Cómo contribuir con nuestras acciones cotidianas a frenar el cambio climático
A partir de las recomendaciones extraídas de ‘52 Gestos frente al Cambio Climático’, elaborada por la sociedad pública de gestión ambiental del Gobierno, nos ayudan a entender cómo podemos contribuir a tener un mundo más limpio. La publicación distribuye estos 52 gestos en cinco niveles de esfuerzo, desde los de muy fácil aplicación hasta los considerados como muy difíciles, e incluye una tabla que permite comprobar el impacto que la realización de cada gesto tiene sobre el medio ambiente en una escala del 1 al 5. En este artículo hemos elegido los 10 gestos que nos parecen más relevantes:
- Consume marcas y productos sostenibles: Afortunadamente, cada vez son más las marcas comprometidas con el medio ambiente. Como consumidor, tienes el poder de investigar sobre las prácticas de las empresas. Eso sí, vigila con las técnicas de greenwashing. La etiqueta ecológica de la Unión Europea es un símbolo que te ayudará a identificar si los productos son realmente respetuosos con el medio ambiente. En cuanto a los electrodomésticos, conviene elegir electrodomésticos con etiqueta A.
- Reutiliza prendas de ropa: Lo más recomendable es dar todas aquellas prendas de ropa que ya no te pongas. Como dicta la ley de la economía circular, reciclar ropa y reusarla bien de segunda mano o reparando la que tenemos con algún desperfecto reduce el uso de recursos como el algodón, el agua o el petróleo. Haz lo mismo con todo aquello que ya no uses. Puedes comenzar por bajar a la biblioteca más cercana y donar todos aquellos libros que están cogiendo polvo en tu estantería. También puedes donar todos aquellos dvd y discos que ya no podrás escuchar ni ver debido a que cada vez hay menos aparatos disponibles para reproducirlos.
- Dale al botón de Off: Uno de los grandes problemas de nuestra sociedad es el llamado ‘stand-by’. Cuando vayas a apagar un aparato, apágalo de verdad. Un electrodoméstico que sigue conectado a la red eléctrica sigue consumiendo energía, aunque esté apagado. Una manera que tienes de evitarlo es emplear regletas con varios enchufes y un interruptor. Al darle al interruptor desconectarás todos los aparatos conectados y ahorrarás energía.
- Usa el contenedor de orgánico: Los microorganismos ayudan. Es mejor dejar los residuos orgánicos en el contenedor marrón para hacer compost. Si acaban en el vertedero, apilados y con poco aire, desprenden metano uno de los gases de efecto invernadero más nocivos. Además, el compost, rico en microorganismos, es un buen fertilizante.
- Elige la agricultura de proximidad: La agricultura de proximidad evita grandes desplazamientos del producto lo que implica menos transportes y menos emisiones de CO2. Además, no es necesario el uso de plásticos para envolver el alimento. Además, si son de temporada, el gasto en agua será menor.
- Compra a granel: Los productos envasados consumen mucha más energía que aquellos que se pueden suministrar a granel. De hecho, la producción de contenedores para los alimentos es responsable del 1,2% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Decídete por todos aquellos alimentos que no están cubiertos en plásticos y adquiere a granel cuando te lo permitan.
- Decídete por lo sostenible: Son muchas las ocasiones a lo largo del año en las que será difícil ahorrar en la factura de la luz y pocos gestos nos ayudarán a mitigar los efectos del cambio climático. Por ejemplo: Navidad y consumo son inseparables. Pero puedes reutilizar adornos navideños o crearlos con materiales reciclados. A la hora de regalar, considera si es necesario ese móvil nuevo y prueba a regalar productos sostenibles.
- Opta por un turismo de proximidad: A un paso de casa. Mar, montaña, arte, buena mesa, parques naturales… conocer los rincones más especiales aumenta la sensibilidad hacia su cuidado. Y al estar cerca, las emisiones de los medios de transportes son menores.
- Autoconsumo: Muchos ayuntamientos se han decidido a alquilar parcelas de terreno para que la ciudadanía fije allí pequeñas huertas. Por un lado, ahorrarás en la mensualidad del gimnasio y las frutas y verduras de tu huerta te serán básicas para tu correcta dieta. Sin el empleo de pesticidas o fertilizantes agresivos y al limitar el transporte y los envasados plásticos el beneficio para el medio ambiente es enorme.
- Planta un árbol: Los bosques son esenciales en la lucha contra el cambio climático. Por eso, una opción es colaborar en jornadas de plantaciones de árboles. También puedes participar en iniciativas locales o incluso respaldar proyectos de reforestación de ONGs y otras empresas. Compensar las emisiones de CO2 a través de la plantación de árboles es posible.
Un reto personal: reducir la huella de carbono individual
La producción de plástico está detrás del aumento de la huella de carbono, y todas las acciones que realizamos para reducir la producción y el consumo de envases, bolsas y otros elementos fabricados en plástico representan un importante granito de arena. ¿A qué estás esperando? Anímate a calcular la huella de carbono con esta calculadora y fíjate un reto personal de aquí a finales de año.
Empezar hoy mismo a reducir los efectos del cambio climático
Algunos ejemplos de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano. Estos proceden del uso de la gasolina para conducir un coche o del carbón para calentar un edificio, por ejemplo. El desmonte de tierras y bosques también puede liberar dióxido de carbono. Los vertederos de basura son una fuente importante de emisiones de metano. La energía, la industria, el transporte, los edificios, la agricultura y el uso del suelo se encuentran entre los principales emisores.
Es por ello que, en general, reducir el consumo y elegir productos de cercanía ahorrará muchas emisiones de contaminantes a la atmósfera.
Como ves, con la unión de muchos sencillos gestos es posible combatir de manera efectiva el cambio climático. Además, muchas soluciones al cambio climático pueden aportar beneficios económicos al tiempo que mejoran nuestras vidas y protegen el medio ambiente.
También contamos con marcos y acuerdos globales para guiar el progreso, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París. Hay tres amplias categorías de acción: reducir las emisiones, adaptarse a los impactos climáticos y financiar los ajustes necesarios.
Pero tenemos que empezar ya mismo, y para aportar nuestro pequeño granito de arena estos 10 sencillos gestos son fundamentales.