Ya sea para ampliar tus estudios, porque tu carrera solo se da en una ciudad concreta o porque no quedaban plazas en la que tienes más cerca, es posible que esta sea tu situación.
A continuación, vamos a darte toda la información que necesitas para encontrar el lugar de residencia que mejor se adapte a tus necesidades para alojarte durante el curso académico.
Tipos de alojamiento
Por suerte, estás a punto de comprobar que hoy en día existe una gran variedad de estilos de alojamiento que te permitirán establecerte en una ciudad alejada de tu hogar. Podrás elegir entre residencias, pisos compartidos, habitaciones. Todo dependerá de tu presupuesto, del modo en que financies tus estudios y de la ciudad en la que vayas a cursarlos. ¿Quieres comprobar de qué opciones dispones? Veamos algunas.
Residencias universitarias
Seguro que la idea de una residencia universitaria o te suena de las películas. Se trata de una opción muy popular en otros países, y que ha experimentado un importante crecimiento durante los últimos años.
Se trata de centros que proporcionan alojamiento a los estudiantes, y normalmente están totalmente amueblados y equipados para cubrir todas sus necesidades.
Es frecuente que las residencias estén adscritas a un centro universitario concreto, aunque también podrás encontrar este tipo de alojamiento para estudiantes en formatos independientes.
Por lo general, las residencias acostumbran a estar en los propios campus o en las cercanías. Algunos de los servicios que suelen ofrecer son:
- Manutención
- Lavandería
- Biblioteca
- Wifi
También habrá otras ocasiones en las que una residencia te pueda ofrecer más servicios, incluyendo actividades de carácter cultural, deportivo o incluso religioso. Cuando se da este caso, no obstante, dichas residencias son conocidas como colegios mayores.
Piso de estudiantes
Los pisos en alquiler para estudiantes son otra fórmula muy empleada por quienes estudian lejos de casa y prefieren compartir su espacio con más personas.
Como podrás imaginar, la idea consiste en convivir con varios inquilinos más, todos ellos estudiantes, en un mismo piso. Se trata de una opción de lo más práctica porque, al compartir la vivienda, también se reparten los gastos. Interesante, ¿no?
Esto te puede dar la ocasión de contar con un alquiler algo más reducido, y también te permitirá reducir los costos del alojamiento. Sí, tal vez tengas un poco menos de privacidad, pero te puede servir para conocer gente nueva y vivir experiencias diferentes.
Habitaciones privadas
Las habitaciones para estudiantes en viviendas privadas son una opción que también gana popularidad, especialmente entre aquella gente que no dispone de tanto presupuesto.
Y es que, además de muchos estudiantes que buscan un lugar donde instalarse mientras estudian, también hay muchos propietarios que tienen habitaciones en sus casas que no utilizan. Y muchos de ellos se han dado cuenta de que alquilar esa habitación a los estudiantes puede ser una excelente opción a la hora de obtener unos ingresos extra.
Si eres estudiante, recurrir a una habitación en una casa particular te puede ofrecer un alojamiento a un costo inferior. Según el tipo de hogar que encuentres, o de la familia que allí viva, es posible que tengas más espacio a tu disposición que en otras opciones.
No obstante, como es lógico, también tendrás algunas desventajas en cuanto a privacidad. De todos modos, puede ser una experiencia que te enriquezca como persona.
Ayudas para residencias de estudiantes 2022-2023
Es posible que te hayas decidido por recurrir a algún tipo de residencia para estudiar lejos de casa. Incluso puedes haber elegido qué modalidad se adapta mejor a ti, pero no estaría mal contar con algún tipo de apoyo económico. ¿Existen ayudas de alquiler para estudiantes?
Lo cierto es que sí, aunque tienen sus requisitos. Veamos algunas opciones.
Becas MEC
Como es lógico, este tipo de beca sólo se concede a estudiantes que se han visto obligados a residir lejos de su domicilio habitual a lo largo del curso. Eso sí, ten presente que la beca no cuenta con ayudas por desplazamiento, y que es necesario que no exista un centro docente más adecuado en tu localidad.
Uno de los requisitos para poder obtenerla es que los estudios que realices deben ser presenciales y la matrícula completa. Otras modalidades, como la matrícula parcial o los estudios a distancia, quedan totalmente excluidos. Además, tienes que estar matriculado en estudios como:
- Bachillerato
- Formación profesional
- Enseñanzas deportivas
- Enseñanzas artísticas profesionales o superiores
- Enseñanzas universitarias que conduzcan a títulos de Grado o de Máster
Por último, tendrás que acreditar el lugar de residencia, sea vivienda compartida, habitación o cualquier otra modalidad.
Ayudas de universidades concretas
Además de las Becas MEC, algunos centros universitarios pueden ofrecer sus propias modalidades de ayudas. Por supuesto, al tratarse de becas convocadas por organismos privados, cada una puede tener unas condiciones y unas coberturas diferentes.
Por ejemplo, la Universidad de Navarra ofrece becas que cubren alojamiento, manutención y matrícula. Los requisitos, por supuesto, son contar con un rendimiento académico excelente, y disponer de recursos económicos limitados.
Tipos de contrato de alquiler
A la hora de realizar un contrato de alquiler para estudiantes, descubrirás que existen diferentes modalidades. Por supuesto, lo más adecuado es que te familiarices con sus diferencias, ya que pronto tendrás que elegir el que más te convenga.
A continuación, vamos a analizar algunas de las opciones de las que dispones.
Alquiler tradicional
Es posible que sea la opción más habitual. Si recurres a un alquiler tradicional, la fianza máxima que se te puede exigir es una mensualidad de renta. Y, si se requieren garantías complementarias, puede ser de dos meses de renta, como mucho.
Su principal ventaja es la estabilidad que te ofrece, especialmente si vas a cursar una carrera larga. Puedes firmar un contrato prorrogable hasta cinco o siete años (según si el propietario es un particular o una empresa).
La única pega puede ser el precio, ya que tendrás que seguir pagando el alquiler durante los meses de vacaciones, aunque no estés en la vivienda. De todos modos, sigue siendo una excelente opción cuando se recurre a un alquiler de piso compartido.
Alquiler de temporada
Se trata de una opción interesante si no piensas pasar tanto tiempo en la residencia, o si solo te queda un curso para terminar. Si te decantas por un alquiler de temporada, descubrirás que la fianza que te pueden exigir es de dos mensualidades, y que este tipo de arrendamiento no puede incluir otros servicios complementarios.
Además, es necesario que indiques cuál es la finalidad por la que realizas una ocupación temporal (en tu caso, claro está, es por estudios). La principal ventaja, pues, es que solo vas a pagar por los meses de estancia.
Durante los meses de vacaciones, como verano, no tendrás que pagar nada. La desventaja es que, si te quedan varios cursos, al año siguiente tendrás que volver a buscar vivienda.
Alquiler por habitaciones
Si recurres a este tipo de arrendamiento, lo que obtendrás es la posibilidad de utilizar la habitación de una vivienda particular durante el tiempo que pactes con el propietario. Además, podrás compartir las zonas comunes de la vivienda, como pueden ser la cocina, el cuarto de baño o el salón.
Se trata de una opción que, como ya hemos mencionado, te puede permitir vivir en casa de un particular, pero también puede servir para compartir piso con otros estudiantes.
La principal ventaja del alquiler por habitaciones, y tal vez la más llamativa, es que se trata de la opción más económica de todas. Al fin y al cabo, solo estarás pagando por una habitación, y no por un piso completo.
Eso sí, te conviene ser sociable si te decantas por este tipo de alquiler, porque generalmente vas a convivir con gente nueva. Además, cuando un piso compartido de estudiantes ofrece esta modalidad de alquiler, la rotación de los inquilinos es muy alta. No obstante, esto también puede convertirse en una experiencia más.
Encontrar residencia universitaria: una aventura cargada de opciones
Marcharse de casa por primera vez para ir a la universidad puede ser todo un reto. No solo te encuentras en una ciudad diferente a la que conoces: además, estarás en una vivienda diferente.
Pero, como has podido ver, son muchas las opciones de las que dispones, desde las residencias que ofrecen las propias universidades hasta la posibilidad de compartir piso de estudiantes con otras personas.
Independientemente de por qué opción te decantes, de una cosa estamos seguros, y es que esta etapa de tu vida va a ser muy enriquecedora a nivel experiencial, permitiéndote conocer a muchísima gente e infinidad de cosas más.
