Se estima que más de 35 millones de personas en todo el mundo ya son nómadas digitales. Un fenómeno al alza que se nota especialmente en España, donde ya somos el tercer país favorito para este tipo de trabajadores, según un estudio del buscador Bluepillow. En el territorio español ya hay más de 750.000 teletrabajadores operando de forma legal y… pagando sus impuestos. Veamos, de forma simple, cómo funcionan los nómadas digitales en términos fiscales, cuáles son sus beneficios a nivel impuestos y cómo darse de alta.
Los nómadas digitales y su situación fiscal en España
Las cifras no mienten. Aunque, en teoría, los nómadas digitales se mueven por medio mundo, la realidad es que muchos eligen establecerse en nuestro país debido al clima, infraestructuras y los precios, pero ¿cómo funcionan a nivel impuestos?
Si revisamos cómo funciona la residencia fiscal en España (que, por cierto, poco o nada tiene nada que ver con el permiso de residencia) vemos que para que una persona tribute en España debe cumplir uno de estos tres supuestos:
- Duración: La persona permanece en el país más de la mitad del año (183 días)
- Laboral: El sujeto tenga un conjunto de intereses económicos en España
- Familiar: El/la cónyuge del sujeto o su descendencia residen habitualmente aquí.
La duración es, por tanto, el principal detonante que obligaría (sí, obligaría) a muchos nómadas digitales a pagar los mismos impuestos que pagamos todos, peeeeero existe una excepción: el visado de nómada digital. Este permite a sus poseedores poder acreditarse como residentes desde el punto de vista legal y de inmigración, pero como no residentes desde el fiscal. Esta gran ventaja empezó a forjarse hace más de 20 años con la famosa Ley Beckham. ¿Te suena?
La Ley Beckham, los cimientos que sustentan a los nómadas digitales
La exención fiscal de la que hablamos empezó a gestarse en junio de 2003, cuando David Beckham fichó por el Real Madrid. Poco después de su llegada, el Gobierno impulsó un decreto que permitía a los extranjeros que venían a trabajar a España tributar durante cinco años como no residentes a pesar de pasar más de medio año en el país. Esta ley, por tanto, sirvió para que ciudadanos extranjeros con rentas altas pudieran sortear los altos impuestos españoles pagando, a cambio, algo menos de la mitad. Su nombre real fue Real Decreto 687/2005 pero, ¡oh sorpresa!, el archiconocido futbolista británico fue uno de los primeros en acogerse a ella, lo que hizo que se la acabara llamando con su nombre.
Con el paso de los años la Ley Beckham ha ido sufriendo modificaciones y cambiando su marcada orientación hacia las grandes fortunas para convertirse en una herramienta más transversal. A finales de 2022 se publicó un nuevo decreto (28/2022) conocido como la Ley de Startups, una nueva medida orientada a potenciar el desarrollo de este tipo de proyectos. Junto a la Ley Beckham, este nuevo decreto estableció un nuevo marco para los extranjeros que trabajan en España, permitiendo la eclosión de los nómadas digitales en nuestro país.
Hoy muchos profesionales extranjeros pueden acogerse a las ventajas impositivas que brinda este binomio de decretos. Eso sí, siempre y cuando cumplan algunos requisitos como no haber sido residente legal en España durante, al menos, los cinco últimos años o que el motivo de venir a España sea únicamente laboral. Si se cumplen estos (y otros) condicionantes, cualquier ciudadano extranjero puede solicitar el visado de nómada digital durante los 6 primeros meses en el país. Si la respuesta de la Agencia Tributaria es positiva se podrá disfrutar de la situación de trabajador no residente durante cinco años (más el de solicitud) antes de pasar al régimen general.
Los impuestos que sí pagan los nómadas digitales en España
Ser autónomo o autónoma en España es sinónimo de pagar impuestos, muchos impuestos. Y, por lo general, a más facturación, mayor es la carga. Esto se debe a que el tipo impositivo varía en función de los ingresos, pudiendo llegar hasta un 50 % si la facturación es buena. Esto no es así en el caso de los nómadas digitales, que cuentan con un tipo impositivo fijo del 24 % hasta los 600.000 € de facturación anual. De sobrepasar esta cifra, la retención sube hasta el 48 %, lo que hace que los nómadas digitales paguen menos impuestos que un autónomo normal aún habiendo facturado lo mismo.
Estas diferencias entre retenciones hacen que, pasados los 12.449 € de facturación, ser nómada digital salga mucho más a cuenta que ser autónomo. Por ponerlo en negro soble blanco imaginemos que un año nuestra facturación anual es de 65.000 €, veámos cómo afecta a unos y otros.
Los impuestos de autónomos vs. nómadas digitales en números:
- Ingresos anuales: 65.000 €
- Retención sobre autónomos (45 %): 29.250 €
- Retención sobre nómadas digitales (24 %): 15.600 €
- Beneficio neto de los autónomos: 65.000 – 29.250 = 35.750 €
- Beneficio neto de los nómadas digitales: 65.000 – 15.600 = 49.400 €
Como vemos, a pesar de haber realizado el mismo trabajo, el nómada digital ha conseguido retener 13.650 € más que el autónomo, el cual ha tenido que abonar toda esa cantidad en impuestos. Una diferencia de lo más significativa, ¿verdad?
Otros impuestos que pueden reducir o ahorrarse
Otro tributo en el que salen beneficiados los nómadas digitales es en el Impuesto sobre el Patrimonio, del que están exentos. Por si fuera poco, también cuentan con una pequeña reducción en el Impuesto sobre las Ganancias. Puede que no te suene, pero eso es debido a que ya está incluido en la Renta. Este también funciona por tramos y van del 19 % para los primeros 6.000 € obtenidos como beneficio, un 21 % de 6.001 € hasta los 50.000 € y, por último, un 23 % a partir de 50.001 €. En el caso de los nómadas digitales estos tramos varían, pasando a un 19 % en lugar de un 21 %.
Una declaración menos que presentar
Los nómadas digitales también pueden ahorrarse la declaración sobre bienes y derechos situados en el extranjero o también conocida por los gestores como el modelo 720. Se trata de una declaración informativa que sirve para notificar a la Administración Pública los bienes como el dinero que tengamos en otro país. Aunque poco común de ver debido a que poca gente cuenta con propiedades o cuentas extranjeras, sí que es importante saber que su presentación es obligatoria en el caso de tenerlas. Los nómadas digitales, en cambio, están exentos de realizar esta declaración, algo que no solo supone un ahorro de tiempo (y posibles sanciones), sino que es toda una ventaja para aquellos nómadas que han decidido invertir en el extranjero o aquellos de otras nacionalidades que operan en nuestro país.
Las principales preguntas sobre los nómadas digitales y su ventajosa forma de tributar
Hemos repasado los principales beneficios impositivos de los que disfrutan los teletrabajadores afincados en España, pero seguro que aún te quedan algunas preguntas o dudas. Tratemos de resolverlas. 😉
¿Los nómadas digitales deben pagar impuestos en dos países?
Llegamos a la pregunta del millón. Aunque esté ubicado en España (u otro lugar), los ingresos de un nómada digital provienen de otro u otros países. ¿Significa esto que debe pagar impuestos en España y el extranjero? La respuesta rápida y general es que no, aunque hay algunos matices que conviene conocer antes de empezar a trabajar.
Pagar impuestos en dos lugares sobre los mismos ingresos es lo que se conoce como un problema de doble imposición. Para resolver este problema y evitar hacer pagar de más a los ciudadanos, los países llegan a acuerdos entre sí que se formalizan en convenios de doble imposición. En ellos se especifica la forma correcta de gestionar estos impuestos, así como cuáles son los criterios a seguir para acogerse a ellos. Lo importante aquí es que estos acuerdos se alcanzan de forma bilateral, lo que significa que España tiene diferentes condiciones en función de cuál otro país y, por tanto, es importante revisar cada caso en concreto.
¿Cómo afecta esto a la hora de pagar impuestos? Pues depende. Si el convenio está bien establecido solo deberemos pagar impuestos en un lugar, aunque no es la única posibilidad. Otros países exigen el doble pago de los impuestos para después realizar una devolución. O, aunque difícil, también puede darse el caso de que no exista convenio que regule la situación, en cuyo caso deberemos buscar una alternativa o exponernos a pagar dos veces. En la actualidad, España tiene convenios firmados con más de 90 países de todo el mundo, entre los que se encuentran las principales potencias de todos los continentes. Puedes revisar cuáles son y cómo están articulados los acuerdos en la página de convenios de doble imposición firmados por España de la Agencia Tributaria.
¿Es solo para autónomos o también para trabajadores?
Un nómada digital puede trabajar tanto por cuenta propia (es decir, como autónomo) o por cuenta ajena, aunque ambas modalidades tienen una ligera diferencia. Los trabajadores extranjeros que vengan como asalariados solo podrán trabajar para empresas no nacionales. En cambio, los autónomos sí que pueden tener clientes españoles, aunque su volumen de facturación anual no podrá superar el 20 %. Dicho de otra forma, un trabajador autónomo podrá ser nómada digital siempre y cuando la mayor parte (4/5) de sus clientes sea extranjera.
Teletrabajar no significa tener que viajar solo
También pueden obtener este visado el cónyuge o pareja de hecho del/de la nómada digital, los hijos menores de edad y aquellos mayores de edad que dependan económicamente de sus progenitores, así como los ascendientes (es decir, padres o abuelos) que dependan o estén al cargo del nómada digital.
Los requisitos previos para poder solicitar el visado
No todos los profesionales pueden ser nómadas digitales o, mejor dicho, obtener el visado que les acredite como tal. El Gobierno de España ha impuesto ciertas condiciones de obligado cumplimiento para su aprobación como:
- El motivo de su llegada es profesional.
- El trabajo debe realizarse únicamente mediante medios informáticos, telemáticos o de telecomunicaciones.
- El trabajador debe contar con tres años de experiencia laboral demostrable en ese mismo campo y/o disponer de un grado o postgrado expedido por centros reglados como universidades, centros de formación profesional o escuelas de negocio.
Cómo obtener el visado de nómada digital: documentación y trámite
Como era de esperar, el primer paso es preparar toda la documentación y, avisamos, no es poca. Empieza por el formulario de visado nacional, un pasaporte en vigor, un certificado de antecedentes penales y una declaración responsable, una prueba de identidad y otra de residencia en el país de origen. A todo esto se añade la contratación (y presentación) de un seguro de viajes válido y con cobertura en el territorio nacional, una fotografía y el pago de tasas, que ascienden a 361 €.
A todos estos papeles se les suman los de carácter profesional Aquí encontramos un certificado de empresa o cliente que determine las condiciones vinculantes, el certificado del Registro Mercantil, justificantes de solicitud a la Seguridad Social y afiliación a la RETA y documentación que acredite tanto el tipo de profesional como que se disponen de recursos económicos suficientes para alojarse en el país.
Por último, si viajas con familia también vas a necesitar documentos que prueben el parentesco y, en el caso de hijos mayores de edad o ascendientes, un demostrativo del grado de dependencia. Si tienes cualquier duda o necesitas más información, puedes consultar todos los detalles en los requisitos del visado nómadas que facilita el Ministerio de Exteriores español.
El proceso de solicitud, paso a paso
Con toda la documentación lista, toca formalizar la solicitud. Curiosamente, este trámite no puede hacerse online, por lo que es necesario solicitar cita previa y acudir presencialmente (o mediante un representante acreditado) a:
- Consulado o embajada española en el caso de solicitarse en el país de origen
- Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones si se solicita en territorio español
Una vez presentada la solicitud se recibe un justificante de entrega con un código de seguimiento que permite consultar el estado de validación durante el proceso. El plazo de resolución suele ser de unos 10 días hábiles, aunque puede demorarse si existe alguna solicitud de subsanación (es decir, que requieran más documentación).
Tras su evaluación, la solicitud puede ser aprobada o denegada. Esta última viene acompañada de una notificación por escrito en el que se exponen los motivos del suspenso. Si es el caso, es importante saber que existe la posibilidad de presentar un recurso de reposición, aunque hay fechas límites para hacerlo. El recurso estándar puede presentarse durante los 30 días siguientes al recibo de la negativa o, en el caso de querer presentar un recurso contencioso-administrativo, se dispone de dos meses para hacerlo llegar al Tribunal Superior de Justicia.
Por el otro lado, si la solicitud resulta positiva es necesario ir a recoger presencialmente el visado. Aquí, de nuevo, puede personarse un representante autorizado, pero sí que es imprescindible que se recoja en el periodo máximo de un mes, ya que de lo contrario podría ser revocado.
No está de más recordar que aunque para este trámite no se suele necesitar cita previa, sí que muchos consulados fijan unas horas determinadas para entregar los visados de nómada digital.
La duración del visado, algo a tener en cuenta
El visado de nómada digital no es para siempre, ni tampoco se puede ir renovando hasta el infinito. Su duración máxima es de cinco años y, pasado este tiempo, el nómada digital podrá elegir entre dos opciones: cambiar de país o fijar su dirección fiscal en España, lo que significa perder todos los beneficios impositivos de los que disfrutaba.
Obtener estos cinco años, sin embargo, no es automático. Si el visado se solicita desde el país de origen este tendrá una duración de un año. Pasado este tiempo, y ya en España, se podrá ampliar hasta los cinco años máximos.
Otra forma de obtenerlo es viajar a España en condición de turista y tramitarlo directamente desde aquí. A nivel burocrático el trámite es más o menos el mismo, pero tiene sus ventajas hacerlo de esta forma. La principal es que el permiso de residencia inicial es de tres años en lugar de uno, el cual podremos prolongar hasta cinco del mismo modo. La segunda ventaja es el tiempo, ya que el hecho de omitir el paso del Consulado permite agilizar un poco las cosas.
Soy español y quiero ser nómada digital, ¿qué hago?
Todo lo que hemos contado es igualmente aplicable a un ciudadano español que desee teletrabajar fuera, remarcando lo de fuera. Un ciudadano español no puede trabajar en España y declararse como no residente a nivel fiscal porque incumple con varias de las condiciones antes vistas.
A nivel documentación y trámites es exactamente lo mismo con la salvedad que para solicitarlo debes acudir al Ministerio o entidades designadas del país de destino. Recordar que, tal y como hemos visto, el convenio de doble imposición podría variar, por lo que conviene repasar cuáles son las condiciones establecidas entre España y el país visitante a nivel impuestos.
Nuestros consejos para futuros nómadas
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Otro factor clave es preparar nuestras finanzas. El proceso de solicitud acarrea gastos en forma de tasas, seguro de viaje, etc. A eso se le añaden los costes del viaje como vuelos, alojamiento, alimentación, fondo de emergencia… En resumen: dinero. Si necesitas una pequeña ayuda, en Cofidis puedes disponer del dinero que necesitas fácilmente a través de diferentes soluciones como, por ejemplo, el crédito directo que te permite contar con una tarjeta con la que afrontar, de forma cómoda y segura, estos pagos o cualquier gasto de viaje e ir devolviéndolo fácilmente mes a mes.
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