Por lo tanto, 2021 podría ser un buen año para probar las ventajas de unas vacaciones en otoño.
Básicamente, te irás más tranquilo porque te encontrarás menos masificación en los destinos turísticos y el porcentaje de vacunación será más alto, tanto si piensas en tu situación personal (tener el ciclo completo asentado), como si te preocupa la de quienes te acompañen (que puedan vacunarse durante el verano) o quienes te atiendan (ya vacunados).
Y, por otro lado, tus finanzas familiares podrán ofrecer más días o los mismos que tenías presupuestados, pero en establecimientos de mayor calidad turística porque salir fuera de la temporada alta es más económico. Habrás tenido también más tiempo para ahorrar o para recuperarte si el año empezó mal.
Puntos a favor de retrasar las vacaciones en otoño
Por si te planteas unas vacaciones fuera de los meses de mayor ocupación turística, aquí tienes las principales ventajas de salir de vacaciones en otoño de este año:
- El calendario de vacunaciones estará más avanzado. Esto implica que podrías irte de vacaciones con el ciclo completo asentado (dos pinchazos y un par de semanas para que el organismo genere los anticuerpos) o que quienes te acompañen puedan estar ya en esa situación. Recuerda que a partir de julio se puede pedir cita para vacunarte o vacunar a los menores de 30 años en algunas comunidades autónomas.
- Un aspecto muy importante del que disfrutan quienes retrasan sus vacaciones es la menor masificación de los destinos. Esto implica más tranquilidad desde un punto de vista sanitario, pero también más comodidad a la hora de visitar lugares turísticos, pasear por las calles, descansar en las playas, comer en ciertos restaurantes o, simplemente, poder poner la toalla donde quieras sin tener que madrugar o soportar molestos vecinos de hamaca.
Esto es especialmente interesante para quienes busquen turismo de naturaleza, porque la masificación complica el avistamiento de animales o ciertas prácticas deportivas al aire libre.
- La parte económica es muy relevante si retrasas tus vacaciones porque en algunos destinos arranca la temporada media o la temporada baja. Puedes encontrarte descuentos en paquetes turísticos, hoteles o transporte (aviones, barcos, trenes o cruceros).
En ocasiones, el fin de la temporada alta también conlleva precios más bajos en la gasolina si viajas en autocaravana, coche o moto. En junio de 2021, los combustibles han subido mucho y han encarecido las vacaciones de los primeros en salir. - Salirte de las fechas más demandadas por la mayoría te permitirá escoger los días concretos que quieres y conseguir habitaciones con más facilidad en los hoteles que más te gusten o mesa en los restaurantes que desees.
- El clima es más benigno en algunos destinos, lo que se traduce en un calor menos sofocante (bochorno) y una mayor facilidad para poder hacer actividades. Tu piel lo agradecerá, pues la incidencia de los rayos de sol será menor.
- Podrás disfrutar de ciertas fiestas y tradiciones de temporada que normalmente te perdías por estar fuera de tus fechas de vacaciones. En España hay muchas festividades asociadas a la virgen de agosto, pero hay otras tantas por todo el país en otoño. Y son menos turísticas y, en muchos casos y gracias a ello, más locales, íntimas y emotivas.
- Por último, si retrasas un poco más tus vacaciones podrás alargarlas si las unes a fechas destacadas del otoño, como pueden ser los posibles puentes de octubre, noviembre, la Constitución o la Inmaculada.
Salir de vacaciones fuera de la temporada alta tiene unos inconvenientes…
- Por el otro lado, salir de vacaciones fuera de las fechas más habituales implica necesariamente que te lo puedas permitir en tu trabajo o decidir que tus hijos se pierdan días de colegio. Dicho de otro modo, no todos nos podemos permitir unas vacaciones fuera de la temporada alta.
- Si te sales de las fechas más masificadas y te escapas de vacaciones a finales del verano o en otoño los días serán más cortos y puedes encontrarte más inestabilidad meteorológica en algunos destinos.
Esto puede hacer que tus vacaciones sean más entretenidas e impredecibles o, bien, infernales. Todo depende de que valores bien el destino al que te diriges y la meteorología que te puedes encontrar en las otras fechas. - Meter en la maleta una chaqueta de abrigo o un impermeable para protegerte de la lluvia puede resultar útil, pero desalentador si te vas a un destino de playa. Pese a ello, también llueve en julio y agosto en según qué destinos, y algunas zonas turísticas siempre te exigirán una maleta más variada por su meteorología particular.
- En algunos destinos la oferta de ocio y entretenimiento puede verse reducida. A medida que avanza septiembre puedes encontrarte con menos actividades y servicios en los hoteles.
Sin embargo, este año podría ser especialmente imprevisible en ese sentido. Por un lado, porque puede haber interés en estirar la temporada también desde el lado de la oferta o, por otro lado, interés en terminar la temporada si no ha sido buena, para minimizar los gastos de estar abiertos.
Esto último puede depender del tipo de turista. Los destinos que dependan del turista extranjero pueden verse favorecidos por el avance de las vacunas y por el hecho de que mejore la percepción sanitaria de algunas regiones españolas.
En conclusión, salirte de las fechas tradicionales de vacaciones tiene sus ventajas y desventajas. Sin embargo, este año puede haber aspectos adicionales en lo que respecta a la situación de la pandemia que pueden hacer más interesante retrasar las vacaciones a septiembre u octubre: menor riesgo de contagio ante un mayor número de vacunados y más facilidades para poder mantener la distancia de seguridad con otras personas, junto a un ahorro más acusados por la necesidad de recuperar la facturación por parte de algunos establecimientos.