Carlos, el protagonista del 5º capítulo de VIDAS, cumplió sus objetivos gracias al apoyo de su familia y es que, a veces en la vida necesitamos una figura que nos motive y nos ayude a seguir adelante. ¡Descubre su historia a continuación!
Aunque la palabra “coach” nos parezca algo nuevo, lo cierto es que su origen se remite a las primeras sociedades, cuando los más avanzados de una cultura se encargaban de la formación de los que se iniciaban en el conocimiento del mundo.
Sócrates, el filósofo griego, se podría considerar uno de los primeros coach de la Historia ya que él transmitía a los alumnos su sabiduría en los temas más importantes de aquella época.
¿Qué es el coaching?
Roles del coaching
También se puede definir como una alianza entre coach y cliente. Un acuerdo entre las partes, donde se establecen los objetivos a alcanzar, la forma de llevar adelante el programa y la evaluación de los resultados.
Al ser una dinámica confidencial y de confianza, se interactúa entre dos (o más) personas de manera directa y se puede realizar mediante contacto directo, al teléfono y/o por e-mail. Los participantes de este proceso son el coach y el coachee:
- El «coach», que se traduce al castellano como «entrenador», es el profesional. Esto no es casualidad ya que fue gracias a los excelentes entrenadores deportivos en los Estados Unidos que la práctica se extendió a otros campos.
- El coachee (pronunciado couchí) es quien recibe el proceso y puede ser desde un cliente (un coachee) o varios clientes (coachees).
Diferencias básicas con terapia
Hoy en día, su práctica es accesible y aconsejable a todas las personas que deseen obtener mejores rendimientos en aspectos personales y profesionales, pero esta técnica no es ninguna terapia, ni mucho menos se trata de ningún asesoramiento psicológico.
Mientras el psicólogo se ocupa de las emociones y de la salud afectiva y mental, a veces incluso desde un enfoque clínico, el coaching tiene como principal objetivo motivar a sus participantes y sacar lo mejor de ellos en el plano individual o profesional.
En terapia se buscan las causas de los problemas, se analiza el ¿por qué? de las cosas y el coaching sólo se enfoca en elementos puntuales como la autoestima y motivación.
En el coaching se trabaja hacia el futuro que desea el coachee y se modifica el presente, según lo que se puede mejorar y desarrollar. Sin embargo, en terapia se suele comenzar por el pasado enfocándose y buscando lo que está mal.
Otra de las diferencias más notables está en la duración de la práctica. Y es que, mientras una terapia psicoanalítica puede llevarte años, el Coaching puede durar solo unas sesiones. Por último, hay que destacar que el Coaching no está regulado por un colegio como está la psicología, aunque existen asociaciones nacionales e internacionales a las que un coach se puede suscribir.
El Método GROW
El coaching se imparte a través del método GROW. Es un acrónimo formado por 4 pasos que están presentes durante el proceso donde cada letra implica un concepto:
G – Goal – Objetivo/Meta
R – Reality – Realidad
O – Options – Opciones
W – Will – Plan de acción
Al ser el coaching un proceso para cumplir objetivos, se necesita tener un sistema como el GROW. Además, es muy importante que sea siempre el cliente quién proponga su propio plan de acción y por supuesto, llevarlo a cabo.
Tipos de Coaching
Aunque el coaching personal es el más conocido, esta práctica se ha ido extendiendo a diversas disciplinas, por lo que hoy también contamos con el coaching en distintos ámbitos como son:
- Coaching Deportivo: al ser el origen, existen muchísimos profesionales. Un buen ejemplo es el de Rafa Nadal, cuyo éxito se debe en gran parte al coaching de su tío.
- Coaching Empresarial: está enfocado en mejorar organizaciones y empresas ayudando a conseguir los objetivos fijados.
- Coaching Ejecutivo: más centrado en la ayuda específica de gerentes y managers, y normalmente suele ser la propia empresa quién contrata y asume los gastos de este proceso.
Ahora que ya sabes qué es el Coaching, depende de ti poner la información en perspectiva y decidir si es una práctica que te merezca la pena y necesites. ¿Te animas?