Las vacaciones de los autónomos son como los billetes de 500 euros: todo el mundo ha oído hablar de ellas, pero pocas personas las han podido disfrutar. Bueno, quizá hayamos exagerado un poco, pero tal y como apunta el Barómetro ATA de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, cuatro de cada diez autónomos no disfrutan de días libres en verano.
Si ya trabajas por cuenta propia o estás pensando en hacerlo, te explicamos qué hay detrás de esta realidad y cuáles son las condiciones para que puedas disfrutar de un periodo de descanso.
Las vacaciones de los autónomos, en detalle
Con la ley en la mano, los autónomos no disponen de ningún día de vacaciones remunerado. Eso no significa que no puedan cogerse unos días libres. De hecho, pueden hacerlo cuando quieran, pero sin que ello conlleve ningún tipo de retribución. En otras palabras: dependen totalmente de ellos. Teniendo en cuenta que un día no trabajado es un día que no se factura, que un autónomo pueda disfrutar de vacaciones pasa única y exclusivamente por una buena planificación.
La excepción que confirma esta regla son los autónomos legalmente dependientes o más conocidos como autónomos TRADE, que son los que obtienen al menos un 75 % de sus ingresos de un mismo pagador y, además, su colaboración se produce bajo un contrato TRADE. Estos sí disponen, según la Ley 20/2007 del Estatuto del Trabajo Autónomo, de 18 días hábiles de vacaciones, aunque de nuevo estos son no remunerados.
Las vacaciones fiscales, la principal ventaja de la que disponen la mayoría de autónomos
De lo que sí pueden disfrutar los autónomos es de las vacaciones fiscales, que es una fórmula establecida por la Agencia Tributaria para que los trabajadores por cuenta propia no reciban notificaciones ni requerimientos de información tributaria. Algo así como unos días de cortesía o desconexión de nuestras obligaciones con la Administración.
Este tipo de “vacaciones” tiene una duración total de 30 días al año que se pueden distribuir a nuestro gusto. Eso sí, solo exime de las notificaciones electrónicas.
¿Cuál es la principal ventaja? Ahorrarnos el realizar alegaciones o dar respuestas durante nuestros días libres. Aunque esto no significa que no tengamos que hacerles frente tras retomar la actividad. La buena noticia es que mediante este método, podemos ahorrarnos posibles sanciones derivadas de una no respuesta, las cuales van desde los 150 euros hasta varios cientos de miles en los casos más graves.
Lo que tienes que saber al solicitar las vacaciones fiscales
Como hemos dicho, la distribución de los 30 días de vacaciones fiscales es totalmente libre. Eso sí, siempre y cuando se soliciten con un mínimo de siete días de antelación. Para hacerlo debemos estar incluidos en el NEO, que es el sistema de Notificaciones Electrónicas Obligatorias.
Hay autónomos y empresarios que, debido a su actividad, están obligados a estar inscritos en el NEO, mientras que otros pueden acogerse de forma voluntaria. Si tienes dudas de si es tu caso o simplemente quieres inscribirte, accede a tu perfil personal mediante tu certificado digital o cualquier otro método de autenticación.
El proceso de solicitud de vacaciones fiscales es sencillo, tan solo tienes que seguir los siguientes pasos:
- Acceder a tu área personal de la Sede Electrónica de la AEAT
- Hacer clic en la sección “Notificaciones”
- Seleccionar “Solicitar días en los que no se emitirán notificaciones”
- Marcar los días en los que quieres hacer tus vacaciones fiscales
- Si es es el caso, añade fines de semana, ya que técnicamente podrías recibir avisos esos días
- Obtén el recibo de presentación
La cuota de autónomos, ¿vale la pena darse de baja durante las vacaciones?
Los expertos no lo recomiendan en absoluto por diversas razones. Por un lado está el ahorro de un mes de cuota, sí, pero el lado de las desventajas tiene bastantes más argumentos. Por un lado está la interrupción en la contribución, lo que afecta a futuras prestaciones como la jubilación, bajas o paro. Esto puede ser especialmente dramático si queremos optar a alguna ayuda que requiera de mínimos cotizados.
Además de esto, ten en cuenta que las altas y bajas exigen que le notifiques a la Agencia Tributaria tus rendimientos cada vez que te incorpores, lo que supone añadir un proceso burocrático extra a la ecuación con el fin de ahorrarnos una cuota.
Por último, es especialmente mala idea si hace poco que has iniciado tu actividad y estás aprovechando la Cuota Cero para autónomos. En este caso, al darte de baja y reiniciar la actividad no podrás volverte a acoger al pago reducido de la tarifa plana, teniendo que abonar la totalidad de la cuota. Una diferencia de 170 € mensuales en el mejor de los casos.
Consejos para organizar las vacaciones de los autónomos
Como decíamos, que los autónomos no dispongan de vacaciones remuneradas no significa que no las pueden hacer. Todo es, como siempre, cuestión de organización y trabajo. Sin embargo, como sabemos que suele ser difícil para este tipo de trabajadores establecer límites en lo que respecta a la vida personal y laboral, veamos algunos conceptos y consejos que pueden ayudarles a disfrutar de esos tan merecidos días libres.
Estudia cuál es el mejor momento para irte de vacaciones
Para muchos autónomos los periodos vacacionales son una época de trabajo fuerte, mientras que otros meses son más tranquilos.
Si ya cuentas con algún año de experiencia te resultará de lo más sencillo echar la vista atrás y comprobar las facturaciones mensuales de los últimos ejercicios y encontrar aquellos periodos en los que desaparecer unos días no tenga tanto impacto para tu negocio.
Al fin y al cabo, una de las ventajas de los autónomos es la libertad, por lo que no hacer vacaciones en agosto no tiene por qué ser una fatalidad. Además, piensa que cogerse unos días en periodos no habituales puede suponer disfrutar de mejores precios, ofertas o destinos menos masificados.
Aprovecha puentes y festivos, un pequeño tip para alargar tu descanso
Puestos a jugar, el calendario cuenta con diversos días festivos, lo que origina también los famosos puentes. Si se puede, planificar vacaciones de los autónomos alrededor de ellos puede ser también una buena opción, ya que los clientes también suelen cogerse esos días libres y, por tanto, es más probable que no requieran de nuestros servicios durante esos días.
De esta forma, la percepción de indisponibilidad se reduce sensiblemente, aunque a efectos prácticos se encadenan varios días de vacaciones.
Cuidado con las obligaciones habituales
Un periodo que debes manejar con cuidado es al final y principio de mes, especialmente si toca presentar la trimestral del IVA o cualquier otro proceso propio de este tipo de profesionales. Recuerda que aunque te acojas a las vacaciones fiscales, se debe cumplir con estas obligaciones.
Ya que estamos también mencionar que, aunque estés de vacaciones, la cuota se va a seguir cobrando, por lo que si no vamos a tener el ojo puesto en las cuentas es más que recomendable asegurarse de que habrá fondos suficientes para afrontar el pago.
Recordemos que el incumplimiento de cualquiera de estas obligaciones se traducirá en sanciones administrativas que pueden ir aumentando su importe en función del tiempo que se tarde en abonar.
Mejor escapadas cortas que viajes largos
Al trabajar por nuestra cuenta, puede darse la tentación de coger un mes entero o más para realizar ese viaje que siempre soñamos, lo que no resulta muy buena idea. Un negocio o proyecto exige dedicación y estar encima, por lo que la mejor forma para disfrutar de unos días libres es a sorbitos pequeños.
Piensa que tus clientes buscan a alguien que les resuelva problemas. Y aunque pueden entender que te cojas unos días de vacaciones, difícilmente entenderán que desaparezcas un mes de repente.
Planifica las vacaciones a nivel financiero
Uno de los principales hándicaps de las vacaciones de los autónomos es que no son remuneradas, por lo que esos días libres no vienen acompañados de una paga que permita hacer frente a los gastos con comodidad.
Una de las mejores estrategias para salvar esta diferencia es la de ir haciendo un colchón o fondo a lo largo del año. Puede realizarse de forma periódica o en función de los ingresos recibidos si el volumen de cobros fluctúa, pero sin duda es la mejor forma de afrontar todos los gastos derivados de unas vacaciones sin que nuestra economía se resienta.
Deja todos los temas fiscales y financieros resueltos
Puede que vayas a descansar, pero el mundo no para. Así que la mejor opción para relajarse al 100 % es irse con los deberes hechos. A efectos prácticos eso significa revisar que no tengamos ninguna notificación pendiente y, en el caso de que haya algo, dejarlo todo respondido y tramitado.
Lo mismo pasa con las facturas. Si tienes algún pago o cobro pendiente no lo dejes en stand by simplemente porque te vas. A día de hoy puedes dejar automatizados todos estos procesos, por lo que puedes dejarlo todo resuelto en pocos minutos mediante la programación de emails y transferencias.
Una vez lo tengas todo controlado, será el momento de solicitar las vacaciones fiscales, algo que debemos hacer al menos con una semana de antelación.
Trata de que el ritmo de trabajo no se resienta
Con una buena planificación es posible que tus clientes ni se enteren de que te has ido. En este sentido, dependerá mucho de tu actividad y clientes, pero seguro que en muchos casos podrás adelantar trabajo ya sea en forma de gestiones, entrega de proyectos o preparación de pedidos.
Tener controlados todos estos asuntos no solo te permitirá irte con más tranquilidad, sino que transmitirás una imagen de tenerlo todo bajo control, lo que seguro encanta a tus clientes.
Avisa a tus clientes y proveedores
Más allá del típico email respuesta de “Estoy de vacaciones, volveré el día tal” es recomendable avisar a nuestro entorno de trabajo que nos cogemos vacaciones con algo de antelación. Si, tal y como hemos dicho, lo dejamos todo controlado este aviso será una simple cortesía, ya que el trabajo no se verá afectado en ningún momento. ¡Todos contentos! Y también puede ser una manera perfecta de poner en preaviso a los clientes y que te digan en qué campos prefieren avanzar. Una poderosa arma si la utilizas con antelación.
Aquí también puede resultar interesante ofrecer algún método de contacto alternativo por si surgiese alguna urgencia. Lo sabemos, no es la mejor forma de desconectar, pero sí que puede ser un gesto de valor si jugamos esta carta con la persona adecuada.
Valora contratar ayuda extra
Puedes darte cuenta que, a pesar de planificarlo todo al milímetro, ciertas tareas dependen totalmente de ti y no puedes irte. Antes de que te preocupes déjanos decirte que es algo muy común que le pasa a la mayoría de autónomos o pymes que trabajan solos o con una estructura muy reducida.
Aquí el secreto es tratar de organizar el máximo de trabajo y delegar tareas concretas a un perfil muy específico. Acotar tanto el trabajo simplificará mucho tanto la labor de búsqueda como la de formación, algo especialmente importante si vamos justos de tiempo.
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