Sabemos que el teletrabajo ofrece grandes ventajas y oportunidades. Sin embargo, teletrabajar también presenta algunos inconvenientes de los cuales no se habla tan a menudo:
- Cuesta más desconectar del trabajo
- La jornada laboral tiende a alargarse
- El tiempo que dedicas al trabajo y a tu vida personal se difumina
- Pasas muchas horas delante del ordenador sin moverte
- Haces menos ejercicio y te sientes más sedentario
- Aumentan los problemas posturales
- Trabajar y vivir en el mismo espacio agudiza la sensación de rutina
¿Te sientes identificad@ con alguna de estas situaciones? Si es el caso, en primer lugar, decirte que es normal. Estos últimos meses hemos tenido que adaptarnos rápidamente a muchos cambios y nuevas dinámicas que han tenido un fuerte impacto en nuestras vidas, como ocurre con el teletrabajo. Y lo hemos hecho lo mejor que hemos podido.
En segundo lugar, recordarte que pase lo que pase, es imprescindible cuidarse. Y más en estos momentos. Es posible que estos meses no hayamos podido dedicarnos todos los cuidados que necesitamos por haber estado atendiendo otras prioridades, obligaciones y responsabilidades que se llevan nuestro tiempo en el día a día. ¿Pero sabes qué?
Cuidarte también es una prioridad. Y nunca es tarde para cuidarte como te mereces
La nueva normalidad exige nuevos hábitos, tanto si estás teletrabajando como si ya has vuelto a tu puesto. Por eso, cuidarnos por dentro y por fuera es vital para disfrutar de una buena salud y hacer frente a los retos que estamos viviendo en estos momentos. ¡Hoy vamos a darte 5 ideas para que te cuides más y mejor!
1. Mindfulness y meditación – cultiva el estar presente
Aprender a desconectar cuando trabajas, duermes, comes, vives y haces todo en casa puede ser difícil, pero es esencial. El primer paso es acondicionar el espacio del que dispones de manera que puedas tener distintas áreas para hacer tus actividades diarias.
El segundo, es buscar recursos que te ayuden a encontrar la paz y la desconexión dentro de ti. Y esto último sirve para cualquier persona que desee hacer espacio mental y aprender a relajarse más o mejor. No importa si trabajas en casa, en la oficina, al aire libre o en estos momentos no trabajas. Buscar dentro de ti las herramientas que te ayuden sentirte mejor es un recurso de vida que te acompañará siempre.
¿Ha oído hablar sobre mindfulness y meditación? Ambas son técnicas que nos ayudan a cultivar la capacidad de estar en el presente. ¿Qué quiere decir esto? Se refiere a hacernos conscientes nuestra experiencia, de cómo estamos viviendo en el mundo aquí y ahora.
Cuando cultivas la capacidad de estar presente, puedes conectar y centrarte en el aquí y ahora
Estamos acostumbrados a hacer multitasking y estar pendientes de mil cosas a la vez: un pensamiento, luego otro, después lo que tengo que hacer en una hora, ahora me acuerdo de que no he llamado a mi amiga, saco la cartera y pago en la frutería, madre mía mañana me levanto muy pronto, tengo que hacer la cena… ¿Te suena este diálogo mental?
Vivir en piloto automático, es decir, sin ser plenamente conscientes y sin prestar atención real a lo que estamos viviendo, nos lleva a hacer todo más rápido, nos dejamos llevar por el ruido, por lo externo. Y todo esto nos hace perdernos mucha parte del presente. Cuando no estás en el presente tiendes a pensar más en el pasado, en el futuro. Y así aumenta el estrés, las preocupaciones, nos sentimos desconectados y tenemos menos sensación de control. Por eso es importante meditar o hacer mindfulness, para prestar atención al presente, que es lo más real que tenemos.
2. Yoga – conecta contigo y mantente en forma
El yoga es una práctica milenaria que conecta el cuerpo, la respiración y la mente, a través de posturas físicas, movimientos, ejercicios de meditación y respiración. Así nos hacemos presentes y ejercitamos todo nuestro ser.
El yoga nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos, uniendo todos los niveles del ser humano: cuerpo, mente y espíritu
A través de la respiración conectamos con el momento presente, el aquí y ahora del que hablábamos antes y nos ayuda a entrar en un estado de pausa y presencia total. Desde ese lugar de calma podemos bajar revoluciones, tomar distancia de todo lo que tenemos que hacer hoy, mañana y pasado, nos olvidamos de todo el ruido mental y conectamos con nosotros mismos.
Entonces, a través de los ejercicios, posturas y movimientos vamos ganando conciencia sobre nuestro cuerpo. Despertamos nuestros músculos, ganamos espacio corporal con los estiramientos y espacio mental con las respiraciones. También nos hacemos conscientes de las limitaciones de nuestro cuerpo y nuestra mente. Así como de todo nuestro potencial.
Volver a conectar con nosotros mismos a través del cuerpo es buena manera de estar presente y dejar de vivir en piloto automático
Desde ese lugar de consciencia podemos empezar a trabajar en todo aquello que nos limita, nos distrae, nos preocupa. Y lo mejor de todo es que pronto puedes empezar a sentir los grandes beneficios del yoga: empiezas a ganar paciencia, flexibilidad, tonificas tu cuerpo, bajas los niveles de estrés y ansiedad, duermes mejor, mejora tu capacidad de atención y rendimiento, conectas contigo y con una sensación de agradecimiento que aporta gran bienestar a tu cuerpo, a tu mente, tu corazón y tu espíritu. Esto es vital para cuidar de nuestro cuerpo, nuestra casa. Así podremos vivir más enérgicamente y afrontar el día con fuerza y con una actitud más positiva.
Tanto si eres principiante como si todavía no lo has probado o ya eres un experto del yoga que deseas profundizar más, tienes opciones de todos los niveles para entrenarte y desarrollarte en la disciplina del yoga. Dispones desde cursos de iniciación, a gimnasios especializados 100% en yoga, hasta formaciones para convertirte en profesor y difundir la magia del yoga. ¡Piénsatelo!
3. Time management – aprende a respetar tus horarios
Aprender a gestionar nuestro tiempo y respetar nuestros horarios es clave para poder disfrutar de una vida más plena. Al fin y al cabo, cada día tiene 24 horas y depende de nosotros en gran medida decidir cómo queremos vivir cada hora.
Son muchas las partes de nuestra vida que alimentamos con nuestro tiempo. Dedicamos tiempo al trabajo, a nuestra familia, amigos, hobbies, actividades, proyectos personales, casa, etc. Y el tiempo no es solo tiempo: implica también aportar nuestra energía, nuestra atención, nuestros recursos.
Por eso es importante ser conscientes de a qué, a quién, cómo y cuánto tiempo le dedicamos de nuestra vida
¿Cuántas horas al día trabajas? ¿Cuántas las disfrutas haciendo algo que te gusta? ¿Cuántas horas inviertes en proyectos que te hacen ilusión? ¿Cuánto tiempo dedicas a descansar? ¿Cuánto te cuidas? A veces se nos pasa la vida atendiendo obligaciones, encadenando planes, hasta que nos damos cuenta de que apenas nos hemos tiempo a nosotros mismos o a lo que nos importa de verdad.
Así pues, aprender a gestionar nuestro tiempo es un aprendizaje imprescindible para disfrutar de nuestra vida en todos los sentidos. Si no aprendemos a hacerlo, viviremos con la sensación de que el tiempo se nos escapa y que la vida va más rápido de lo que nos gustaría. Y sí, el tiempo pasa. Por eso somos nosotros quienes decidimos qué hacer con la vida tan valiosa que tenemos.
¿Sabes cómo puede ayudarte el Time Management o Gestión del tiempo? Es una disciplina llena de técnicas que nos permite observar la cantidad de tiempo que destinamos a cada una de las actividades que realizamos. A través de distintos métodos, nos ayuda a planificar nuestras tareas de manera que podamos realizarlas de manera más efectiva y productiva. Si sueles tener la sensación de que no tienes tiempo, que siempre llegas tarde o que la vida va demasiado rápido…
Tal vez simplemente necesitas organizarte mejor, crear buenos hábitos y una rutina que te ayude a dedicar tiempo a todo lo que deseas
A esto te ayuda el Time Management: poder vivir con mayor sensación de control sobre a qué le dedicas tu tiempo. También te ayuda a aprovecharlo más y mejor, a organizarte las horas para poder disfrutar más con los tuyos, de tus pasiones y todos esos proyectos y momentos que completan tu vida.
Si investigas un poco en Internet, verás que hay cursos, posgrados, libros y cantidad de información sobre Gestión del Tiempo. Es una herramienta práctica que puede ayudar a cualquiera a combatir el ritmo frenético del día a día y a hacer espacio a todo aquello que nos llena de vida y nos hace felices.
Como recomendación, si empiezas a adentrarte en el mundo del Time Management, recuerda incluir en tus actividades diarias algo de tiempo para dedicártelo a ti: para cuidarte, relajarte, meditar, hacer yoga, ir a terapia, o simplemente tumbarte, descansar y no hacer nada. ¡Cuidarte es imprescindible!
4. Coaching – plantéate metas y cambios alcanzables
Aprender a gestionar nuestro tiempo y respetar nuestros horarios es clave para poder disfrutar de una vida más plena. Al fin y al cabo, cada día tiene 24 horas y depende de nosotros en gran medida decidir cómo queremos vivir cada hora.
Son muchas las partes de nuestra vida que alimentamos con nuestro tiempo. Dedicamos tiempo al trabajo, a nuestra familia, amigos, hobbies, actividades, proyectos personales, casa, etc. Y el tiempo no es solo tiempo: implica también aportar nuestra energía, nuestra atención, nuestros recursos.
Eso sí, el coaching no se trata de una terapia, ni de un proceso curativo o asesoramiento psicológico
En definitiva, se trata de una disciplina enfocada en la consecución de objetivos para desarrollarte personal y profesionalmente. Viene a ser un: si deseas hacer cambios en tu vida, hazlos. Para eso necesitas saber qué cambios son los que van a hacerte más feliz o tu vida más completa. Si lo tienes claro (o más o menos claro) el coaching podría ser un buen aliado.
Hay distintas formas de acercarse al mundo del coaching para descubrir si va contigo. Por un lado, puedes hacer coaching con un profesional experto que lleve tu proceso y vivirlo desde ese lugar, entregándote al proceso. Y, por otro lado, también puedes formarte en coaching para conocer todas las herramientas y llevar este aprendizaje a tu terreno personal y al de los demás. Quizá diriges un equipo, tienes hijos o personas a tu cargo a las que también les pueda ayudar que tú aprendas coaching. No obstante, ten esto presente:
Plantearse metas y objetivos no siempre es fácil, pero merece la pena
Esto requiere un gran conocimiento de nosotros mismos, una honestidad profunda para reconocer dónde nos encontramos, qué nos disgusta, qué nos haría felices y dónde nos gustaría estar. Así como también requiere una gran fortaleza y compromiso para mantenernos firmes en la consecución de nuestras metas. Se trata de buscar un equilibrio entre soñar, ilusionarse y ser realistas para plantearnos metas asequibles y alcanzables. Eso sí, ¡querer es poder!
5. Terapia Gestalt – cuida tu salud emocional
Para marcarnos unos objetivos, unas metas o cualquier plan de acción, necesitamos hacer introspección para saber qué deseamos de verdad, cuáles son los cambios que nos hacen falta, cuáles son nuestros problemas en estos momentos y hacia dónde nos gustaría dirigir nuestra vida.
Cuántas veces te has despertado un día preguntándote ¿qué estoy haciendo? ¿por qué me siento así? ¿de dónde viene esta insatisfacción? ¿necesito un cambio, pero no sé cuál? Si te ha pasado, tranquil@: ¡eres humano! Y nuestra existencia, nuestra vida, nuestra felicidad nos genera grandes preguntas a las que tratamos de respuesta de la mejor manera que sabemos o podemos.
Sin embargo, no siempre disponemos de las herramientas y capacidades para poder afrontar el peso de semejantes preguntas, los contratiempos de nuestras vidas, los obstáculos, las pérdidas, los cambios bruscos. Por eso es vital pedir ayuda y apoyarnos de las terapias que están a nuestra disposición para sanar, para ser más conscientes, más felices, querernos más, amar más al otro y a la vida.
No hace falta que estés mal para ir a terapia, puedes hacerlo para solucionar problemas, dudas y también para desarrollar tu potencial, para trabajarte y crecer
En realidad, cualquier momento es bueno para empezar un proceso terapéutico si sientes que quieres hacerlo. Y aunque hay cantidad de terapias, nos gustaría hablar de una en concreto que estos últimos años se ha extendido, llegando a cada vez más personas: la Terapia Gestalt.
También llamada la terapia del “darse cuenta” es una forma de autodescubrirnos, de conocer cómo funcionamos, cómo sentimos, cómo actuamos y cómo todo esto tiene un impacto en nuestra vida. A diferencia de otras terapias, se centra en el aquí y ahora, en lo que sientes, en lo que necesitas, en lo que te preocupa en estos momentos para poder trabajarlo en el presente. Y te anima a vivirlo sin juzgarte para reconciliarte con lo que eres, con quien has sido, con tu pasado y tu presente. Aprender a poner conciencia y sentimiento a nuestras vidas es clave para poder desarrollarnos y cuidarnos emocionalmente, mental, personal y profesionalmente. Por eso dicen que al final la Gestalt es una actitud, una forma de estar en la vida.
De ahí que hacer terapia sea tan importante para poder sanar y vivir felices con quienes somos y con lo que deseamos.
Esta terapia puede ser una buena aliada para trabajar tu crecimiento personal, la ansiedad, estrés, depresión, duelo, problemas de autoestima, fobias, problemas de pareja, bloqueos, crisis existenciales, y un largo etcétera de vivencias que son mucho más comunes de lo que te piensas. Y sí, para trabajar todo esto hace falta ser valientes, pero la recompensa es enorme.
Un proceso terapéutico puede cambiarte la vida. Y vida solo tenemos una, ¿qué quieres hacer con la tuya?
Para hacerlo, puedes recurrir a un terapeuta Gestalt para hacer sesiones individuales o grupales. Y también puedes cursar algún curso o formación vivencial para experimentar la terapia como un alumno de la vida. Sin lugar a duda, ambos caminos te abren una posibilidad increíble: tenerte con amor y convertirte en una mejor versión de ti mismo.
Cuenta con nosotros
Venimos de unos meses difíciles y seguimos enfrentándonos a una situación llena de retos. Por eso, ahora más que nunca es imprescindible responsabilizarnos de nuestra salud mental, física y emocional. Es momento de dejar de echar balones fuera y empezar a mirarnos con amor, tanto a nosotros mismos, como al otro y al mundo. Nos toca a nosotros hacer lo que esté en nuestras manos para estar más sanos, vivir más felices y poder compartirlo con los nuestros.
Y como ves, son muchas las opciones que tenemos para cuidarnos más y mejor. Así que ya sea porque quieres descubrir alguna técnica, porque deseas darle un giro a tu vida, por cambiar de rumbo, por alinearte con los nuevos propósitos que has descubierto estos meses, por especializarte, completar tus estudios, por necesidad o por simple curiosidad. Para profundizar y hacer realidad cualquiera de ellas, sabes que puedes contar con tu Préstamo Personal Estudios. Encuentra el curso, apúntate ¡y empieza a disfrutar de una vida más plena!