Julio, agosto y septiembre suelen ser los meses favoritos para las vacaciones, pero no todos pueden disfrutarlas en ese momento. Sin embargo, optar por unas vacaciones fuera de los meses más concurridos tiene sus beneficios. Mientras algunos regresan a la rutina, otros encuentran en esta época el momento perfecto para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Descubrir viajes a precios más accesibles es solo el comienzo, ya que viajar en temporada baja ofrece todo un mundo de ventajas que quizás no hayas considerado antes. ¡Aquí te las contamos todas!
Lo primero: ¿Qué temporadas existen para viajar?
La controversia sobre cuándo es mejor viajar puede ser tan intensa como el debate entre los partidarios de la tortilla española con o sin cebolla. Por lo general, se considera que la temporada alta va desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre, mientras que la temporada baja abarca desde el 1 de noviembre hasta el 31 de marzo.
¿Qué destinos puedes aprovechar para viajar en temporada baja y beneficiarte de sus ventajas?
Si has decidido viajar en temporada baja este año, septiembre es uno de los mejores momentos para hacerlo, y aquí te dejamos unos cuantos destinos que puedes disfrutar visitando. Además de las ventajas que ofrece viajar fuera de temporada, en septiembre podrás disfrutar temperaturas tan agradables como en verano, si no más, y la oportunidad de encontrar verdaderas gangas en alojamiento, transporte y alimentación.
Destinos en España para aprovechar las ventajas de viajar en temporada baja
- Sevilla: Si te encanta la capital andaluza pero prefieres evitar el calor sofocante de julio y agosto, septiembre es perfecto para explorar sus encantadoras calles, disfrutar de la gastronomía local y presenciar espectáculos de flamenco. El alquiler de un apartamento para dos personas en Sevilla en septiembre puede costar entre 50 € y 100 € por noche en plataformas como Airbnb.
- Fuerteventura: Aunque el clima en las Islas Canarias es agradable durante todo el año, septiembre es ideal para disfrutar de esta isla con apartamentos para dos personas a partir de 40 € la noche. Playas impresionantes como Cofete, dunas de Corralejo y piscinas naturales de Aguas Verdes hacen de Fuerteventura un destino muy, muy atractivo.
- Conil de la Frontera: A pesar de tener kilómetros de playas, Conil puede abarrotarse en verano. Septiembre ofrece la oportunidad de disfrutar de la costa gaditana sin multitudes. El alquiler de un apartamento para dos personas ronda los 70 € por noche.
- Rías Baixas: Este destino gallego es popular en verano, pero en septiembre puedes explorar su encantador casco antiguo, disfrutar de la gastronomía local y relajarte en apartamentos para dos personas por solo 60 € la noche.
Destinos internacionales para aprovechar las ventajas de viajar en temporada baja
- Riviera Maya: Si siempre has soñado con visitar México, en temporada baja es tu mejor oportunidad, ya que de lo contrario se suele aglomerar bastante gente y puede entorpecer tu descanso en el paraíso. En la Riviera Maya puedes explorar Chichén itzá, bucear en cenotes o relajarte en un hotel Todo Incluido en sus playas. La mejor temporada para viajar es de diciembre a abril, después de la temporada de lluvias.
- Punta Cana: ¿Qué te parece la República Dominicana? Punta Cana es un destino caribeño muy deseado, en general, por todo el mundo. Viajar en temporada baja, de octubre a diciembre, te permite escapar del frío que hay en España y disfrutar de agradables temperaturas de 27ºC.
- Cuba: Cuba ha ganado popularidad entre los viajeros en los últimos años, gracias a sus encantos como La Habana Vieja, las playas de Varadero y su vibrante estilo de vida. La mejor época para visitar es de noviembre a abril, evitando los meses de agosto a octubre por la posibilidad de huracanes.
- Tailandia: Este país asiático ofrece una experiencia única. La mejor época para visitar en temporada baja es de noviembre a marzo, aunque mayo a noviembre también son buenos meses, pero con más probabilidad de lluvias.
- Venecia: no hace falta irse tan lejos para poder disfrutar de las ventajas de viajar durante la temporada menos popular. Desde hace años, la ciudad de los canales se enfrenta el impacto del turismo masivo, pero de noviembre a febrero podrás apreciar la ciudad sin chocarte constantemente con turistas como tú. Además, la ciudad ofrece momentos íntimos y celebraciones únicas, como Tu B’Shvat y San Valentín en góndola.
¿Qué ventajas tiene viajar en temporada baja? ¡Aquí van cinco!
Precios mucho más bajos, por lo que ahorras bastante dinero
Diversos estudios realizados por agencias de viajes señalan que los precios de los billetes de avión, tren o autobús aumentan en promedio un 30 % durante la temporada alta. Durante estos meses, la alta demanda impulsa los precios hacia arriba, convirtiéndola en la época más costosa del año. Por eso, tanto los vuelos, como los hoteles, las excursiones o las actividades son considerablemente más económicos fuera de este período.
Las tarifas aéreas suelen bajar significativamente durante los meses menos concurridos, ofreciendo ofertas especiales que no encontrarás en otras épocas del año. Los hoteles urbanos y de playa aprovechan que tienen menor ocupación para lanzar ofertas y descuentos, haciendo que tus vacaciones sean más asequibles.
Lo bueno de todo esto es que con el mismo presupuesto, te puedes permitir mucho más. Es decir, lo puedes ver como ahorrar dinero, o como una posibilidad de acceder a alojamientos y experiencias que normalmente estarían fuera de tu presupuesto en temporada alta.
Además, un punto a favor en algunos países es que los proveedores suelen estar más receptivos a la hora de negociar los precios gracias a la escasa demanda. Por ejemplo, Sri Lanka en mayo es considerado el mes de menor afluencia turística debido a las lluvias en el sur y oeste del país (aunque mucha gente tan solo experimenta un par de días de lluvia). Durante este mes todos los propietarios están mucho más dispuestos a rebajar los precios, y la asequibilidad de los precios gracias a la negociación es increíble, llegando a costar el alojamiento por noche y persona un precio inferior a 5€.
Mucho menos turismo, por lo que evitas aglomeraciones
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España se registró un descenso del 50 % en el número de turistas durante los dos primeros meses del otoño en comparación con julio y agosto.
Viajar en temporada baja ofrece la oportunidad de experimentar destinos con menos afluencia turística, a veces de manera drástica. Muchas personas que lo han vivido, ahora entienden cómo la presencia masiva de visitantes puede afectar la belleza y la atmósfera de un lugar.
Por ejemplo, viajar en temporada baja significa vivir la rara y poco frecuente sensación de entrar al Taj Mahal temprano en la mañana y encontrarse con muy pocos visitantes, algo inusual en un lugar tan icónico internacionalmente. Esto se debe a la escasa afluencia turística en junio en las regiones de Rajastán y Uttar Pradesh, en India, principalmente debido a las altas temperaturas que pueden llegar a superar los 40 grados. Ya ves, que aunque viajar en temporada baja tiene sus contras, siempre tiene sus beneficios que los compensan, convirtiéndolo en una experiencia positiva y enriquecedora.
Otro destino que cambia drásticamente en función del nivel de turismo es Filipinas, donde algunos puedes disfrutar de una playa kilométrica completamente solos. Una vivencia que tan solo es posible cuando visitas la zona en agosto, durante la temporada de lluvias y con poca afluencia turística. Probablemente esta experiencia no sería la misma si compartieras el lugar con cientos de personas en todos los niveles: visual, sonora y físicamente. La temporada baja te permite sentir la libertad de poder moverte y disfrutar de momentos de soledad. Si lo pruebas, quizás ya no quieres volver a viajar en agosto.
Además, si el turismo de masas desciende no sólo cambian aspectos más experienciales y emocionales del viaje, si no también puede mejorar aspectos logísticos y organizativos. Por ejemplo, viajar en temporada baja también resulta beneficioso si vas a Perú, especialmente al visitar Machu Picchu. Durante la temporada alta, es necesario reservar la entrada con semanas de anticipación, lo que limita la flexibilidad del viaje. En cambio, si lo visitas durante enero, puedes adquirir la entrada casi de inmediato.
Temporada baja no significa mal tiempo. A veces, es incluso mejor
Contrariamente a lo que se cree popularmente, viajar en temporada baja no tiene por qué significar enfrentarse a mal tiempo.
A menudo, elegimos viajar en verano porque nos imaginamos días de descanso en la playa bajo el sol, y no tenemos en cuenta que ese mismo calor nos puede estropear la experiencia de las vacaciones.
Sin embargo, hay destinos donde las condiciones climáticas no son un impedimento para disfrutar de experiencias increíbles. Si tu destino es estacional, considera viajar en primavera o a principios del otoño.
Con la llegada del otoño, las temperaturas descienden aproximadamente 10 grados, lo que hace que sea más cómodo hacer turismo, realizar caminatas o explorar paisajes, monumentos y rincones sin tener que lidiar con el calor extremo del verano. Además, si necesitas tomarte un tiempo para descansar y recuperar horas de sueño, el otoño ofrece un entorno más propicio para ello.
Fomentas la creatividad y la improvisación durante el viaje
Viajar en temporada baja fomenta la improvisación y la incertidumbre, dos aspectos que tienen una gran influencia en la forma en que viajas y que pueden convertir tu aventura en una experiencia inolvidable. Puede sonar un tanto arriesgado, pero dejarte llevar durante un viaje es una habilidad que se desarrolla con el tiempo y que ofrece un tipo de experiencia inigualable y difícil de explicar.
Por ejemplo, si visitas Cuba en octubre, el mes con menos afluencia turística del año, te permite improvisar continuamente, tanto en el alojamiento como en el itinerario. A veces, adoptar esta nueva actitud te lleva a conocer a personas autóctonas y locales con quienes compartir vivencias, como quedarte con una familia local, un recuerdo imborrable.
Además, recibes recomendaciones diferentes para visitar lugares encantadores y menos conocidos, donde puedes disfrutar de la autenticidad del entorno sin multitudes, o descubrir las ciudades de una forma más genuina, alejado de los complejos turísticos, sumergiéndote completamente en la cultura del lugar.
O, por ejemplo, si te lanzas a la aventura de ir a Malasia en temporada baja, los monzones pueden obligarte a improvisar por completo, cambiando el plan de ruta de arriba abajo. Gracias a esta flexibilidad, puedes descubrir lugares como la isla de Pulau Pangkor y las Cameron Highlands, destinos que inicialmente y seguramente no estaban en tus planes pero que pueden resultar ser experiencias maravillosas.
Ayudas a la comunidad de destino
El problema del turismo, muchas veces, es la estacionalidad. Tras la temporada alta, muchos empleados son despedidos o pasan meses sin sueldo. En lugares como África, donde un salario sostiene familias enteras, la estacionalidad agrava la desigualdad económica, como en el caso de los safaris.
Las temporadas turísticas varían según la región, pero en general, los cierres al final de cada temporada generan mucha inestabilidad. Sin embargo, viajar en temporada baja puede beneficiar enormemente a las comunidades locales y al mantenimiento del empleo en el sector.
Esta estacionalidad afecta a destinos como Saint-Tropez. Por eso, cuando viajas fuera de temporada, eres un aliciente más para mantener empleados durante todo el año, hecho que tiene un impacto muy positivo en la economía local.
Si quieres aprender a ahorrar más y mejor para poder viajar más durante el año, te invitamos a explorar nuestros artículos de viaje para tener toda la información necesaria a tu alcance. Además, si te gustaría empezar a estar al tanto de todas las noticias económicas, puedes ponerte al día en nuestro blog. ¡Sigue aprendiendo y creciendo con nosotros!