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Los 11 mandamientos para ahorrar en vacaciones

Grupo de jóvenes disfrutando de sus vacaciones

Tomarse unos días libres es tan necesario como caro. Desplazamientos, alojamiento, comidas, actividades, un heladito, unas compras… todo suma y hace que el gasto crezca. Por suerte, existen prácticas y trucos que nos pueden ayudar a ahorrar en vacaciones. 

Tomarse unos días libres es tan necesario como caro. Desplazamientos, alojamiento, comidas, actividades, un heladito, unas compras… todo suma y hace que el gasto crezca. Por suerte, existen prácticas y trucos que nos pueden ayudar a ahorrar en vacaciones. 

Los españoles gastamos, de media, algo más de 1.300 € en vacaciones. Una cifra que supera a la del año anterior en 145 €. Y es que viajar es cada vez más caro. A esto hay que añadirle que, al tratarse de ocio y descanso, somos más permisivos a la hora de gastar. ¿Cómo solucionar esto y evitar que salir de casa sea una losa para nuestra salud financiera? Ahí va nuestra pequeña guía:

El listado de los 11 mandamientos para ahorrar en vacaciones 

Son 11, pero en cada uno de ellos hemos intentado aunar información, consejos de valor y alternativas. Elige aquellos que puedas adaptar fácilmente, poneos en práctica y seguro que te llevas una sorpresa con el precio final de tus vacaciones.

1. Aprovecha todas las herramientas para encontrar ofertas en vacaciones 

Si lo que queremos es ahorrar en vacaciones, a día de hoy no hay mejor aliado que internet. La multitud de portales, webs y comparadores que existen hacen que encontrar el mejor precio sea mucho más fácil y rápido. Elegir cuál ya dependerá de qué busques, pero sí que es recomendable seguir estos consejos:

  • No te limites a elegir entre los resultados de una web y compara alternativas
  • Haz tus consultas en sesión privada para evitar las cookies, ya que pueden influir en el precio.
  • Realiza entre semana las búsquedas y reservas. Los fines de semana es cuando más reservas hay y los precios suben, especialmente el domingo. Según los expertos los mejores días para hacerlo son los martes, seguido de los miércoles.
  • Si ya tienes algún proveedor de reservas favorito, contempla el uso de apps para recibir ofertas personalizadas o acumular puntos de descuento.

Otro buen aliado para encontrar buenas ofertas son las agencias de viajes. Tras años lidiando con competidores online, muchas han dado un paso al frente y cuentan con productos con precios muy competitivos. No hay que olvidar que la gran mayoría ofrece packs que engloban alojamiento, desplazamientos y hasta actividades o seguros, por lo que son muy cómodos de contratar. Nuestro consejo es que revises lo que ofrecen una vez conozcas los precios de mercado. Las agencias de viajes pueden ser de mucha ayuda para las reservas de última hora, ya que suelen tener información acerca de cancelaciones o vacantes.

¿Quieres ir un paso más allá? Toma la oferta de la agencia y replícala por tu cuenta mediante búsquedas por internet. A no ser que existan acuerdos específicos, es posible que puedas ahorrar algunos euros haciendo tú mismo toda la reserva.

2. Las tres vías para ahorrar al reservar

Ya sea por H o por B, la mayoría de personas empezamos a planificar las vacaciones uno o dos meses antes y claro, nos encontremos con unos precios altísimos. Por suerte, existen formas de evitarlo.

Reservar muuucho antes

La primera opción es anticipar mucho la reserva. ¿Cuánto antes? Dependerá del periodo vacacional y las fechas elegidas. Si hablamos de agosto, el mes de vacaciones por antonomasia, lo recomendable es empezar a mirar entre octubre y noviembre del año anterior. ¿Puede ser más tarde? Evidentemente, pero a menor margen, menos opciones para elegir y ahorrar.

Vale, este método no es para todo el mundo, ya que requiere de mucha previsión y organización, pero quizá es el que tenga más ventajas, ya que puedes:

Mujer viendo un paisaje en sus vacaciones
  • Elegir el destino que quieras
  • Buscar entre todo tipo de opciones disponibles
  • Encontrar mejores precios 
  • Beneficiarse de ofertas y descuentos como el de pago por adelantado

Además, planificar con tiempo es un gran aliado para nuestras finanzas, ya que nos permite tener presupuestados los principales gastos (es decir, transporte y alojamiento) mucho tiempo antes e ir ahorrando o recuperando la inversión de una forma mucho más cómoda.

Esperar hasta el último minuto 

Al otro lado de la anticipación está el dejarlo todo para el último momento, la opción favorita de los amantes de la adrenalina. El truco aquí es que muchas compañías intentan cubrir plazas vacías o anulaciones a cambio de un precio muy jugoso. Eso sí, si queremos gastar lo menos posible hemos de ser flexibles con el destino y las fechas, ya que las mejores ofertas no siempre casan con nuestras principales preferencias. El secreto es dejarse llevar y sorprender.

Aunque buscamos el mejor precio, esta opción es algo más peligrosa a nivel financiero. Al ver ofertas nos exponemos al riesgo de acabar eligiendo algo que, sumando otros gastos, termine saliendo demasiado caro. Así que, aunque seas un auténtico fan del último minuto, es recomendable definir un presupuesto antes de comprar, realizando un reparto rápido de gastos para tratar de no salirte de la línea en cada partida.

Viajar en temporada baja 

En ViveMásVidas ya hemos dedicado todo un artículo a hablar sobre las ventajas de viajar en temporada baja, por lo que no nos vamos a extender demasiado. Simplemente mencionar que en muchas zonas la temporada baja significa menos de un 50 % de ocupación, lo que se traduce en ofertas de lo más interesantes. Si te interesa esta opción, no dudes en echar un ojo al artículo que te hemos comentado, en el que encontrarás hasta un listado de lugares top y cuál es la época más económica para visitarlos.

Tip financiero: 

Como en todo, hay destinos con una mejor relación calidad-precio que otros. Si quieres conocer las mejores opciones, debes conocer los destinos de verano más baratos de este año.

3. Encuentra un alojamiento que se adapte a tu forma de viajar y presupuesto

Junto al transporte, el alojamiento es el mayor gasto de cualquier viaje. ¿Mejor cuanto más barato? Depende. Antes de empezar a abrir pestañas del navegador con opciones conviene preguntarse qué tipo de vacaciones queremos. Si la respuesta es relajarnos y no movernos es mejor buscar hoteles priorizando comodidades a la localización. Si, por el contrario, simplemente buscamos un lugar para dormir es mucho más rentable buscar alojamientos con lo básico, pero bien situados y económicos.

Si buscas huir de lo convencional y encontrar algo diferente hay otros tipos de alojamiento a explorar que pueden salirte más económicos que un hotel u hostal. Repasamos las principales opciones:

Airbnb, una excelente solución con múltiples opciones 

En esta archiconocida plataforma de alquiler vacacional entre particulares podemos encontrar desde habitaciones hasta viviendas completas a muy buenos precios. Son una genial opción para viajar en familia o en grupo, así como si queremos sentirnos como en casa y disfrutar de privacidad y comodidades como una cocina o lavadoras, lo que también puede suponer un ahorro. A la hora de alquilar por Airbnb y sacarle el máximo partido a tu dinero es recomendable seguir algunos consejos:

  • Duración: Cuantos más días reserves, mejores precios y más alojamientos verás
  • Analiza: Evita estafas en forma de alojamientos muy económicos para lo que ofrecen
  • Compara: Revisa varias opciones y desconfía de aquellos que usan fotos repetidas
  • Busca alternativas: Por diversos motivos, puedes recibir un no a tu reserva. Busca alternativas
  • Buenas formas: Dedícale un tiempo a redactar una buena carta de presentación, puede ser clave
  • Honestidad: Sé sincero en tu presentación y cuida el inmueble. Una buena valoración te será útil en alquileres futuros

Por último, Airbnb también ofrece la otra cara de la moneda: alquilar nuestro inmueble mientras estamos disfrutando en otro lugar. Esta práctica, cada vez más utilizada, permite a los propietarios equilibrar el gasto vacacional con una entrada de ingresos extra de lo más interesante. Cierto es que no todos están dispuestos a dejar su casa a unos extraños, por si te parece la interesante la idea de alquilar tu vivienda, te dejamos unos tips que te ayudarán a ahorrar en vacaciones:

  • Prepárate con antelación: Para alquilar tu vivienda necesitarás cumplir con ciertos requisitos y permisos legales que pueden requerir de tiempo.
  • Analiza a la competencia: Ver la oferta de tu zona es útil para definir precios y ajustarse al mercado.
  • Ten en cuenta todos los gastos: Servicios de limpieza, electricidad, agua… Es importante hacer un cálculo previo de todos los gastos extra para añadirlo al precio final y evitar así pillarse los dedos.
  • Mejor cuanto más tiempo: Alquilar tu vivienda es más factible de organizar y rentabilizar si disponemos de periodos de vacaciones largos.
  • Prepara la entrega de llaves: Al estar de vacaciones, será necesario coordinar con terceros cómo se efectuará el check in y check out de tus huéspedes.
  • Retira objetos de valor: Para evitar misteriosas pérdidas o hurtos, retira de tu vivienda cualquier objeto de valor (tanto económico como sentimental)
  • Servicios de limpieza: Llegar de vacaciones y tener que limpiar tu hogar no es el mejor plan. Un servicio de limpieza es altamente recomendable en estos casos, aunque se hace obligatorio si vamos a alquilar nuestra vivienda a diferentes personas durante nuestras vacaciones.

Las escapadas rurales, disfrutando a contracorriente

Al llegar los grandes periodos vacacionales la mayoría de gente elige dos tipos de destinos: costa o grandes ciudades. Mientras los precios en estos lugares suben, en las zonas rurales los costes se mantienen más moderados, lo que permite aprovechar mejor los presupuestos ajustados con actividades como excursiones, visitas a pueblecitos con encanto, saborear la gastronomía local, disfrutar de las fiestas o simplemente sumergirse en un lugar de paz y tranquilidad.

Fotografía de un paisaje

La opción de alquilar una casa rural en el caso de familias o grupos es otra gran forma de ahorrar en vacaciones, ya que al tenerlo todo en casa podemos cocinar o realizar actividades de ocio sin que ello genere un sobrecoste.

El intercambio de viviendas, una alternativa que va ganando adeptos

Cambiar nuestra vivienda por otra podía parecer una locura hace unos años. Pero la llegada de plataformas especializadas ha cambiado las cosas. Estas gestionan todo el proceso de oferta y demanda, así como median entre ambas partes y les ofrecen garantías ante desperfectos. Todo ello gracias a una comisión, claro, pero teniendo en cuenta el ahorro en alojamientos que supone el intercambio compensa, de sobras, los gastos. Aquí la cuestión clave es la confianza, así que si te ves cambiando de casa lo mejor es echar un ojo a diferentes webs y analizar la oferta en tu destino vacacional.

Couchsurfing, la opción más barata de alojamiento 

Por si no te suena, este término sirve para definir un movimiento de personas que, de manera libre, pone un espacio de su hogar a disposición de otros viajeros. Originariamente se trataba del sofá (de ahí lo de couch), aunque hoy en día puede tomar otras formas como literas o camas. Lo importante de este método de alojamiento es que es totalmente gratuito.

Pero…¿cómo puede ser esto? El couchsurfing combina tintes de sostenibilidad financiera con la inmersión cultural y social. Para acceder a estos alojamientos se debe visitar plataformas propias que mezclan anuncios de alojamientos con perfiles, textos de presentación, comentarios, mensajes directos… Sin duda, otra forma de viajar.

4. Haz los pequeños desplazamientos de la forma más eficiente 

A no ser que vayamos a un hotel con pulserita o balneario, lo más normal es que, una vez en destino, queramos descubrir todo lo que esconden los alrededores. Veamos cuáles son las opciones que tenemos:

Los taxis y VTCs, una comodidad de la que conviene no abusar   

Son muy confortables y pueden salvarte de un apuro, pero su uso continuado es el método menos eficaz de moverse en términos de ahorro, especialmente si tenemos en mente realizar desplazamientos largos.

En medio mundo son una opción segura pero bastante costosa, mientras que en el otro medio pueden parecer más baratos pero podemos estar expuestos a triquiñuelas como vueltas innecesarias o subidas de precio. Así que deben usarse con cuidado si no queremos ver mermado nuestro presupuesto rápidamente.

El alquiler de vehículos, la opción más cómoda y cada vez más accesible 

La gran competencia en el mercado de alquiler de coches hace que se puedan encontrar grandes ofertas. Eso sí, recuerda que los precios que ves suelen incluir un seguro a terceros, por lo que si quieres más garantías prácticamente te tocará doblar el precio.

Ofrecen mucha libertad y, mediante una buena planificación en los días de uso, se puede llegar a ahorrar un poco. Pero no podemos obviar de la ecuación el consumo de carburante, que puede disparar el coste. Aquí el único consejo es practicar una conducción eficiente que facilite el ahorro de gasolina. Ya sabes, revoluciones bajas, velocidad estable, pocos acelerones y frenadas, ventanillas bajadas, limita el uso del aire acondicionado, presión de los neumáticos adecuada, elegir un coche que consuma poco…

El car sharing, una alternativa más económica y social 

Tanto si tienes vehículo propio como si no lo tienes pero quieres visitar algún lugar concreto, compartir desplazamientos es una gran forma de recortar gastos de viaje. La gracia del car sharing es abaratar el precio del trayecto a través de dividir costes como la gasolina y peajes entre todos los ocupantes y, dicho sea de paso, también es una gran forma de conocer gente.

Para probar esta modalidad y comprobar si te parece una buena alternativa al taxi o al alquiler solo hace falta entrar a alguna de las plataformas de car sharing como Bla Bla Car y echar un ojo a lo que allí se ofrece.

El transporte público, un mar de combinaciones de lo más económicas 

Si tu destino no es un lugar remoto, lo más probable es que dispongas de opciones de transporte público a tu alrededor. No suelen ser la opción más rápida, pero sí de las más versátiles y económicas.

Si tu plan es ir de arriba para abajo descubriendo nuevos lugares y no tienes prisa, muchos lugares turísticos disponen de abonos de transporte público que combinan diferentes opciones como tren o bus a un precio muy ajustado. Un buen ejemplo es el JR Pass del que te hablamos en el artículo sobre cuál es el presupuesto para ir a Japón, aunque hay muchos más: Barcelona, Madrid, Londres… La lista es casi infinita.

La bici, el medio de transporte más sostenible, económico y saludable 

Quizá no cogemos la bici muy a menudo, pero las vacaciones pueden ser la excusa para subirnos a una. Y más ahora, que muchos lugares vacacionales están mejorando su red de carriles bici.

Alquilar una es barato y no exige costes extra como combustible, por lo que es un transporte “presupuesto-friendly”. Es mucho más rápida que caminar y en algunos lugares es mucho más eficaz y versátil que el transporte público y, por si fuera poco, nos permite hacer un poco de deporte, que nunca viene mal. Y si crees que tus piernas no aguantarán, no olvides que por un poco más puedes alquilar bicis eléctricas con las que hace falta pedalear mucho menos.

5. Protege tu dinero 

La mejor manera de no perder el dinero es protegiéndolo. Para lograr la máxima seguridad y tranquilidad es recomendable combinar consejos clásicos como establecer un presupuesto diario o repartir el dinero y guardarlo en diferentes lugares con “truquitos” más modernos. En este apartado, tener una tarjeta de crédito de viaje puede ser un auténtico salvavidas. Son muy fáciles de obtener y si la necesitas puedes hacer uso de ella para recuperarte mes a mes.

6. Déjate guiar por la oficina de turismo y otras opciones económicas 

Cualquier destino esconde muchas cosas interesantes. La mejor manera de descubrirlas -casi- todas rápidamente es visitar las oficinas de turismo. Ahí cualquier viajero puede informarse de puntos clave y cómo llegar a ellos, festividades, eventos y otra información de interés para los ahorradores como actividades gratuitas, descuentos, días en los que una actividad puede resultar más económica, lugares con los mejores precios…

Si te gustan los tours también hay un par de consejos que pueden ayudarte. El primero es para los fans de los bus tours, ya que en la gran mayoría de ciudades el circuito que realizan es replicable con un bus urbano, lo que resulta mucho más económico. Si echamos en falta la voz del guía podemos encontrar alternativas por internet tanto en formato texto como en audio.

Por último, existen opciones como las páginas de planes y visitas guiadas a buen precio o, incluso, los famosos free tours, aunque si nos decantamos por esta última opción conviene tener muy en cuenta la calidad del guía y tener presente que si el servicio es bueno suele ofrecerse entre ocho y diez euros como recompensa. Puedes ofrecer más o menos, pero otro consejo extra es que lleves preparado el cambio, ya que de no hacerlo puedes acabar pagando más de lo que querías por “falta de monedas”.

7. Prueba el poder ahorrador de los bocadillos y la comida preparada  

Comer fuera suele ser caro, especialmente si nos toca hacerlo en algún lugar turístico o concurrido. Un genial método para ahorrar en vacaciones es sustituir ciertos almuerzos, desayunos o cenas fuera por nuestra comida. Una solución especialmente práctica si nuestros planes incluyen una visita a la playa, senderismo o simplemente queremos callejear y visitar un montón de cosas sin perder tiempo.

La mejor forma de preparar nuestra propia comida es visitar un supermercado local, donde encontraremos lo básico para preparar desde sándwiches hasta platos precocinados. Si disponemos de un apartamento equipado con cocina incluso podemos animarnos a hacer algo más elaborado. Y dice la leyenda que si te alojas en un hotel con desayuno incluido a veces se puede utilizar el bufet para apañar algo… aunque juramos no saber nada más sobre ello. 😉

8. Si sales a comer fuera, prioriza el producto local y de temporada 

Es evidente que, ya que viajas, algún día vale la pena dejarnos sorprender por la gastronomía local. Los restaurantes temáticos de los lugares vacacionales suelen ser de lo más pintorescos, pero a menudo tienen un precio más elevado de lo normal. En cambio, si optamos por restaurantes de corte local es probable que encontremos mejores precios.

A la hora de pedir es importante prestar atención tanto al producto local como al de temporada, ya que son igual de deliciosos pero más sostenibles y económicos. Un buen ejemplo si viajas a una zona costera es preguntar por el pescado del día o qué plato de mar es el más típico en la zona.

9. Caprichos sí, pero no a cualquier precio 

Trabajamos todo el año para disfrutar unos días, por lo que está bien darse algún capricho. Una prenda de ropa, un souvenir, un helado o una simple botella de agua fresquita… Pero, para que nos entendamos, esa botella de agua no vale lo mismo en el paseo marítimo que en la calle de atrás. Estas pequeñas diferencias de precio por el mismo producto son gastos hormiga que poco a poco van comiéndose nuestro presupuesto.

Así que a no ser que se trate de algo realmente único o una necesidad imperiosa, nuestro consejo es meditar si merece la pena comprar ahí o podemos esperar tres minutos y ahorrar un poquito.

10. Aprovecha rebajas, outlets y compras de segunda mano 

Ropa, algún complemento o aparatito digital… A veces, no caer en la tentación de hacer alguna compra es sencillamente imposible. Si te gusta explorar comercios y centros comerciales es interesante que consultes los periodos de rebajas y la ubicación de centros outlet con buenas ofertas.

Otra opción muy interesante para las y los amantes de la moda es el floreciente mercado de segunda mano, donde es posible encontrar tesoros a un precio mucho más asequible que en otras tiendas.

Mujer disfrutando del aire libre en sus vacaciones

11. Dale valor a tus actos y sé sostenible 

Aunque no se trate de un ahorro que notemos en nuestro bolsillo, no está de más hacer un uso responsable de la energía y el agua. Ser cuidadosos con el planeta y los recursos que nos brinda es un compromiso que no debe tomarse vacaciones, aunque el gasto de los suministros no corra a nuestra cuenta. Sé consciente y haz un uso responsable.

Sigue descubriendo más trucos de viaje y ahorro 

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