVID. Además la documentación debe estar en inglés.
- Turkmenistán: Seguro de viaje con vigencia en el país.
- Ucrania: Seguro médico que cubra el ingreso y tratamiento por COVID.
El seguro de viaje deportivo, un must en algunos lugares
Aunque el país no lo exija, si nuestro plan de viaje incluye hacer deporte no está de más pensar en contratar un seguro deportivo. De hecho, algunos países lo exigen si pensamos llevar a cabo alguna actividad relacionada con el deporte.
Es el caso, por ejemplo, del Nepal. Si queremos disfrutar de las increíbles rutas de trekking que esconde el país no nos queda otra que contratar un seguro de viaje con coberturas específicas para accidentes deportivos ya que, de no hacerlo, no podremos obtener el TIMS (Trekker ‘s Information Management System).
Las principales coberturas a tener en cuenta al contratar un seguro de viaje
Dependiendo del seguro que contratemos y sus coberturas, estaremos protegidos frente a unos u otros supuestos. Repasemos cuáles son las más comunes para que puedas evaluar con precisión las que más se ajustan a tu viaje y, ya de paso, puedas ahorrar algo al contratar solo las garantías que vayas a necesitar.
Asistencia médica
Esta garantía es la más común y solicitada a la hora de contratar un seguro de viaje, ya que permite tener acceso a asistencia sanitaria en el extranjero en caso de necesidad sin que ello genere un sobrecoste al viajero. Por lo general suele cubrir los gastos médicos, de hospitalización y quirúrgicos, así como los posibles costes derivados del tratamiento farmacológico mientras seguimos fuera de casa.
¿Significa esta cobertura que estamos 100 % protegidos? Aunque la teoría nos diga que sí, cabe tener en cuenta los límites de gasto marcados por el seguro, ya que de superarlos podría generar algún sobrecoste. Lo mismo pasa con otras partidas como, por ejemplo, la repatriación, que suelen quedar recogidas en otras coberturas específicas.
Responsabilidad civil
Otra garantía muy habitual en los seguros de viaje (y en cualquier seguro en general) es la de responsabilidad civil. En este caso cubre indemnizaciones, fianzas y costes derivados de un proceso judicial que podamos tener tanto en el extranjero debido a un accidente, así como también actúa frente a cualquier otro evento que pueda suceder en casa mientras estamos fuera.
Retrasos
Un retraso en los vuelos o barcos puede mandar al traste unas vacaciones, especialmente si dependemos de escalas. Si contamos con esta garantía contratada nos aseguramos recibir una indemnización compensatoria pensada para asumir los gastos ocasionados. Eso sí, conviene recordar que el retraso siempre debe ser ocasionado por causas ajenas a nosotros.
En este tipo de coberturas conviene tener presente dos cosas importantes. La primera es que el gasto inicial debemos asumirlo nosotros y guardar los tickets para su posterior presentación y pago. La segunda es que dependiendo de la cobertura contratada esta solo se hará cargo del coste de los vuelos o podrá ser más extensiva, asumiendo también posibles costes de alojamiento y comidas.
Cancelación del viaje
Al igual que hacen muchas agencias y portales de viajes, muchos seguros incluyen una cobertura por cancelación de viaje. De esta manera, si algún infortunio nos afecta, podemos hacer uso de ella y recuperar el dinero invertido en el viaje o una gran parte, si más no. Aunque es importante saber que no cualquier motivo vale para cancelar y que este deberá estar contemplado en el seguro si queremos que nos devuelvan el dinero.
Regreso anticipado
Esta cobertura está pensada por si tenemos que volver a casa antes de lo esperado, en cuyo caso el seguro correrá con los gastos de desplazamiento que pudieran ocasionarse. Eso sí, para hacer uso del regreso anticipado deben darse alguna de las siguientes circunstancias:
- Enfermedad u hospitalización
- Un familiar directo ha sido hospitalizado o ha fallecido
- Se ha producido un siniestro grave en nuestro hogar (que, por lo general, son incendio, fuga de agua o robo)
Prolongación de la estancia
¿Qué pasa si por un accidente o enfermedad debemos quedarnos unos días más en el destino? En este caso, y gracias a esta cobertura, el seguro se hará cargo de los costes derivados de la prolongación del viaje.
Al contratar esta cobertura es importante poner atención tanto al límite de días que se permite la prolongación, así como si el seguro también cubre la extensión de días en el caso de acompañantes, ya que muchos seguros los dejan fuera.
Repatriación
Aunque nadie quiere tener que usarla, la cobertura por repatriación nos blinda ante la imperiosa necesidad de volver a casa porque hemos sido víctimas de una enfermedad, una herida grave o incluso la muerte.
Esta cobertura se hace cargo del transporte sanitario desde el punto de orígen al de destino, aunque algunas van más allá y cubren también el trayecto desde el aeropuerto al hospital nacional correspondiente. Eso sí, si vamos a contratarla, es importante revisar bien cuáles son las condiciones y, sobre todo, los importes, ya que si nuestro transporte sobrepasa dicha cantidad podríamos tener que organizar y abonar el resto.
Equipaje
Es muy habitual que los seguros de viaje, por simples que sean, incluyan alguna cláusula que proteja al equipaje. Sin embargo, conviene mirar bien la letra pequeña para cerciorarnos en qué contextos nos cubren y en cuáles no para evitar sorpresas. En esta línea, las garantías extra para equipaje son mucho más seguras, ya que suelen cubrir desde robos y extravíos hasta la destrucción pasando por roturas y deterioros, lo que puede ser clave si trasladamos objetos de valor dentro de nuestras maletas.
Los diferentes tipos de seguros de viaje que existen
Vacaciones de aventura, estudiar en el extranjero, cruceros… Existen decenas de motivos y formas de viajar así que, ¿por qué conformarse con un mismo seguro? Muchas compañías aseguradoras ofrecen productos específicos para los distintos tipos de viajeros. Estos son, además del seguro de viaje clásico, las principales alternativas que puedes contratar en el mercado:
Seguro para el espacio Schengen
El espacio Schengen permite viajar sin restricciones entre 27 países del continente europeo, aunque no sin riesgos. Si surge algún problema, este seguro proporciona asistencia médica, traslados, cuidado del equipaje y otras coberturas básicas en Alemania, Italia, Francia, Portugal, Suecia, Grecia, Países Bajos, Austria, Finlandia, Noruega, Bélgica, Luxemburgo, Eslovenia, Dinamarca, Estonia, Letonia, Lituania, la República Eslovaca, Hungría, Islandia, Liechtenstein, Malta, Polonia, República Checa, Suiza y, como no, España.
Seguro multiviaje
Si eres de esas personas que aprovecha cualquier oportunidad para viajar, este es probablemente tu seguro. Están pensados para cubrir todos los desplazamientos que su poseedor o poseedora realice durante todo un año natural.
Seguro de viaje deportivo
Tal y como ya hemos visto, existe una tipología de seguros de viaje específica para los deportistas. Las coberturas de estos varían en función del país que visitamos y, sobre todo, de la actividad que realicemos. Los hay de trekking, esquí, submarinismo, navegación, para competiciones deportivas, para peregrinos que se embarquen en el Camino de Santiago, para cazadores…
Seguro para cruceristas
Un crucero es sinónimo de relax y disfrute, pero no por ello está exento de riesgos. Este tipo de seguros cubren al viajero desde que sale de casa hasta que vuelve, poniendo especial énfasis en su estancia a bordo. Se parecen mucho a un seguro de viaje normal, aunque sus cláusulas incluyen asistencia y repatriaciones en alta mar, algo que muchos seguros no cubren y que puede ser realmente costoso de afrontar por nuestra cuenta.
Seguro para estudiar en el extranjero
Este seguro va destinado a los jóvenes que deciden viajar fuera para mejorar su nivel de estudios y cuenta con garantías que contemplan la pérdida de clases por accidente o enfermedad.
Las coberturas de esta tipología de seguros de viaje puede variar mucho en función del país extranjero al que se vaya, así como también es posible encontrar seguros específicos para viajes de Erasmus.
Seguro de viaje de negocios
Terminamos este listado de seguros de viaje con la opción para aquellos que les toca viajar por motivos laborales. Este seguro cuenta, además de con las garantías básicas, con coberturas tales como el envío de un sustituto en caso de enfermedad o accidente, así como pone especial atención al cuidado del equipaje.
Las zonas con más riesgo para viajar en 2024
Contratar un seguro de viaje, sin embargo, no siempre es sinónimo de tranquilidad. El Ministerio de Asuntos Exteriores anuncia periódicamente los países que, debido a su situación, son considerados los más peligrosos para viajar. Como es evidente, aparecen zonas sumidas en un conflicto bélico, pero también otros lugares como los que tienen alto riesgo de sufrir fenómenos meteorológicos. Para facilitar su análisis, el mismo Ministerio divide esta información en tres grandes listas.
Los países más peligrosos debido a su situación política y social
En la actualidad existen más de 10 países que están pasando por una guerra o por una crisis humanitaria a los que es recomendable no viajar o, si más no, hacerlo tomando todas las precauciones necesarias (entre las que se incluye contratar un seguro de viaje). El listado de estos países en 2024 se compone por:
Países con riesgo médico alto
La salud es siempre lo primero. Por eso es importante conocer cómo funciona la sanidad del país que visitamos. Ya sea por su situación política o económica, algunos de ellos pueden tener el acceso a hospitales o servicios sanitarios restringidos, lo que puede suponer un auténtico problema si enfermamos o tenemos algún accidente por mucho seguro que tengamos. Además de los países anteriores, los cuales también están en esta lista del Ministerio por motivos obvios, debemos tener cuidado si viajamos a:
Lugares donde viajar en verano supone un peligro por el clima
Las vacaciones, especialmente las de verano, suelen ser sinónimo de solecito, pero las altas temperaturas que alcanzan algunos países pueden ser todo un peligro. En esta lista, el Ministerio incluye todas aquellas zonas que tienen una meteorología peligrosa durante el verano español, así como aquellas que emiten de forma continuada alertas en relación con eventos climáticos severos. Esta lista la forman:
Nuestros 5 consejos a la hora de contratar un seguro de viaje
Un seguro es la mejor opción si queremos viajar tranquilos, pero contratar el primero que veamos puede ser un grave error. Así que antes de gastar tu dinero en uno, es recomendable comprobar estos puntos:
1: Define bien tu viaje
Cuando viajamos normalmente es para disfrutar mucho y pensar poco, pero para hacerlo bien es necesario salir de casa con los deberes hechos. Analiza bien el destino (o destinos) que vas a visitar, poniendo especial énfasis en los posibles riesgos que te puedas encontrar. Para ayudarte, te aconsejamos que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Cómo de lejos está el lugar que visito?
- ¿Existen en el destino riesgos de índole sanitaria o social?
- ¿El país que visito exige algún tipo de seguro para visitarlo?
- ¿Cuentan con un buen sistema sanitario?
- ¿Ese sistema sanitario es accesible desde donde estaré?
- ¿Existen escalas u otros factores que puedan ocasionar la pérdida de vuelos o equipaje?
- ¿Qué actividades tenemos pensadas realizar en el destino?
Estas respuestas te ayudarán a definir tu tipo de viaje y a encontrar un seguro acorde a tus necesidades. Es importante hacer esto antes de salir de casa ya que de lo contrario nos podemos ver forzados a contratar una vez en el destino, algo especialmente delicado si no manejamos la lengua local y que puede salirnos mucho más caro. Solo así evitaremos líos y pagar de más.
2: Revisa de qué garantías dispones en los productos y servicios adquiridos
Algunos desplazamientos, alojamientos y experiencias ya cuentan con algunas coberturas o seguros como puede ser el de cancelación. De hecho, en este blog ya revisamos las indemnizaciones que pueden ofrecerte las compañías aéreas, pero hay muchas más. Por ello, conviene revisar qué incluye todo aquello que hemos contratado, ya que es posible que algunos puntos ya los tengamos resueltos y, por tanto, no haga falta contratarlos a un tercero. Esto es especialmente importante en viajes organizados, ya que muchos ya cuentan con buenos seguros incorporados.
3: No te dejes llevar únicamente por el precio
Está claro que nadie quiere pagar de más por su seguro, pero si algo malo sucede es muy probable que lo barato salga caro. Aunque no siempre, los precios bajos suelen ser sinónimo de falta de coberturas o de cuantías demasiado bajas. Lo mismo puede pasar con los seguros de viaje más caros, ya que un mayor precio puede no corresponderse con un mejor servicio o asistencia.
4: Prioriza siempre las coberturas más importantes
Dependiendo de tus planes es posible que requieras unas garantías por encima de otras. Por ejemplo, contratar una cobertura de equipaje puede ser una tontería si tenemos pensado viajar sin embarcar maletas.
Como cabría esperar, las coberturas que debemos tener siempre presentes son las que hacen referencia a nuestra salud, especialmente aquellas que nos dan acceso a atención médica inmediata en el lugar de destino.
5: Conoce bien qué incluye y qué no incluye tu seguro
Como pasa con la mayoría de seguros, el usuario puede llegar a creer que ha contratado ciertas garantías cuando realmente no es así. Dar por hecho las coberturas de un seguro es tremendamente peligroso, ya que solemos darnos cuenta del problema cuando ya es demasiado tarde. Para evitar un momento desagradable es siempre mejor conocer de antemano ante qué supuestos nos protege y hasta qué importes.
Aunque improbables, cabe recordar que existen ciertos acontecimientos que la mayoría de seguros no cubren. Entre ellos se encuentran eventos meteorológicos como terremotos, maremotos o inundaciones, circunstancias derivadas de una situación política como manifestaciones, revoluciones, golpes de estado o actos terroristas, así como situaciones de emergencia sanitaria grave como la aparición de un nuevo virus o pandemia (aunque la mayoría de seguros de hoy en día sí que contemplan el COVID como una enfermedad a cubrir).
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