Hace apenas 30 años, el mundo laboral era absolutamente diferente al de hoy en día. El estándar era encontrar en un trabajo seguro, permanecer en la misma empresa durante largos años o incluso toda la vida. Y no solo eso, la mayor parte de las empresas eran locales.
Sin embargo, en la actualidad las distancias se han acortado y la mentalidad global se ha abierto paso hasta el punto de que, para muchos, haber trabajado en varios países ya no es una novedad. Todo ello sumado a la velocidad a la que rotan los trabajadores ha hecho que, tanto los empleados como los empleadores, tengan que pensar en cómo hacer frente a estos nuevos modelos empresariales.
Ante estos cambios tan radicales, la búsqueda de empleo ha obligado a candidatos de todas las edades a reinventarse constantemente y adquirir nuevas habilidades, a descubrir términos como la “empleabilidad” y el “marketing personal” y a tratar de familiarizarse con la digitalización.
¿Qué es el desarrollo profesional?
El desarrollo profesional es un tipo de desarrollo personal que consiste en un desarrollo continuo del trabajador de cara a alcanzar su satisfacción y felicidad en un puesto objetivo en el que se sienta realizado.
Para desarrollarte profesionalmente debes adquirir constantemente nuevos conocimientos y habilidades, es decir, no dejar de formarte en ningún momento. Con la llegada de la digitalización y el aumento de la competitividad esto se ha vuelto más necesario que nunca.
Mejorar como posible empleado hará que las empresas tengan más confianza en ti, lo cual es fundamental para aumentar las posibilidades de que te contraten en tu puesto objetivo.
¿Cuál es el objetivo del desarrollo profesional?
Para los candidatos, el principal objetivo del desarrollo profesional es mejorar y crecer hasta encontrar un puesto de trabajo que se ajuste a sus expectativas.
Para las empresas, de un modo similar, la felicidad de sus empleados juega un papel crucial, ya que la felicidad es un factor determinante en la productividad, además de que supone toda una ventaja que el empleado haya cultivado conocimientos específicos y más avanzados de antemano.
¿Por qué es importante el desarrollo profesional?
Cuando decimos que el mundo se encuentra en constante cambio y evolución, no solo hablamos de digitalización, el mercado laboral ha sufrido enormes cambios en lo que respecta a la especialización, y por lo tanto a la competitividad.
Es por ello que el desarrollo profesional se ha convertido en algo crucial, es el arma definitiva que te permitirá no solo no quedarte atrás, sino avanzar en la dirección que deseas en tu trayectoria profesional.
De forma indirecta, también sirve de brújula a muchas personas para tener más claro cuáles son realmente sus objetivos a corto, medio y largo plazo en el mundo laboral y qué inversiones de tiempo y dinero son las adecuadas para alcanzar tales objetivos.
¿Cuáles son los beneficios del desarrollo profesional?
Podríamos pasarnos el resto del día relatando los beneficios que te puede dar un plan de desarrollo profesional, pero hemos escogido los mejores para que los tengas siempre presentes:
- Capacidad para generar altos niveles de confianza: Para aumentar al máximo las posibilidades de que te contraten en un puesto específico y muy demandado, será fundamental que puedan confiar ciegamente en ti. Desarrollarte en el plano laboral consigue esto mismo, mejora tu imagen personal y te pone como primera opción.
- Mayores niveles de ingresos: Mejorar tu perfil profesional te permite acceder a nuevos puestos que, si bien tendrán mayor demanda, también tendrán una mayor remuneración salarial. Tu desarrollo profesional serán tus escaleras para obtener una mayor tranquilidad económica.
- Oportunidades de establecer contactos: El desarrollo de carrera a menudo no es un proceso completamente individual, te llevará por un camino donde conocerás a profesionales altamente cualificados con los que podrás aprender mucho más que por tu cuenta.
- Mantiene a los profesionales al día de las tendencias del sector: Adquirir nuevas habilidades y reinventarse constantemente es lo que tiene. El miedo al cambio puede estar ahí, pero hay que combatirlo, porque abre muchas puertas que vas a querer tener abiertas en el futuro.
¿Cómo puede mejorar mi desarrollo profesional?
Para hacer frente a toda esta vorágine de nuevos aprendizajes y nuevas competencias, el primer paso será siempre identificar los logros y resultados obtenidos durante nuestra trayectoria profesional. La idea es diferenciarnos como empleados. Un buen candidato es alguien que se postula como valioso, o que tiene la capacidad potencial de generar valor para una empresa. Una vez tengas esto claro, podrás echar mano de los siguientes consejos para darle un pequeño impulso a tu empleabilidad:
- Identifica bien tus habilidades y capacidades: Saber dónde brillas más, por ejemplo, trabajando en equipo, liderando, o encontrando soluciones creativas, puede ser la clave que necesitas para ser justo lo que buscan las empresas.
- Desarrolla también habilidades humanas: También conocidas como habilidades blandas o de inteligencia social, como la gestión de tiempo, la gestión de conflicto, o la conocida resiliencia pueden ser de gran interés para las empresas que busquen empleados con los mismos valores que promueve la propia organización.
- Pon tu currículum al día: Si te puede la pereza y vas dejándolo pasar, plantéate que ese año de experiencia o ese trabajo específico pueden ser más interesantes de lo que crees para el personal de recursos humanos de la empresa de tus sueños.
- Pequeñas habilidades y grandes habilidades: De cara a tus expectativas de futuro y tu motivación, considera nuevos métodos para formarte que abarquen retos pequeños, como cursos, seminarios, etc. o grandes desafíos que valorarán mucho más las empresas como aprender otro idioma, programación, estudiar un ciclo, una carrera o un máster.
Algunos ejemplos
En la teoría todo suena muy sencillo y maravilloso, pero no siempre es así cuando se trata de pasar a un puesto de trabajo nuevo, o de construir nuestra marca personal.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos para que puedas empezar a darte ese pequeño impulso profesional que tanto agradecerás en el futuro.
Identifica tu puesto actual y tu puesto deseado
A veces las soluciones simples son las más apropiadas. Te proponemos que simplemente busques el camino para llegar de A a B. Para ello, deberás fijar metas claras y asequibles y evaluar cuánto tiempo te puede llevar aproximadamente alcanzar tales metas.
Pongamos por caso que el puesto B requiere una serie de conocimientos nuevos. Esto te obligará a salir de tu zona de confort, ajustar mejor el tiempo, coordinarlo con tus planes personales. Pero con una buena planificación tendrás más cerca que nunca el trabajo de tus sueños.
Proyéctate usando las redes sociales
A la hora de proyectar tu marca personal, ten muy presente que tu presencia digital va a estar ligada a las redes sociales, que las empresas se fijarán en ellas nada más interesarse en ti y que es una oportunidad que no puedes dejar escapar.
Dar una pequeña muestra de tus intereses, tus competencias y tus habilidades a través de estas redes, incluso fuera de LinkedIn, puede ser un factor determinante si quieres pulir tu marca personal y desarrollarte profesionalmente de forma ágil.
Pero, ¿necesito publicar en todas las redes sociales? ¿No será una tarea demasiado pesada que me consumirá tiempo? De hecho, no. Deberás elegir las redes sociales que tengan que ver con tu profesión y proyectar a través de ellas tus habilidades profesionales.
Es decir, si por ejemplo quieres poner de manifiesto tus conocimientos de fotografía o diseño, seguramente sea suficiente con que definas tu imagen a través de redes como Pinterest o Instagram. O si lo tuyo es redactar o tiene más que ver con el contenido escrito quizás un Blog pueda demostrar tus capacidades de una forma profesional.
No te cierres a nuevas oportunidades
Si tienes una auténtica fijación con un puesto de trabajo determinado, con una empresa o un interés que no te deja dormir, quizás pienses en centrarte únicamente en ese objetivo. Sin embargo, a veces los árboles no nos dejan ver el bosque. Existe un mundo de posibilidades ahí fuera, de opciones que surgen y se van.
Las personas que se desarrollan profesionalmente en una única dirección terminan estando más limitadas que aquellas que abarcan áreas que escapan a sus áreas de conocimiento esperado. Trata de ver más allá, esto te permitirá pensar de formas nuevas y creativas y de ser un activo increíblemente valioso para las empresas.
En resumen
Crecer profesionalmente es un todo un desafío que requiere constancia y perseverancia. Que requiere salir de la zona de confort para aprender nuevas habilidades y reinventarse de formas que nunca habríamos imaginado.
Sin embargo, las personas que se reinventan son las que están realmente preparadas para adaptarse a un mundo en continuo cambio y movimiento. No dejes pasar la oportunidad de ampliar tu trayectoria profesional, de conocer gente con la que aprender cosas nuevas y de encontrar la satisfacción laboral para invertir tu energía y tu tiempo en algo que de verdad te guste.
